viernes, 2 de agosto de 2019

Algunos políticos no saben hacia donde van


EDITORIAL

En la Republica Dominicana actualmente se viven momentos de tensiones políticas, razón por las cuales el país requiere de ecuanimidad, decisión y temple, sobre todos de aquellos dirigentes que pretenden dirigir la más alta posición del gobierno central.
No es el momento para sacar los pechos y hacerse el más fuerte para emprenderla contra quienes vitorean ser sus rivales, dentro y fuera de una misma agrupación.
Son muchos los dirigentes políticos, que más que una mera rivalidad, manifiestan un odio tenaz contra sus propios compañeros de partido, que más bien parecen ser enemigos, el mejor de los ejemplos lo es el caso del Dr. Leonel Fernández y Reyna, que siendo el presidente de su partido y ex presidente de la república, ahora más bien es tratado como cuál fuese un vicho raro, siendo la figura más importante del partido que dirige, hombre que impregnó prestigio a esa organización de mano con el profesor Juan Bosch.
Pero no solo esta situación se manifiesta dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sino también, esto se ha convertido en una costumbre cuando existen intereses políticos y económicos de por medio.
Por lo mismo situación pasan en otras organizaciones políticas, como son: el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que nunca en ese sentido se ha quedado atrás, y hasta en las diminutivas organizaciones partidistas se ve a diario como se destratan unos a los otros.
Señores, pueblo dominicano no es tiempo para odio, sino para reflexión, el país pasa por un proceso político delicado, que solo con inteligencia y esmero se pueden buscar soluciones, es un momento para la unidad nacional, y si fuese posible que se busque un candidato de consenso nacional a través de la sociedad civil, que se capaz de implementar políticas satisfactorias para los dominicanos, quienes se han visto afectado por las guerras intestinales de los partidos, paralizando de manera parcial casi a todo el país, cosa ésta que debe evitarse.
La democracia que se vive en la República Dominicana ha sido el producto de la lucha decidida de hombres y mujeres que ofrendaron sus sangres para dar al país estos momentos libres que gozamos como ciudadanos, y es la obligación de todos mantenerla viva, por nosotros y por las generaciones futuras para que estas sean verdaderos entes sociales hasta en el último rinconcito de la patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario