miércoles, 2 de marzo de 2016

NOTICIA LIBRE

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Miguel Vargas revela lo que acordó con Danilo Medina

miguel jcdlSanto Domingo
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) llevará 713 candidaturas a puestos electivos dentro de la alianza política con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en la confección de la boleta electoral que presentará el Bloque Progresista, una coalición heterogénea de 13 partidos políticos. Serán 59 candidaturas a diputados, 41 alcaldes (llevarán 3 más fuera de alianza), un candidato a Senador, 336 a regidores; 211 a vocales y 61 distritos municipales.
“El PRD en esta alianza no pierde su esencia. Esta era la salida más adecuada para la organización. Es una posición conforme a la realidad política del país”, dice Miguel Vargas Maldonado al participar en el Desayuno del LISTÍN, acompañado de Rafael Suberví Bonilla y Héctor Guzmán, dos de las principales figuras que han regresado a esa organización política en las últimas semanas.
Dentro de las candidaturas que le ha garantizado el PLD se encuentra una diputación nacional, cuatro al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y una diputación en cada circunscripción electoral del exterior del país.
La idea que maneja Miguel Vargas, y que recalca en varias ocasiones para que quede como esencia en su discurso, es que se trata de un acuerdo estratégico a respuesta de un momento determinado y, utiliza un concepto interesante, el de transitoria, para cuando se empiece a analizar el futuro de su agrupación política.
Antes de entrar en el detalle electoral de alianza, de las posiciones que podrían ocupar en un eventual gobierno de Danilo Medina, Vargas plantea que llegaron al acuerdo con tres aspectos fundamentales: una reforma electoral integral que apruebe los proyectos de leyes de partidos políticos y de régimen electoral; el segundo basado en la inclusión social con doce grandes puntos de políticos públicos, y ya el tercero, referente a la participación electoral.
El PRD fungiría, en voz de Miguel Vargas, como garante social para que esos 12 puntos que plasmaron en su acuerdo programático y de gobierno de unidad nacional sean cumplidos.
Esos acuerdos a los que arribaron en un primer momento el presidente del PRD y Danilo Medina, Presidente de la República, fueron luego sometidos a mesas de conversación y negociación de equipos multisectoriales que habrían definido líneas comunes de acción. “La mayoría de los puntos se tomaron por consenso”, señala Vargas.
La promesa que hace el presidente del PRD es que esos trabajos, esas conversaciones multisecotoriales, se expandirán y mantendrán una vez pasada las elecciones para garantizar su eficiencia en la aplicación de las políticas públicas.
Vargas piensa que su organización ha vivido momentos peores al que enfrentaron con la división que creó el Partido Revolucionario Moderno (PRM), ahora la principal fuerza de oposición política que tiene la sociedad dominicana. Cita las crisis políticas que vivieron en el año 1990 y el descalabro electoral que sufrieron en el 2004, cuando impulsaron un proyecto reeleccionista. “Y de todas esas situaciones nos recompusimos y salimos bien, tal y como va a suceder ahora”, asegura.
“El acuerdo era la salida y la posición más adecuada para el PRD. Es una posición conforme a la realidad política del momento”, piensa Miguel.
RETORNOS
Rafael Suberví Bonilla (Fello) volvió para encabezar el partido en el Distrito Nacional. Desde entonces se ha reunido “con importantes recaudadores del partido que se habían sentado por la crisis interna, y que están retornando al partido”.
Héctor Guzmán dice que el PRD es un fenómeno en crecimiento constante, al que no se le pueden hacer previsiones de votos porque cada día sube por la militancia que se acerca desde el PRM.
Víctor Gómez presentó unas declaraciones de Francisco Javier García, que ayer participó en el programa radial “El Sol de la mañana”. Allí el jefe de campaña del PLD valoró como asombroso el apoyo que les da el PRD en cada manifestación.
Eduardo Jorge Prats dice que el PRD se ha mantenido coherente con el modelo de no reelección presidencial. En el modelo del 2010 se permitía reelección permanente, con período de intervalo, “ahora hay límite con el nunca más”.