viernes, 25 de febrero de 2022

Lo que importa es que la educación sea de calidad

 

Por Francisco Luciano

Nuestra señora rectora ha informado que la Universidad retornará las actividades docentes a la modalidad presencial para el segundo semestre del presente año. Nuestra lideresa ha expresado que “no es tan fácil cambiar de la modalidad virtual a la presencial en el presente semestre”, ya que se ejecuta de manera hibrida o mixta, pues los laboratorios son servidos de manera presencial mientras el resto se sirve de manera virtual.

Sería inconveniente renunciar a cosechar lo sembrado en el campo de la docencia virtual por lo que es atinado mantener la modalidad hibrida o mixta para servir la docencia en atención a los siguientes razonamientos:

a) La modalidad virtual es una herramienta válida en el campo de la educación superior cuando se sirve con la rigurosidad adecuada.

b) La virtualidad por su carácter de horizontalidad facilita al estudiante una mayor cobertura al momento de seleccionar asignaturas, haciendo que puedan tomarlas sin las limitaciones que impone la presencialidad física, pues un alumno matriculado en Puerto Plata bien puede seleccionar e impartir sus asignaturas en Barahona, La Altagracia, Santiago o Peravia en el mismo día. Esto supone para los alumnos una oportunidad para avanzar en la conclusión de sus estudios en menor tiempo.

c) La virtualidad evita a las familias costos de transporte, de alimentación fuera de casa, así como riesgos de accidentes o exposición a la delincuencia.

d) Reduce la masividad y el uso intensivo de las facilidades de la Universidad en las distintas ciudades donde opera alargando la vida de la planta física y utilería.

En nuestra opinión, para el segundo semestre del presente año, la modalidad de docencia presencial debe ser exclusiva para los alumnos del ciclo básico, los laboratorios y las asignaturas prácticas.

La virtualidad debe mantenerse para el resto de las asignaturas, pues esta constituye un activo que permite a la Universidad ser más eficaz para las expectativas de los alumnos porque reduce la limitación espacial que impone la presencialidad al seleccionar las asignaturas. De igual manera facilita reducir la cantidad de alumnos por sección quitando presión a los docentes.

Es necesario Intensificar el perfeccionamiento de docentes y alumnos capacitándolos para que puedan hacer mejor uso de las herramientas que ofrece la virtualidad bajo un régimen de incentivos por cumplimiento.

Ninguna de las dos modalidades escapa a tener debilidades. Ambas modalidades de servir la docencia tienen debilidades y fortalezas. De lo que se trata es de afianzar las fortalezas y superar las debilidades para garantizar que la docencia de calidad.

Una Universidad que durante décadas ha tenido como aspiracional acercarse a los alumnos a un rango no mayor de 50 kilómetros, no debe renunciar a la oportunidad de colocarse justo en el lugar donde estos se encuentran para ayudarles a concretizar sus estudios.

El autor es docente de la Facultad de Ciencias de la Educación

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