Los israelíes protestaron por la noche y pidieron un alto el fuego y la renuncia del primer ministro, de línea dura, Benjamin Netanyahu.
Decenas de miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv para exigir que el gobierno llegue a un acuerdo con Hamás para garantizar la liberación de los rehenes israelíes en Gaza.
También pidieron nuevas elecciones, acusando a Netanyahu de prolongar el conflicto para mantenerse en el poder.
El gobierno de Netanyahu, considerado el más derechista de la historia de Israel, insiste en que no detendrá la guerra hasta que el grupo militante palestino haya sido «aniquilado».
«Esperamos que el mundo nos escuche y sepa que el pueblo de Israel no es el gobierno de Israel», dijo Shulamit Ron, un manifestante. «No estamos de acuerdo con la política, no estamos de acuerdo con la forma en que se comportan y queremos tener un futuro diferente«.
Las negociaciones de alto el fuego progresan adecuadamente
La protesta se produce cuando una delegación de Hamás se reunió con mediadores en Egipto.
Los medios estatales egipcios informaron de un progreso notable en las conversaciones, aunque un funcionario israelí restó importancia a las perspectivas de un fin total de la guerra en Gaza.
La principal fuente de controversia parece ser si el alto el fuego sería permanente o temporal.
Hamás ha insistido repetidamente en que cualquier acuerdo para liberar a los rehenes debe incluir la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y el fin de los combates.
Ha aumentado la presión sobre el gabinete de guerra de Netanyahu para que llegue a un acuerdo que detenga la guerra de casi siete meses.
«Lo más importante es traer de vuelta a los rehenes y llevar la ayuda humanitaria a Gaza«, dijo Roi Tzohar durante una manifestación en Tel Aviv.
En los últimos días, los mediadores egipcios y estadounidenses han dado señales de compromiso.
Sin embargo, las posibilidades de alcanzar un acuerdo de alto el fuego siguen siendo escasas y la cuestión clave de si Israel aceptará el fin de la guerra sin alcanzar su objetivo declarado de destruir a Hamás.
Algunos observadores se han preguntado si el gobierno de Israel puede lograr este objetivo en primer lugar.
Un alto funcionario israelí, que habló bajo condición de anonimato, restó importancia a las perspectivas de un alto el fuego.
«Bajo ninguna circunstancia aceptemos poner fin a la guerra como parte de un acuerdo para liberar a nuestros secuestrados», dijeron a los medios locales.
Israel podría invadir completamente Rafah
El funcionario dijo que Israel estaba comprometido con la invasión de Rafah, donde se estima que 1.4 millones de personas han huido de los combates en el centro y el norte de Gaza.
Se ha expresado el temor de que Israel intente empujar a la población palestina de Rafah a cruzar la frontera con Egipto, algo que las autoridades israelíes niegan.
La guerra ha matado a más de 34 000 palestinos, según los funcionarios de salud (HAMAS) locales de Gaza.
La destrucción generalizada ha sumido al territorio en una crisis humanitaria sin precedentes. El conflicto estalló hace casi 7 meses, el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás atacó el sur de Israel, secuestrando a unas 250 personas y matando a unas 1200, en su mayoría civiles.
Israel afirma que los militantes palestinos siguen reteniendo a unos 100 rehenes y los restos de más de 30 más.
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