sábado, 11 de marzo de 2023

La existencia de un exceso de democracia a nivel general

 

Editorial

A propósito de la celebración del día internacional de la mujer, estamos llegando al punto de lo ridículo, y es que ya el fanatismo a que se están llevando los temas a discutir se ha convertido en algo monótono, que a cualquiera lo deja en medio del abismo mental sin lugar a pensar cuales alternativas se pueden buscar para solucionar el tan manoseado tema.

Y es que nos encontramos dentro de un sistema tan complejo que no nos da la oportunidad para diferenciar una cosa de otra, por un lado, el fanatismo feminista, y por el otro la ignorancia política de aquellos que se hacen llamar los representantes del conglomerado ante los organismos que organizan, hacen o patean las leyes que nos rigen o de protección ciudadana, cuando en realidad estas lo que hacen es dejarnos al desnudo a todos.

La situación se está escapando de la mano a nivel mundial y, esto es algo que aun reconociendo el problema social existente en el afán de ciertos sectores por alcanzar notoriedad para tratar de imponer costumbres que a veces se salen de lo ético, pero que, en el sistema mismo, los diversos gobiernos quieren imponer en nombre de la tolerancia a un mundo globalizado, violando así el derecho de los pueblos con su autodeterminación.

Todavía quedan más tiempos que longanizas por lo tanto tenemos suficiente espacio para debatir los temas que son vinculantes y que están relacionados en cualquier variante.

Una falsa definición puede desvirtuar el significado del asunto, pues la sociedad somos todos los seres que habitamos sobre la tierra, por lo tanto, responsables somos todos, no importa en cual situación, muchas veces expresamos cierta terminología de manera errónea, pero lo cierto es que la educación familiar está haciendo falta en los hogares dominicanos y del mundo, sin tener que llegar a la violencia intrafamiliar, ya que es muy importante enseñar a sus hijos cuáles son sus derechos, pero también sus deberes, respetar para que ellos mismos sea respetados debidamente en cualquier circunstancia de la vida.

Las escuelas educan para el enriquecimiento del saber, mientras que los padres enseñan el comportamiento dentro de la sociedad, es por ello que en gran parte de los hogares rotos salen hijos torcidos, aunque no siempre sea así, porque muchas veces de las mejores familias salen ciertos parásitos sociales y viceversa.

La tolerancia es muy importante para la buena convivencia, pero cuidado, no se debe exagerar como últimamente está sucediendo en ciertos sectores, uno de ellos: el rabioso feminismo con la imposición de una supuesta igualdad de género con la mera intención de sacar ventaja, porque de ser así tampoco al hombre se debería satanizar en cuanto a tratamiento de género.

La nueva modalidad del transgénero, se puede estar bien seguro que con una mejor educación familiar este fenómeno no existiese, ya que esta moda que los políticos quieren preservar por ideología preferencial porque con ello sacan ventajas en las urnas electorales, sin darse cuenta que lentamente están acabando con la sociedad, ya que con esto se lesiona la formación de familias con hogares sanos sin perjuicio ni ataduras éticas, ya que por la ley de Dios una familia está formada por un hombre, una mujer y sus hijos.

La permisividad y complacencia de los padres hacia los hijos perjudica el desarrollo social de los pequeños, que crecen con la creencia de que lo merecen todo, lo que puede traer trastornos en la conducta de menores en las ocasiones que los padres por carencia o conveniencia no pueden satisfacer a sus hijos, en los que muchos de ellos terminan aplicando la violencia inclusive hasta contra sus progenitores, y aún peor con particulares sin importar las consecuencias.

Tocar los temas sensibles en los actuales momentos no es favorable, pues lo que es igual no es ventaja, ya que todo lo que se haga debe estar basado en la Carta Magna, luego de obtener el consenso mayoritario de la población que esté apta para decidir los asuntos que convienen a la nación.

Lamentablemente no se puede complacer a todo el mundo en una sociedad llena de prejuicios, pero si no se actúa con inteligencia los perjudicados seremos todos.

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