jueves, 14 de abril de 2022

Director Digesett pide disculpas públicas al Defensor del Pueblo

 

SANTO DOMINGO.- El director de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), general Ramón Antonio Guzmán Peralta, se disculpó ante el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, por la agresión de que fue objeto por parte de miembros de la primera institución en el Centro de Retención Vehicular (canódromo El Coco).

Durante una visita a Ulloa, Guzmán Peralta reconoció la inobservancia de miembros de la Digesett a las atribuciones del Defensor de Pueblo, a quien la ley faculta para realizar cualquier investigación que conduzca al esclarecimiento de actos u omisiones de las instituciones públicas, con o sin aviso previo.

“La Digesett reitera el rechazo a las obstrucciones de la inspección que fue objeto el Defensor del Pueblo como figura constitucional de la República Dominicana así como el maltrato recibido por el Defensor, el secretario general de la institución, Harold Modesto y a los miembros de la prensa presentes”, dijo, según un comunicado.

Extendió las disculpas a los medios afectados por el maltrato injustificado a los periodistas y reporteros gráficos durante el incidente, ocurrido el lunes, así como por los daños a los equipos de trabajo.

Instruyó el traslado de la dotación que opera en el canódromo y anunció que fue iniciada la investigación correspondiente por el Departamento de Asuntos Internos de la Policía Nacional.

Dijo que desautorizaba las opiniones que han dado a conocer a título personal algunos miembros de la institución sobre el tema.

Invitó al Defensor del Pueblo a realizar la inspección obstruida.

La Digesett aseguró que es respetuosa de la libertad de prensa y está comprometida con el fortalecimiento institucional de la República Dominicana.

Lamentan en NY deceso en Chile hijo del periodista Roberto Gerónimo

 

Por Ramón Mercedes

NUEVA YORK.- El fallecimiento de un hijo del comunicador Roberto Gerónimo en Chile por un infarto el pasado día 7 es lamentado en esta ciudad por periodistas, políticos, comunitarios, empresarios, comerciantes y ciudadanos comunes dominicanos.

Se trata del joven José Armando Gerónimo, de 39 años, quien residía en Santiago de Chile junto a su pareja Javiela desde hacía varios años, laborando para la empresa Coca Cola.

Murió en su casa y su cuerpo fue encontrado por compañeros de trabajo que al notar su ausencia durante varios días y llamarlo sin recibir respuesta, acudieron a su apartamento donde se encontraba solo, ya que su pareja pernota en RD de visita.

Al llegar y notar que su vehículo estaba en su lugar, procedieron a dar parte a la policía, cuyos agentes encontraron su cuerpo en estado de descomposición

Gerónimo padre parte este jueves hacia Chile para hacerse cargo de los trámites del cadáver, ya que piensa trasladarlo hacia su natal RD. Se desconoce si las autoridades autorizarían su trasladado en esas condiciones o habrá que cremarlo.

La UASD que le han querido vender al Presidente Luis Abinader no existe

 


La única UASD que existe es la Universidad Autónoma de Santo Domingo: abierta, plural, democrática, institucional, participativa, crítica y autónoma; albergue de todas las corrientes del pensamiento.

La única UASD que existe es la que no discrimina por ninguna razón, raza, credo, religión o ideología política; donde todos y todas tenemos las mismas oportunidades para prepararnos profesional e intelectualmente y aportar al desarrollo de la patria.

La única UASD que existe es la que ha hecho los más grandes y mejores aportes al pueblo dominicano valiente y trabajador, que con sus sacrificios la sustenta.

La única UASD que existe es la que usted ha venido apoyando, fortaleciendo y modernizando para servir, tanto de referente a su Gobierno del Cambio, como para beneficio de todos los dominicanos y las dominicanas.

La única UASD que existe es la que usted debe seguir preservando para las presentes y futuras generaciones, como legado del Glorioso Movimiento Renovador del que su padre don José Rafael Abinader fue partícipe de primer orden. 

La única UASD que existe es la que jamás será servil ni defenderá otros que no sean los mejores intereses de la sociedad dominicana, de los cuales Usted, como presidente de la Nación, es el mejor y principal garante.

La que no existe ni existirá jamás es esa UASD en la que usted deba imponer un rector desde el gobierno, con los recursos del Estado; y que le han querido vender como una necesidad para una reelección que no solo le permite la Constitución de la República, sino que ya tiene usted ganada con su trabajo en favor del país, su institucionalidad, erradicando la corrupción administrativa, procurando la justicia independiente, garantizando el desarrollo, la seguridad social y, sobre todo, el necesario régimen de consecuencias para quienes abusen de la confianza de la ciudadanía.

La historia demuestra que uno de los peores errores que puede cometer un presidente es rodearse de asistentes y ministros que no sean sinceros y les mientan o tergiversen informaciones que lo hagan tomar decisiones equivocadas solo para satisfacer sus propios intereses, destruyendo así su imagen, tirando por el suelo su integridad, su palabra, su buen legado y futuro como líder. Al final, la historia juzga a los presidentes. Los ejemplos sobran.

Si este simple dominicano pudiera decirle algo, en este escrito que lo más seguro es que usted, tan ocupado con buscar soluciones a las problemáticas nacionales ni siquiera se entere de su existencia, sería que no preste atención a esos asistentes y ministros que le mienten.

Por último, Señor Presidente, la República lo necesita en este momento crucial de la historia democrática del país, con un liderazgo fuerte para su desarrollo institucional.

No permita que lo que hemos avanzado en justicia y otros importantes renglones de la vida nacional lo retrocedamos en la UASD, que nunca olvida a quienes se preocupan por ella y por el bienestar de la Familia Universitaria.

Al final, estamos seguros que la gente recordará al Presidente. Jamás a estos amanuenses consejeros y secretarios que intentan llevarlo por el atolladero.