Israel se detuvo anoche, como cada año, para celebrar Yom Kipur, la fiesta más sagrada del judaísmo, y fue con la decisión tomada de atacar Irán. Los preparativos se ultimaron el jueves en una reunión del gabinete de seguridad y solo falta que el primer ministro, Beniamin Netanyahu, decida el día y la hora.
Estados Unidos intenta, de nuevo, que la ofensiva sea limitada para evitar que el conflicto sigan ganando escala. El presidente Biden ha advertido a Netanyahu que no contará con el apoyo del ejército estadounidense si decide atacar las instalaciones nucleares y petrolíferas de Irán.
Agencias
Estos ataques llevarían a Irán a responder aún con más fuerza, y, como ha dicho el secretario de Estado, Antony Blinken, “se elevaría el riesgo de que pase algo que nadie haya previsto y que nadie pueda controlar”.
Netanyahu, sin embargo, ha cruzado las líneas rojas que le ha ido poniendo la Administración Biden. La última fue el 17 de septiembre, cuando hizo explotar los buscas de miles de miembros de Hizbulah, un ataque preventivo que la Casa Blanca posiblemente no hubiera aceptado de haberlo sabido.
Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos ha intentado limitar el conflicto a la franja de Gaza. El 11 de octubre del 2023, apenas cuatro días después de la masacre de Hamas, Israel estuvo a punto de lanzar un ataque preventivo contra Hizbulah, que EE.UU. logró evitar en el último momento.
Fuente LA VANGUARDIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario