EDITORIAL
La vicepresidente de la república, Dra. Margarita Cedeño de Fernández, en su discurso que dirigió al país para definir su posición frente a su situación política dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del gobierno mismo, puso de manifiesto que los valores sentimentales familiares están por encima de las ambiciones personales.
De una esposa se ha de esperar fidelidad a su pareja, y eso fue lo que expresó la Dra. Cedeño de Fernández, quien puso de manifiesto los valores y la lealtad que cada hombre espera de su compañera.
Fueron muchos sus compañeros de partido que trataron de sacar ventaja a su condición de mujer o como funcionaria gubernamental, quienes creyeron que la Dra. Margarita Cedeño, era una simple ambiciosa, plagada y hambrienta de poder.
Pero no, no valió que muchos quisieran contraponerla ante su esposo, cuando en el pasado reciente al referirse de que en su persona se encontraba la tercera opción política del PLD, en un posible fracaso de las dos figuras principales que en aquel momento se disputaban la posibilidad de ser los candidatos presidenciales entre Leonel Fernández, y Danilo Medina.
Es decir: ella era quien fungiría como el chapulín salvador, sacando provecho a cada situación política cuando se hablaba de una posible Reforma Constitucional para rehabilitar al presidente Medina en busca de un tercer mandato presidencial.
Con su postura de ayer, Margarita Cedeño demostró que ella solo buscaba la unidad del PLD como una tercera opción, con temor a una posible división que solo llevaría a su partido a una derrota segura.
Los valores fundamentales se impusieron por encima de todas apetencias políticas, cuando ésta en vez mantener su condición de la segunda posición dentro del gobierno mismo si en la convención triunfara el ex Ministros de Obras Públicas Gonzalo Castillo, pero ella optó por la lealtad a su esposo, haciendo uso del juramento hipocrático matrimonial, unidos para siempre en las buenas y en las malas, aún por encima de sus deseos, de que en un gobierno del PLD sería un retroceso para ella tener que volver a ser una simple primera dama, en caso de que Leonel Fernández gane la convención de su partido y luego se convierta por 4ta vez en presidente de la república.
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