Usted debe saber que en una conferencia de prensa en Albany el Lunes 13 de abril de 2020, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se jactó de la reducción de los casos de coronavirus en Nueva York al afirmar:
“El número ha bajado porque nosotros los bajamos. Dios no fue quien lo hizo. La fe no fue quien lo hizo. El destino no fue quien lo hizo. El dolor y sufrimiento fueron lo que lo hicieron". Vea el video del Gobernador Cuomo en el siguiente link:
Mi querido lector, a pesar del hecho de que las Iglesias están cerradas debido al Coronavirus, no obstante los líderes religiosos y las personas de todas las religiones en todo el mundo han estado y están levantando sus voces en oración suplicando por el fin del sufrimiento de esta pandemia.
También usted debe saber que durante la pasada Semana Santa, la Pascua y el día de resurrección cristianos, judíos, musulmanes, hindúes y personas de todas las religiones, se unieron en clamor a Dios por el pandemia, incluso el Papa Francisco fue visto postrado en el piso del Vaticano, inmerso en una ferviente oración a Dios.
Es importante que sepa que en la Santa Biblia, Isaías 48:11 Dios dijo:
"Por mi, por amor de mi mismo lo hare. Para que no sea profanado mi nombre, y mi honra no la dare a otro.".
Damas y caballeros, no debemos tolerar la blasfema del gobernador Cuomo. Debemos agradecer a nuestro Dios por el alivio de cualquier sufrimiento. No debemos profanar el nombre de Dios. No debemos negar la verdad de la misericordia de Dios y debemos vivir en agradecimiento al Señor por todas las cosas buenas. El tomar la gloria para nosotros mismos sería una blasfema contra Dios.
Debemos continuar orando por el fin de este sufrimiento, y por fortaleza y paz para aquellos que han perdido a sus seres queridos. A pesar del hecho de que las palabras del gobernador Andrew Cuomo hacen evidente que él no cree en el poder de la oración, nosotros continuaremos orando por la tierna misericordia de Dios.
Yo Soy el concejal reverendo Rubén Díaz, y esto es lo que usted debe saber.
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