martes, 4 de mayo de 2021

 

Este juego es algo muy peligroso


EDITORIAL

No hay que ser ciego para no ver lo que está pasando desde hace tiempo en la República Dominicana con relación a la Policía Nacional, y a los Cuerpos Castrenses del país, en cuanto a las actuaciones que estos en mayoría realizan, incumpliendo con los reglamentos que rigen a estas instituciones.

Se sabe ya que en mayoría  estos cuerpos de seguridad, que no son más que represivos tienen un exceso de autoridad y que la aplican dependiendo del lado que sople la brisa, donde el mejor ejemplo lo es la ejecución de la joven pareja de predicadores recientemente en Villa Altagracia, de acuerdo a lo informado por orden específica de un comando de asesinos de la zona, pero no se puede continuar de esta manera.

La falta de institucionalidad, de amor a la patria y al irrespeto a nuestra Constitución, desde décadasatrás se hacía necesario una reforma, no solo policial, sino en cada uno de los cuerpos de seguridad Estatal.

La designación de cualquier carajo a la vela en los mandos de dirección en República Dominicana se ha constituido en el pan de cada día, y para muestra con un botón basta.

La designación como Director General de la Policía Nacional por parte del ex presidente Danilo Medina y Sánchez, del hombre que dirigió el asalto a la Mulata hace algunos años, donde murió al menos un ciudadano alemán y quedaron varios heridos, y donde supuestamente se desaparecieron  varias cajas fuertes conteniendo millones de pesos, innumerables cantidad dólares y euros, joyas y otros valores, sin que hasta la fecha las autoridades hayan dado una explicación al respecto deja mucho que desear.

La designación de un Director General de la DNCD de un ex jefe policial, que el rumor público condena por supuestamente la desaparición de diversos vehículos de motor sustraídos por delincuentes y recuperados por dicha institución policial, el cual no fueron devueltos a los auténticos propietarios, debe considerarse como una aberración

Pero esto no es todo: el apresamientorecientemente de un oficial supuestamente sobrino del jefe de la DNCD cargando supuestamente 63 pacas de droga, es más que un escándalo, suficientemente sospechoso para ser destituido de dicha institución.

Y es que cada régimen tiene sus corruptos favoritos, pero este no es el caso del joven gobierno que preside un hombre honrado como lo es el Lic. Luís Abinader, quien debe actuar sigilosamente y buscar con una lupa a quienes deben dirigir estas instituciones, a fin de devolver la confianza a todo el pueblo dominicano.

Ha llegado la hora de limpiar todas estas instituciones, porque sin proponérselo están haciendo daño al gobierno democrático surgido de las entrañas del pueblo. Excelentísimo señor presidente de la república, Lic. Luís Abinader, actué a tiempo, porque el pueblo dominicano lo reclama, ya que este jueguito es algo muy peligros para toda la nación.

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