La erupción de un volcán en la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia, por segunda vez en menos de un mes provocó el deslizamiento de lava hacia un núcleo residencial cercano. Las autoridades han elevado el nivel de alerta hasta el de «emergencia«.
La erupción se produjo poco antes de las 8:00 de esta mañana después de una serie de terremotos cerca de la localidad de Grindavík, según la Oficina Meteorológica de Islandia. Los habitantes fueron evacuados durante la noche.
La lava avanza hacia Grindavik tras sobrepasar las barreras construidas
Los 3800 residentes de Grindavík ya habían tenido que abandonar sus hogares en noviembre tras una serie de terremotos que provocaron grietas en la tierra entre esa localidad y Sýlingarfell, una pequeña montaña al norte. El cercano spa geotérmico ‘Blue Lagoon’, una de las mayores atracciones turísticas de Islandia, también cerró temporalmente.
El volcán finalmente entró en erupción el 18 de diciembre, pero los residentes pudieron regresar a sus casas el 22 de diciembre.
En las semanas siguientes, las autoridades colocaron muros defensivos alrededor del volcán con la esperanza de desviar el magma lejos de las zonas residenciales. Pero esas barreras construidas al norte de Grindavík se han visto sobrepasadas y la lava está avanzando hacia la localidad, según la Oficina Meteorológica islandesa.
La ministra de Justicia espera que la ciudad vuelva a ser segura y habitable este verano u otoño
Guðrún Hafsteinsdóttir expresó su esperanza de que Grindavík vuelva a ser segura y habitable en unos meses.
El miércoles pasado, un obrero que estaba tapando una de las grietas profundas en los edificios afectados por los primeros terremotos, cayó en ella y los equipos de rescate no consiguieron localizarle. El viernes, las autoridades tuvieron que suspender la operación de búsqueda al considerar que el acceso a las grietas era demasiado peligroso.
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