lunes, 16 de noviembre de 2020

 Opinión

DEMOCRACIA CON DOCTRINA MILITAR


POR MIGUEL SOLANO

Lo bueno con la doctrina es que es femenino, es decir, tiene capacidad para producir criaturas. Y se entiende como “conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento religioso, ideológico, político, militar etc. Es una materia y puede llegar a ser ciencia que se enseña”.

Las fuerzas sociales se organizan en torna a una doctrina y forman un estado. Ese estado es defendido, organizado y administrado por las llamadas fuerzas del orden público, es decir, las estructuras militares.

Hasta ahora ningún ser había defendido con tanta coherencia y claridad lo que es una doctrina militar. Lo que acaba de ocurrir define, de una vez y para siempre, el comportamiento militar frente a los movimientos políticos, frente a los movimientos sociales y frente a algunos desaprensivos que creen que, porque plebes financiadas los siguen, pueden imponer su agenda personal, sus vicios y desaciertos.

El jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército de Estados Unidos, el general con más alto rango militar, Mark Milley, para aclararle cualquier intento de TRUMP y sus desafortunados de manipular la transferencia pacífica del poder el venidero 20 de enero de 2021, ha declarado:

“No hemos jurado defender a un rey o a una reina, a un tirano o a un dictador. No hemos jurado defender a un individuo. No hemos jurado defender a un país, a una tribu o a una religión. Hemos jurado defender la Constitución”.

La claridad doctrinal del general Milley, que fortalece increíblemente la democracia estadounidense y mundial, posibilitará el triunfo de los demócratas en la carrera senatorial en Georgia.

Y dejó establecido que ese es el juramento que les corresponde hacer a todos los militares del mundo, a todos los funcionarios del mundo, a todos los militantes de organizaciones políticas, a todos los dirigentes sociales, a todos los dirigentes gremiales… La idea de que “yo estoy con fulano” ha muerto. Y no renacerá jamás.

El PLD convertido en una entelequia política

 

EDITORIAL

 

Cuando el profesor Juan Bosch se marchó del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) lo hizo con la intención de formar otra parcela política, (el Partido de la Liberación Dominicana (PLD)) que de acuerdo a sus pretensiones sería grande, no en cuanto a la cantidad de militantes, sino a la cualidad, fue por ello que inició un sin números de charlas y círculos de estudios para poder formar a su conglomeración.

Según Bosch, nadie que no pasase por ese entrenamiento político podía ser miembro del PLD, por entender que  este país estaba lleno de personas indisciplinadas, con este temor y alegando que se debía desgarrapatizar al buey,  fue por ello su énfasis a la creación de los Comités Intermedios para integrar a los diversos circulistas, no importa con el nombre que estos fuesen llamados.

Al correr de los años y según el PLD se fue convirtiendo en opción de poder, el cambio fue notorio, sobre todo luego de la muerte de su principal líder y fundador, profesor Juan Bosch, este partido se convirtió en una mansedumbre, al acoger a todo aquel que sintiese simpatía por dicha organización, no necesariamente salidos de los círculos de estudios, entonces fue que entró todo el mundo al seno del mismo.

Es de todo conocido que los partidos en el gobierno se desgastan políticamente, y el PLD no fue ajeno a esta situación tras 20 largos años  en el poder, que a pesar de gozar de todos los privilegios, políticos, sociales y sobretodos económicos, lo que se ha visto como el caso de que: al que le llega la hora de la muerte se murió, murió aunque traten de salvarle porque se le cumplió su fecha de vencimiento.

Llegó la hora del cambio, y evidentemente que dada la torpe estrategia de sus dirigentes, las falsas medidas tomadas en contra del pueblo, el vejamen a su principal dirigente (Dr. Leonel Fernández) y su posterior división, se convirtió en un partido cuasi asqueante ante la sociedad, la que decidió apoyar a la oposición.

Hoy vemos a un Temistocles Montás, presidente del otrora partido de gobierno ufanarse en decir que el PLD se fortalece en momento de la existencia de una estampida descomunal  de esa organización política hacia la Fuerza del Pueblo, este último, partido creado por el Dr. Leonel Fernández a raíz de su salida  del PLD abandonando su posición de presidente.

El PLD hizo crecer a otras entelequias políticas existentes, de igual manera convirtió en entelequias a otros partidos que fueron mayoritarios, como fue el caso, primero: el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y luego al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y finalmente al propio PLD cuando ya no encontró otra opción, desgastado políticamente y por los innumerables casos de corrupción.

El PLD dejó de estar en el poder porque dejó de encantar al pueblo y sería mejor que sus dirigentes se sincerasen consigo mismos y reconozcan que su carnaval político en República Dominicana ya pasó


 Danilo Cruz Pichardo


Falta de imparcialidad periodística provoca desinformación en la población

    Desde los años de la década de los 70` escucho discutir sobre el concepto “objetividad” en el periodismo. Nunca han faltado quienes consideran que la objetividad periodística es inexistente, lo que no se corresponde con la verdad, pues cuandoel comunicador se limita a describir y a narrar tal cual ocurren los acontecimientos no hay espacio para las consideraciones, los sentimientos ni las pasiones.

    Si una mesa es verde y usted dice que es verde está describiendo la realidad, al igual que cuando señala que dos más dos equivale a cuatro. Lo que pasa es que la manipulación periodística, que se produce regularmente desde el mismo momento en que el reportero selecciona el hecho noticioso, está motivada, en ocasiones, en la parcialización, que suele confundirse con falta de objetividad.

     ¿Por qué el reportero selecciona ese hecho noticioso y no otro? Ahí podrían intervenir razones sociales, culturales, políticas, económicas, religiosas y de otro tipo.

    Cuando un reportero entrevista a una fuente no todo lo que el entrevistado dice va para la noticia. El periodista somete ese material informativo a un proceso de selección y combinación de características. Ejemplo: el entrevistado habló sobre la selección de los miembros de la JCE, el coronavirus, la migración haitiana, la corrupción pública, la victoria de Joe Biden, la declaraciones juradas y la Cámara de Cuentas, el cambio climático y el daño del carbón mineral. Son siete temas, pero es posible que el redactor haya elaborado el trabajo basado en dos o tres temas o simplemente en uno solo.

    ¿Por qué lo hace? Puede haber mala intención, pero no siempre. En ese proceso entran aspectos a tomar en cuenta, como son la importancia  –la cual es una característica de la noticia–  y hasta razones de espacio cuando se trata de periódicos impresos o noticiarios televisivos, cuyas informaciones siempre son breves.

    Sin embargo, hay que establecer que la imparcialidad no existe en ningún ser humano. Todos  los sujetos tenemos sentimientos, pensamientos y pasiones, las cuales tratamos, muchas veces, de echar a un lado en procura del apego a la objetividad y a la profesionalidad, cualidades que garantizan prestigio y crédito público en cualquier área.

    Cundo en el béisbol un árbitro canta out o safe regularmente ese llamado se corresponde a lo real en un 95%, indistintamente de lo él quisiera, porque por encima de todo está su profesionalidad. Y un árbitro es malo o bueno dependiendo de la certeza en sus decisiones. Algo parecido ocurre con los jueces, los cuales tienen que dictar veredictos en apego a lo establecido por las leyes.

    En el periodismo es mucho más común el apartarse de la realidad. Ni decir de aquellos que abordamos el género opinión, el cual es subjetivo por excelencia, porque lo importante es nuestro criterio respecto a un tema de interés. Esas opiniones, empero, deben ser justificadas mediante argumentos, porque contrariamente nos tildan de apasionados, perdemos crédito y lectoría.

    Lo escrito escrito se queda. Admito haber escrito artículos contra personas, de los cuales me arrepiento muchas veces de su publicación. Es preferible optar por temas y no por personas, a las cuales está importantizando aun exprese términos negativos de las mismas.

    La imparcialidad periodística es un mito, pero hay que procurar siempre apego a la profesionalidad, tratando de ser lo menos apasionado posible y no distorsionar acontecimientos.

     Las mayores distorsiones y manipulaciones se producen en la televisión con las famosas ediciones de los videos, en los cuales se quita y se pone lo que el editor quiere, sacando muchas veces de contexto las palabras emitidas por la fuente, lo que constituye una vulgar manipulación y falta de ética en extremo. Lo lamentable es que el televidente cree lo que vio, porque fue en la televisión.

    Los medios informativos están distribuidos en secciones. Si hay una sección con la cual los ejecutivos deben exhibir celos, en su misión de objetividad e imparcialidad, es en la informativa. Las informaciones deben ser cien por ciento veraces, para contribuir a tener una población bien informada, lo que es un imposible de lograr a través de las redes sociales.

    En múltiples investigaciones José Antonio Mayobre Machado, comunicólogo venezolano, desenmascaró periódicos y cadenas informativas televisivas por la manipulación y parcialización en el tratamiento de los hechos noticiosos, lo que afectaba a la población venezolana.