«Contribuiremos a configurar el cambio en el mundo»
El bloque conservador encabezado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) han cerrado este miércoles el acuerdo para poder gobernar juntos la próxima legislatura, un pacto que levan varias semanas negociando y que convertirá al democristiano Friedrich Merz en el nuevo canciller de Alemania. «Queremos y contribuiremos a configurar el cambio en el mundo», ha manifestado Merz, que ha comparecido junto a su socio y líder de Unión Socialcristiana bávara (CSU), Markus Soeder, y uno de los principales líderes socialdemócratas, Lars Klingbeil, para detallar esta nueva alianza.
Merz ha reivindicado que envía una señal «fuerte y clara» tanto a la ciudadanía alemana como al resto de países de la Unión Europea. «Tenemos ante nosotros un plan sólido con el que podemos hacer avanzar de nuevo juntos a nuestro país», ha destacado futuro canciller, que durante la comparecencia ha apelado al «centro político» como la única vía para «resolver los problemas» pendientes y abordar retos como el estancamiento económico o el refuerzo de la seguridad.
Las tres patas de la coaliciónaún tienen que refrendar el acuerdo conocido este miércoles y el proceso más complejo lo tiene el SPD, que debe abrir una votación a los afiliados durante al menos diez días. Con todo, Merz confía en poder empezar a trabajar «a principios de mayo». «Nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro de nuestro país, nos jugamos el futuro de la gente de nuestro país y nos jugamos el futuro de Europa», ha recalcado.

El líder de la CDU ha insistido en que el acuerdo de coalición es «bueno» y «sostenible», algo que era importante sobre todo para las jóvenes generaciones, «que se preguntan con razón qué futuro tienen, qué oportunidades tienen y qué estamos haciendo por ellas». «Hemos llevado a cabo las negociaciones de la coalición en una situación de crecientes tensiones políticas globales, en una situación en la que tanto desde dentro como fuera muchas fuerzas no trabajan con nosotros, sino contra nosotros», ha añadido.
«De momento no sabemos en qué dirección evolucionará la situación internacional, pero por eso nuestro mensaje de hoy es aún más claro: queremos y contribuiremos a configurar el cambio en el mundo para Alemania. El acuerdo de coalición es una señal de nuevos comienzos y una poderosa señal para nuestro país», ha manifestado.
Reformas migratorias y económicas
La hoja de ruta de la coalición, que viene ya precedida de una histórica reforma para eliminar el freno constitucional a la deuda y aumentar las inversiones en infraestructuras y defensa, incluye un endurecimiento de la normativa para obtener la nacionalidad. De tal manera, que se elimine la posibilidad de convertirse en ciudadano alemán con sólo tres años de residencia en determinados casos.
La política migratoria ya fue uno de los grandes debates de la campaña electoral, con todos los grandes partidos abogando por restringir la llegada de extranjeros, mientras que en el ámbito de defensa se plantea la renovación del servicio militar, que seguirá siendo voluntario.
Las medidas económicas incluyen una reducción de 1.000 millones de euros en programas de ayuda al desarrollo y donaciones a organizaciones internacionales, así como el compromiso de elevar a 15 euros la hora el salario mínimo -ahora está en 12,82 euros-. Las autoridades intentarán además fomentar la vuelta al mercado laboral de los desempleados, sometidos a nuevas reglas de vigilancia.
La única opción para garantizar un Gobierno
Alemania vuelve de esta manera a la gran coalición (‘Grosse Koalition’ en alemán), una fórmula que no es nueva pero que a priori tanto la CDU como los SPD buscaron descartar en campaña. La aritmética electoral, sin embargo, terminó demostrando que era la única opción para garantizar un Gobierno y al mismo tiempo mantener el cordón sanitario sobre la ultraderecha.
Durante su etapa como canciller, Angela Merkel se sirvió de esta ‘gran coalición’ en 12 de sus 16 años en el poder, en su etapa final con el actual jefe de Gobierno en funciones, Olaf Scholz, como número dos del gabinete. El acuerdo que ahora se ha suscrito teóricamente está llamado a durar toda la legislatura, es decir, otros cuatro años.
Scholz ya ha anunciado que no formará parte del nuevo Consejo de Ministros, aunque se mantendrá como diputado en el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento.
Fuente: 20 Minutos
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