sábado, 8 de marzo de 2025

La ONU pide detener los combates y proteger a los civiles en las zonas costeras de Siria civiles

 

Afirman que «miles de personas han sido desplazadas en las zonas costeras», y apuntaron a que el impacto de los ataques en la infraestructura civil «es grave» y que seis hospitales y varias ambulancias «han quedado inoperativos debido a los combates».

Naciones Unidas ha pedido el cese de los combates y la protección de la población civil en las zonas costeras y centrales de Siria, donde desde el jueves se están produciendo intensos choques entre las fuerzas de seguridad y grupos insurgentes que han provocado la muerte de cientos de personas.

«Instamos a todas las partes a que cesen inmediatamente las hostilidades y protejan a los civiles, la infraestructura civil y las operaciones de ayuda, de conformidad con el derecho internacional humanitario», dijeron en un comunicado el coordinador residente y humanitario de la ONU para Siria, Adam Abdelmoula, y el coordinador humanitario regional para la crisis de Siria, Ramanthan Balakrishnan.

Los responsables de la ONU afirmaron que siguen de cerca «los inquietantes acontecimientos en las zonas costeras y centrales de Siria», donde se están produciendo intensos choques entre las fuerzas de seguridad y grupos de la minoría alauita leales al depuesto presidente sirio, Bachar al Asad.

«Según se informa, miles de personas han sido desplazadas en las zonas costeras», indicaron en la nota, en la que apuntaron que el impacto de los ataques en la infraestructura civil «es grave» y que seis hospitales y varias ambulancias «han quedado inoperativos debido a los combates».

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, cientos de personas han muerto desde el estallido de la violencia, entre ellas más de 200 combatientes de ambos bandos.

La ONG denunció que gran parte de los 428 civiles alauitas fallecidos han muerto «ejecutados a sangre fría» por las nuevas fuerzas de seguridad sirias y otras agrupaciones aliadas de Damasco que participaron en la ofensiva para derrocar al régimen de Al Asad el pasado 8 de diciembre.

Los choques estallaron el jueves, después de que insurgentes alauitas lanzaran un ataque contra las fuerzas de seguridad en la localidad de Jableh, en Latakia, lo que desencadenó la mayor ola de violencia en Siria desde el derrocamiento de Al Asad.

Las nuevas fuerzas sirias están mayoritariamente compuestas por excombatientes de la ahora disuelta alianza islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), la agrupación que lideró la ofensiva contra Al Asad y cuyas raíces proceden del Frente Al Nusra, la exfilial de Al Qaeda en Siria

Fuente: La Razón

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