viernes, 26 de marzo de 2021

 

Escasez de un genuino liderazgo políticos de los pueblo

Pensamiento Político 6

POR RAFAEL SANTOS
El escaso liderazgo que en términos políticos hay en los pueblos, es algo preocupante para que la verdadera POLITICA, aquella que se ejerce con responsabilidad y con el sentido que más se ajusta a lo que dicta la ciencia, es algo que preocupa de manera muy pronunciada a quienes a diario estudiamos o escribimos sobre el tema en cuestión.
La falta de verdaderos hombres y mujeres comprometidos con lo que son las reales necesidades de los pueblos, tomando como base primigenia la indiscutible esencia de lo que con exactitud es la política, y no aquella que muchos desde los diversos escenarios enarbolan para satisfacer necesidades propias o las del grupo que le rodea, es lo que no les permiten a la sociedad dar aquellos pasos de avances tan necesarios para el fortalecimiento de nuestras instituciones que como los diversos partidos políticos del sistema, buscan el verdadero poder para cumplir las más sanas aspiraciones de los pueblos.
Ser líder no es coger un micrófono y provocar adeptos, muchas veces en base a emociones y buenos discursos; tampoco repartir dinero (clientelismo) para que con lánguidos rostros llevar “las masas” a esos multitudinarios actos, los cuales matizados por una falsa presencia y aplausos antes “suculentas” palabrerías y que a su vez surgen como producto de una muy buena elaboración mercadológica.
Estos, muchas veces hacen sus papeles en base a un muy bien elaborado guion diseñado por expertos en la materia, para con esto alcanzar la meta del real poder, para desde ahí, continuar con el engaño a los pueblos y de paso lacerar las reales aspiraciones de los mismos.
Ser LIDER POLITICO es algo más que eso, es servir con elegancia para el pueblo y con el pueblo; es sencillamente saber dar pasos hacia la consecución de metas tangibles que sean canales de bendiciones y prosperidad a los sectores que desde nuestras trincheras diversas luchan por desarrollar esas comunidades y países, pero en base a lo que es la educación, el trabajo, las buenas practicas éticas y morales, pero sobre todo, tener sobrada inteligencia político – emocional para lidiar con conflictos y buscarle solución sin dañar a terceros.
Cuando en los pueblos hay carencias de líderes en materia política, el desarrollo integral de los mismos suele verse truncado, y a sus diversas cúpulas políticos -electorales o no, llegan ese tipo de personas que más que todo son trepadores y oportunistas, los cuales y sin un milímetro de inteligencia política-emocional en su cerebro, buscan escalar posiciones solo para satisfacer su ego y el de su séquito.
Estos últimos (es decir los politiqueros) los vemos en todos los partidos y de todos los colores, y los cuales en cada proceso eleccionario, llegan a los pueblos con un cerón de papeletas, y en base al dinero, comprar voluntades de manera ruin, lo que al final se traduce en un terrible malestar social que termina lacerando las reales voluntades de nuestra comunidades.
En nuestras sociedades hacen faltas reales líderes que motoricen aquella real y efectiva transformación, para a través de la misma sembrar los cimientos y así en un futuro tal vez no muy lejano, tener el tipo de sociedad que un día y en el barco que lo llevaba al extranjero a cursar sus estudios junto a su hermana Rosa, pensó nuestro patricio Juan Pablo Duarte

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