miércoles, 23 de febrero de 2022

Solicitan TC pronto fallo sobre cobro ilegal 10 dólares dominicanos exterior

 

Video: https://www.youtube.com/watch?v=DfHaWWC6FBI

Por Ramón Mercedes

NUEVA YORK. – Los ciudadanos dominicanos German Ramírez Jr. y Manuel Arístides Feliz, residentes en esta ciudad, están solicitando al Tribunal Constitucional (TC) el pronto fallo del expediente de acción directa e inconstitucionalidad contra el cobro ilegal de $10 dólares por concepto de “impuestos turísticos,” que se les cobra a los dominicanos que viajan a su país.

Durante una concurrida rueda de prensa en el restaurant “La Parrillada de Dyckman”, en el Alto Manhattan, Ramírez recordó que en julio del 2018 incoaron una demanda ante el TC por violación al artículo 5 de la norma 08-18 de la Dirección General de Impuestos Internos (DGll) y el alto Tribunal tuvo a bien reservarse el fallo contenido en el expediente No.01-2018-0030.

“Ya van más de 30 millones de dólares, equivalente a 1,700 millones de pesos dominicanos, que nos han cobrado, de manera ilegal, a los dominicanos residentes en el exterior cuando viajamos a país caribeño”, reveló Ramírez.

Asimismo, el politólogo solicita al presidente Luis Abinader, “como se comprometió en septiembre pasado con la comunidad y el congresista Adriano Espaillat, durante un masivo acto en el Alto Manhattan, que elimine ese cobro ilegal, y él afirmó que lo iba hacer porque tiene facultad como poder Ejecutivo.”

“Esperamos que el próximo 27 de febrero, si el TC no ejerce su facultad y declara la inconstitucionalidad del artículo de referencia, lo haga el presidente Abinader, tal lo prometió a los dominicanos del exterior,” dijo Ramírez.

Tanto Ramírez Jr. como Arístides Feliz, especifican en su recurso que la inconstitucionalidad del artículo 5 de la norma 08-18 de la DGll se basa en la violación a los artículos 46 y 243 de la Constitución Dominicana, y el 22 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Además, del artículo 12 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, el 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y el Vlll de la Declaración Universal de los Derechos y Deberes del Hombre. 

Hispano gana 10 millones premio en NY US$10 millones por segunda vez

 

Por Ramón Mercedes

NUEVA YORK.- El hispano Juan Hernández, residente en el condado de Nassau, Long Island, y cuya nacionalidad no fue dada a conocer, ganó el pasado martes en la lotería de NY su segundo premio de 10 millones de dólares en menos de tres años.

En las ciudades de Hampton, Freeport, Greenport, Hempstead, Mineola, Babylon, Ocean Beach, Westbury, entre otras pertenecientes a Long Islang, residen miles de dominicanos al igual que otras etnias hispanas.

Como de costumbre, Hernández jugó su boleto raspadito “Cash Spectacular” en el negocio Stop & Shop, ubicado en 150 de la avenida Fulton en la ciudad de Hempstead.  

En el 2019 ya había ganado la misma cantidad con un boleto similar y decidió reclamarlo con un pago único y global de $6,510,000, después de las retenciones requeridas.

Aunque sus problemas financieros han sido resueltos, el agraciado manifestó “ahora tengo un nuevo reto: saber cómo gastar todo su dinero». “Todavía estoy tratando de gastar los 10 millones que gané en el 2019″, precisó.El ganador rompió la ley de probabilidades por partida doble. El National Weather Service dice que una persona tiene 250 veces más probabilidades de que le caiga un rayo, que ganar la lotería. El Museo de Florida dice que morir por un ataque de tiburón es 80 veces más probable que ganar la lotería.

Carta pública a Juan Bolívar Díaz, embajador de República Dominicana en España

 

Sr. : Juan Bolívar Díaz
Embajador Extraordinario y plenipotenciario de la
Republica Dominicana ante el Reino de Sr. : Juan Bolívar Díaz

Embajador Extraordinario y plenipotenciario de la
Republica Dominicana ante el Reino de España


De : Alejandro Pouerie García Dirigente perredista de Madrid
Presidente de estrategia de la seccional de Madrid

Asunto : Desafortunado pronunciamiento


Excelentísimo Embajador Juan Bolívar Díaz después de un afectuoso saludo, con la presente misiva queremos referirnos a su desafortunado pronunciamiento, con respecto a los perremeistas, de forma respetuosa entendemos que usted debería disculparse públicamente con los perremeistas, porque gracia al arduo y tesonero trabajo durante los últimos 16 años hoy Luis Abinader es Presidente y por ende usted es embajador, cosa que no hubiese pasado si los pele deístas siguieran en el gobierno.


El Señor Presidente tuvo a bien distinguirle con su designación en esta importante embajada que paradójicamente funciona la segunda seccional más grande del exterior y la que más pronto emite sus resultados cuatro horas antes de finalizar las votaciones en República Dominicana.


Los Dominicanos de Madrid y específicamente los perremeistas le recibimos con los brazos abiertos he incluso en su primera semana estuvo compartiendo con nosotros en un juego de Baseball en Villaverde Altos, francamente no entendemos su actitud hacia los perremeistas, podemos entender que usted se sienta más cómodo trabajando al lado de los pele deístas y los de la Fuerza del Pueblo, pero eso no significa que un perremeista no pueda ocupar un puesto en esa embajada que es de todos los Dominicanos y Dominicanas.


Finalmente le queremos recordar que mientras el PLD estuvo en el poder usted nunca fue tomado en cuenta para ocupar tan alto e importante puesto representativo de la Republica Dominicana, y que el vehículo fue posible por el trabajo de los perremeistas y Aliados porque el pueblo no va solo a votar.


Éxitos en sus funciones y le deseamos mucha salud y larga vida.

Atentamente,
Alejandro Pouerie García
Presidente de estrategia seccional de Madrid

Diáspora de Europa




Dimitir o pedir perdón

 

Por: Becker Márquez Bautista.

Amigo lector, si en la República Dominicana se implementará un código de ética y moral, en donde los funcionarios públicos reconozcan sus errores y metidas de patas aprendiendo a pedir perdón y dimitir de sus funciones, desde ese mismo momento inicia un proceso de avance en nuestra sociedad.

La equivocación es una acción puramente humana, ya que todas las personas que vivimos en este mundo nos equivocamos solemos cometer errores en la vida. Sin embargo, hay gente a la que se le hace difícil y muy cuesta arriba admitir sus propios errores y sus equivocaciones. Es tan así, que son grabados y aún así se atreven a decir que la manipularon.

Hay que reconocer que el argumento de la manipulación y que me sacaron de contexto, es el camino más cercano para evadir la responsabilidad, claro está, si se trata de un un funcionario público. Siempre van aludir que esto viene por los enemigos que hemos combatido, por las anomalías que hemos encontrado.

En nuestro caso, las veces que nos hemos equivocado, he reconocido mis errores y automáticamente empiezo a subsanarlo y además, creo que reconocerlo a tiempo me engrandece y me da una oportunidad excepcional para crecer en humildad y darnos cuenta de que la vida es casi un ensayo continuo del que aprender. es de sabios el acompañar cada fallo, cada descuido y ofensa con un “perdóname”. Una virtud de unos “pocos” que “muchos” deberían poner en práctica.

Hay que reconocer que ese mecanismo interno de autoevaluación mediante el cual darnos cuenta de que no hemos hecho lo correcto, está dominado muchas veces por un conocido inquilino llamado “ego”. De hecho, no hay peor carcoma que la de quien lejos de empatizar con las personas ofendidas, se centra únicamente en la sutil pero feroz necesidad de proteger dicha dimensión.

Si lo analizamos bien nos damos cuenta la palabra “perdón” la usamos casi a diario. Cuando tropezamos con alguien, cuando nos adelantamos en nuestras conversaciones y quitamos la palabra a un amigo. Sin embargo, son muy pocos quienes tras equivocarse en un ámbito más delicado y profundo de sus vidas, son capaces de dar el paso y desnudar su corazón con un “lo siento, no lo he hecho bien. Te pido perdón”.

Reconocer nuestros errores, pedir perdón, dimitir de nuestra funciones. No nos hace ser un cobarde, al contrario, eso nos hace ser una persona digna de emular.