Por La redacción
El presidente de la república Lic. Danilo Medina, emitió recientemente el decreto 29-20 donde nombró a varios cónsules y realizó diversos cambios, incluyendo en Alemania, entre ellos: a Braulis Matos Bautista, en sustitución de la señora Mercedes Altagracia Brito Veras, en la ciudad de Hanburgo, quien pasó a prestar servicio en la ciudad de Génova, en Italia.
De igual manera nombró también a Teodoro Reyes, en sustitución de Ramón Carrerño, quien se desempeñaba como cónsul general en la ciudad de Frankfurt, y pasó a sustituir a Fernando Cáceres, en Milano, en Italia.
Se ha destacado que tanto Matos Bautista, así como Reyes, ambos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se desempeñaban como vicecónsules, en la ciudad de Madrid, capital de España.
A pesar de los esfuerzo hecho por el señor presidente de la república, de mantener la equidad entre la dirigencia de su partido, dada la más reciente división, estos movimiento no han sido suficientes para mantener el ánimo a la militancia de esa organización, ya que gran parte de la misma se mantienen a la espera de que se le tome en cuenta en las diversas posiciones gubernamentales con la que cuenta el gobierno en la Circunscripción número 3 de Europa.
Por el contrario, existe un gran malestar , y una queja generalizada entre los dirigentes peledeístas, por entender que el presidente Danilo Medina, no ha hecho cambio significativos en el tren consular dominicano en Europa, sino, sino que a la vista de ellos lo que ha hecho es mover de un lado para otro como en los juegos de ajedrez, rotándolo de un consulado a otros.
El intercambio de posiciones fue aún mayor en los diversos consulados existentes en España.
Esta redacción recibe enormes cantidad de llamadas a diario para denunciar que el propio presidente Medina tiene conocimiento de que la mayoría de estos servidores pertenecen a la Fuerza del Pueblo, ya que fueron nombrados en gran parte por el ex presidente de la república Dr. Leonel Fernández, pero en gran medida ellos dicen guardar lealtad al partido que fundara el profesor Juan Bosch, pero que solo buscan preservar los puestos consulares y diplomáticos que ocupan, y donde devienen enormes salarios.
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