Los ataques se extienden por todo Oriente Próximo. Israel ha seguido bombardeando la Franja de Gaza de norte a sur, igual que el Líbano, con especial violencia sobre la zona de Baalbek. En ambos territorios, se han registrado docenas de víctimas mortales.
Por su parte, el pueblo israelí también ha recibido el azote de la violencia con un tiroteo en el sur de Israel que ha matado a un policía y herido a cuatro personas. A su vez, el primer ministro, Binyamín Netanyahu, ha comunicado a Washington que su respuesta a Irán no supondrá ningún ataque a infraestructura nuclear ni petrolífera, sino exclusivamente militar.
Al menos 45 palestinos han muerto en la última ola de ataques israelíes en Gaza mientras continúa el asedio de Israel al norte del enclave. En el undécimo día de su invasión terrestre en esta zona del enclave palestino, el Ejército ha colocado barriles llenos de explosivos para hacer estallar casas y ha lanzado un gran ataque contra el barrio de al Faluja en el asediado campo de refugiados de Jabalia.
El día anterior un ataque aéreo israelí contra un grupo de palestinos que hacían cola en un punto de distribución de alimentos arrasó con la vida de 10 de ellos. Más de 400.000 personas siguen atrapadas en la zona, que no han podido desplazarse hacia el sur después de que las tropas israelíes ordenaran evacuaciones forzadas por motivos de seguridad. Muchos de ellos no quieren abandonar sus casas por miedo a no poder regresar.
Compromiso con Washington
También en el sur de Gaza, en la localidad de Jan Yunis, los ataques israelíes han matado a 10 miembros de una misma familia cuando los misiles han impactado contra un edificio residencial. El número de muertos por la ofensiva israelí en la Franja durante el último año asciende ahora a 42.344, con 99.013 palestinos heridos, según el Ministerio de Salud gazatí.
A su vez, a lo largo de la noche, no se han detenido los bombardeos sobre territorio libanés. La agencia nacional de noticias denuncia que el mismo ataque que ha destruido un edificio en Baalbek, al este del país, ha dañado el hospital Al Murtada, dejándolo fuera de servicio. Además, la cifra de muertos por el ataque contra la localidad de Aitou, en el norte del Líbano y de mayoría cristiana, ha dejado 22 muertos, 12 de los cuales eran mujeres y dos niños.
Fuente EL PERIÓDICO
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