Ya estudia usar los activos rusos para reconstruir Ucrania
La Unión Europea trabaja en diferentes formatos para ayudar a Ucrania en un momento clave y este lunes en Madrid se han reunido los ministros de Exteriores del G5 (España, Alemania, Francia, Italia y Polonia) para analizar la situación de la guerra y los posibles apoyos a Kiev. En el encuentro han asistido también los titulares del Reino Unido y de Ucrania, así como la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, y el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius. En su breve rueda de prensa antes de la reunión, José Manuel Albares abogó por usar los activos rusos congelados para ayudar a Kiev -ya se están usando los intereses de los mismos-, y a la vez recordó que la seguridad europea «también existe» en la vecindad sur de la Unión. Además, todos coinciden en que Putin «no quiere parar» la guerra y creen que Estados Unidos tiene que presionarle.
«Tenemos que tomar decisiones todos los europeos para garantizar que la protección de los proyectos de vida de los españoles y de los europeos están cada vez más en nuestras manos y en torno a los valores democráticos de pluralismo, de tolerancia, de igualdad que son la base de las mayores décadas de paz y de prosperidad que nos ha garantizado el proyecto europeo», resumió el ministro, al mismo tiempo, pidió acciones. «Tenemos que tomar decisiones para que la voz de Europa, que es una voz que busca paz y seguridad para los europeos y para el mundo, pueda unirse a aquellos como el presidente Zelenski, que la quieren también».
Además, Albares dejó claro que Rusia está buscando tácticas para posponer un alto el fuego, así que «no quiere» la paz. Por eso, sostuvo, «es legítimo plantearse la situación de los activos rusos congelados cuyos intereses ya están siendo utilizados para poder ayudar a Ucrania a llegar a esa paz y garantizar esa paz».
Durante sus explicaciones, Albares hizo hincapié en las tesis del Gobierno, que viene defendiendo Pedro Sánchez en las últimas semanas. «Las amenazas, los retos, los desafíos de la vecindad sur no tienen parangón con lo que en estos momentos estamos viendo en la vecindad este, pero también existe y la seguridad europea es también la seguridad de la vecindad sur y de nuestra frontera sur», quiso aclarar, aunque la reunión se centra en Ucrania y en su situación.
«Los europeos llevamos desde el inicio de esta guerra de agresión ayudando a Ucrania de todas las formas posibles con nuestra solidaridad hacia los refugiados, con ayuda económica, con equipamiento militar y también con sanciones», expuso, como motivos suficientes para que la UE se siente en la mesa de negociaciones. «La voz de Europa se hace presente porque esta es una guerra en suelo europeo que impacta en el mundo entero, porque es una guerra de agresión en violación de la carta de las Naciones Unidas», sentenció.
«Rusia está jugando y no quiere realmente la paz», ha denunciado por su parte la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. «Lo que necesitamos es que Rusia acepte este alto el fuego, avanzar, mostrar buena voluntad devolviendo a los niños ucranianos deportados a Rusia o liberando a prisioneros de guerra», añadió, y pidió poner «más presión» sobre Moscú para que acepte una tregua más larga. En la misma línea habló el titular francés de Exteriores, Jean Noel Barrot, para quien la clave está en que Putin tenga «una respuesta clara sobre si quiere paz o no». Y fue rotundo: «Es un sí o un no», sentenció.
En ese contexto, los ministros han amenazado a Moscú con más sanciones si no hay cambios. «Ucrania ha demostrado su firme compromiso con la paz, aceptando también un alto el fuego total sin condiciones previas», explicaron en la declaración conjunta. «Exhortamos a Rusia a que ponga fin a sus tácticas dilatorias y acuerde sin demora, como ha hecho Ucrania, un alto el fuego inmediato e incondicional en igualdad de condiciones y aplicándolo plenamente», recogieron, y piden «avances en un marco temporal claro». Es decir, empiezan a poner límites.
España sigue sin detallar cuándo alcanzará el 2%
El G5, por otro lado, se ha mostrado comprometidos con el aumento del gasto en defensa, pero Albares no ha puesto fecha a cuándo alcanzará el 2% de inversión del PIB, más allá de que lo hará antes de 2029. Radoslaw Sikorski, el jefe de la diplomacia polaca —uno de los socios que más gasta en defensa—, preguntado al respecto, se ha limitado a decir que la cifra del 2% fue una recomendación de hace mucho tiempo, de 2014, aunque es consciente de que cuanto un país está más cerca de Rusia más necesidad tiene de inversión militar.
El titular francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha sido contundente al subrayar que si Europa quiere paz y seguridad debe «disuadir la amenaza con la fuerza, con la fuerza militar». Y ha insistido en que la UE cuenta con «los medios para lograrlo, ahorros abundantes», un endeudamiento más limitado que otras regiones del mundo, un mercado único potente y una capacidad de innovación innegable. «Solo nos falta voluntad», ha repetido.
Mientras, las Fuerzas Armadas de Ucrania han denunciado este lunes el lanzamiento de más de un centenar de drones y dos misiles balísticos por parte del Ejército de Rusia contra varios puntos del país, mientras que Moscú ha acusado al lado de Kiev de provocar cortes de energía en Briansk, diciendo asimismo que Ucrania está vulnerando el alto el fuego de un mes contra infraestructuras energéticas. Rusia, de hecho, asegura haber derribado más de 65 drones disparados por las tropas ucranianas contra su territorio
Trump carga contra Zelenski
Esta reunión, al mismo tiempo, se ha dado en un contexto en el que Donald Trump vuelve a dudar de Zelenski por sus recelos, dijo, sobre el acuerdo de tierras raras firmado hace algunas semanas. «Veo que está intentando retirarse del acuerdo sobre tierras raras, y si lo hace tendrá problemas. Serios problemas. Hicimos un acuerdo sobre tierras raras y ahora dice: ‘Quiero renegociarlo’. Quiere ser miembro de la OTAN. Pues bien, nunca iba a serlo. Lo entiende, así que ahora busca renegociar el acuerdo, tendrá serios problemas«, explicó el presidente de Estados Unidos.
Y es que en Kiev se ve el riesgo de que EEUU y Rusia compartan la explotación de esos terrenos, algo que han reconocido ya desde Moscú. «Las tierras raras son un área importante de cooperación y, por supuesto, hemos iniciado conversaciones sobre diversos metales de tierras raras y proyectos en Rusia», comentaron desde el Kremlin. La tensión, por lo pronto, vuelve a ir en aumento.