domingo, 29 de marzo de 2020

PASTORES, OBISPOS, LIDERES CONCILIARES Y MINISTROS

 

Usted debe saber que la Pandemia del Coronavirus ha causado que el Gobernador Andrew Cuomo y el Alcalde Bill de Blasio, ordenaran el cierre de todas las instituciones.
 

Restaurantes, teatros, hoteles, gimnasios, líneas aéreas, transportación, comercios, bodegas, supermercados y hasta las Iglesias han tenido que cerrar sus puertas o disminuir sus actividades.
 

Hoy el Alcalde Bill de Blasio ordeno cierre de Iglesias con penalidades de $500.00 hasta la amenaza de clausura permanente.
 

Mientras la Nación, el Estado y la Ciudad atraviesan por esta pandemia nos hemos visto forzados a posponer todas las actividades de La Organización de Ministros Hispanos de New York.
 

Esto incluye la posposición de nuestro Banquete Anual que estaba pautado a celebrarse el Sábado 11 del mes de Abril en el Restaurant Maestros en el Condado del Bronx.
 

Hace dos (2) semanas el Restaurant Maestros fue ordenado cerrar sus puertas, cancelando todas las actividades de bodas, banquetes, cumpleaños y actos sociales.
 

Por otro lado nuestras reuniones semanales de todos los jueves serán suspendidas hasta nuevo aviso.
 

Mientras tanto, continuemos orando los unos por los otros pidiendo a nuestro Señor por la salud de la Nación, Estado, Ciudad y por todas las naciones del mundo que están pasando por esta pandemia.
 

Esperando usted y los suyos se mantenga bajo la protección del Señor.
 

Su hermano

Rev. Ruben Diaz
Presidente

Preso del miedo


EDITORIAL

El coronavirus o Covid-19 tiene a toda la población sumida en el miedo, o aún peor en un ataque de histeria, y no es para menos, pues el sobre salto de no saber el radio de alcance del virus, la falta de información y el estado de precariedad que viven los dominicanos hacen de cada ciudadano un posible portador silencioso del mismo.
Ahora que toda la nación dominicana, al igual que más de cien países del mundo están siendo afectados por el mal del coronavirus, un mal que no tiene preferencia, es decir que a cualquiera puede tocar, y que entra a los hogares sin tocar las puertas, y al que le toca, le tocó.
Esto no es un asunto de percepción, sino una realidad la que viven estos países actualmente, donde el que no se preparó a tiempo ha sido sorprendió sin el debido equipamiento como en el caso de España que dejó hasta el último momento hasta que se desarrolló el coronavirus y se expandió por todo el país, siendo este el motivo por el cual hasta este día en España lleva uno 56,188 casos de contagios y 4,089 fallecidos, sin que se vislumbre la detención del mal, y quien sabe a partir de mañana cuantos serán.
Pero no solo sucedió en España é Italia, sino visiblemente en la República Dominicana, que aferrada al flujo turístico se negó hasta a última hora cerrar fronteras, hasta que llegaron los italianos y trajeron el Covid-19 al país, y ya van con cifras oficiales más de 300 personas las afectadas por el mal y 10 muertas, cosas estas que pudieron ser evitadas si se hubiesen tomado las medidas pertinentes, pero no fue así.
Los países que no se prepararon debidamente han sido los mayormente afectados por el Covid-19, razón por las cuales el número de víctimas mortales se elevan al más alto nivel, porque la población dominicana, así como a nivel mundial se encuentra presa del miedo.
Ahora salen los salvadores de manera silenciosa y nos aplican un sistema de campaña electoral, destacando virtudes y bondades de determinados personajes, pero los dominicanos lo que necesitan es mayor estabilidad, atenciones médicas y solidaridad para poder palear la situación que viven actualmente.
Un pueblo que en su mayoría vive del trabajo ocasional debe ser atendido con mayor reconocimiento de sus labores y flexibilidad de las autoridades, porque un pueblo con hambre y al borde de una catástrofe sanitaria, podría convertirse en una bomba de tiempo, lo que podría ser un mayor problema para las autoridades y la sociedad misma.
Señor presidente el pueblo dominicano clama por mayores atenciones y usted que es un hombre sensible, conocedor de la situación del país debe proporcionar mayores ayudas, entre ellas: pruebas del Covid-19 gratis sin distinción de estatus social para todos, ayudas económicas generalizadas a los más necesitados sin miramiento a sus preferencias políticas, sin injusticia ni privilegios, porque el coronavirus entra sin tocar puerta alguna, y a la hora de elegir no tiene preferencia y se llevará al que considera que se tiene que llevar.

Farándula nacional dominicana; Muere leyenda del folklor musical dominicano en Nueva York *El Cieguito de Nagua*



Adios a una estrella brillante de la musica vernacula nacional dominicana Gonzalez Alvarado Pereira
Por Polón Vásquez
Pvasquez3570@yahoo.com
Paz a los restos mortales del *Cieguito de Nagua*, el gran merenguero típico dominicano, Bartolo Alvarado una, leyenda de la música vernácula nacional quien, durante décadas mantuvo en alto a, nivel nacional e internacional, el merengue típico quisqueyano.
El Cieguito de Nagua, anduvo el mundo entero llevando alegría y diversión a través de su acordeón, güira, tambora, bellas canciones típicas y su melodiosa voz que exhibía estridentemente al cantar.
Este viernes 27 de marzo del 2020, se ha apagado en el firmamento musical, una estrella artística nacional e internacional ha, desaparecido físicamente el músico y cantante merenguero dominicano, González Alvarado Pereira una leyenda consagrada de la música vernácula nacional.
El acordeonista González Alvarado Pereira nacido el 10 de enero de 1947 era, un verdadero prodigio del merengue típico, y dotado de unas de las manos más ágiles de todos los tiempos, oriundo del paraje La Jaguita, del municipio de Cabrera, Provincia María Trinidad Sánchez.
Es uno de los diez hijos procreados por el agricultor Ramón Alvarado y la modista Juana Pereira. Desde pequeño le llamaron Bartolo.
Ramón le apodaban Mon y al padre de Mon, que se llamaba Demetrio, le decían Quero. Y como "hay nombres que son fáciles de combinar el uno con el otro o con el apodo", dice Bartolo, a Ramón Alvarado se le conoce desde siempre por Mon Quero.
Bartolo Alvarado nació sin vista, según cuenta, y no recuerda algún momento de su vida en que sus ojos hayan visto la luz.
Pero, desde que empezó a gatear y tuvo un objeto en sus manos comenzó a sacarle ritmo.
Su abuelo Quero le compró una tamborita y cuando Bartolo era apenas un infante, con ella como tamborero, se ganó los primeros cinco pesos, actuando en una función que presentaba un mago que andaba en recorrido por los campos de Cabrera.
Tendría el niño algunos tres años cuando le compraron un acordeón de boca, como se le dice popularmente a la armónica de boca. Con ella empezó a tocar merengues; y a los siete años, el abuelo Quero le compró un acordeón "de esos que tenían una sola carrera de notas y que les decían Concho Primo".
Bartolo aprendió con sorprendente rapidez y en 1956, cuando tenía tan sólo nueve años, lo trajeron a tocar a La Voz Dominicana, al programa *Buscando Estrellas*.
Volvió a su campo y con su papá Mon Quero como güirero, y un tamborero buscado en el lugar, ya Bartolo Alvarado andaba tocando fiestas en cumpleaños, bodas, bautizos, celebraciones escolares y fechas religiosas.
La fama del niño prodigio se extendió cuando de la mano de su papá se iba a Nagua a exhibir sus habilidades artísticas.
Tocaba con una gracia y un acierto propios de un músico de experiencia, cantaba con una voz clara y segura, y era difícil verlo tocar sin darse uno cuenta de que *El Cieguito de Nagua*, como se le decía entonces con afecto, tenía un brillante porvenir como cantante y excelente músico del folklor nacional.
Ya con dieciocho años, estaba en la ciudad capital. y al estallar la Revolución Constitucionalista del 24 de abril de 1965, se retiró prudentemente a La Jagüita.
En 1966 se instaló en la emisora Radio Nagua, y fue contratado por esa empresa para tocar los domingos por la tarde, en horario regular de tres a cinco de la tarde.
Un famoso empresario disquero de *Cotui, Provincia Sánchez Ramírez* llamado Fabio Inoa le oyó tocar, le propuso hacer dos grabaciones y así salieron al mercado los primeros discos de El Cieguito de Nagua.
"Yo seré tu Mayoral", era el título de uno de los dos merengues que se incluyeron en el disco sencillo, y "Mariita", era el título del otro. -Ese merengue es mío, letra y música-, aclara Bartolo Alvarado cuando se le pregunta por la paternidad de esa famosa pieza.
No se inspiró en ninguna María ni Mariíta de sus comarcas de origen, aunque por coincidencia, la mujer que terminó siendo su esposa se llama precisamente María.
 Pero todo ha sido pura casualidad. Una noche estaba acostado, me puse a pensar en letras y eso fue lo que me salió-, relata el maestro con franqueza.
Ya Bartolo Alvarado era un profesional de la música y en esa calidad hizo su primera salida a Estados Unidos en 1973.
A más de las presentaciones que tuvo en Nueva York, firmó un contrato para grabar con Dicco Mundo. Cuando retornó al país hizo su residencia definitiva en Santiago de los 30 caballeros.
Entonces lanzó al mercado su célebre "Fua o La Luz", el número que más popularidad le dio y que más caló en el gusto y la aceptación del público.
Esa composición no es suya, sino de un puertorriqueño; y Bartolo Alvarado tiene la delicadeza de aclararlo. Eso es de un jíbaro llamado Alfonso Vélez, dice, y lo trajo al país Bienvenido Rodríguez, de Karen Records... Yo ni quería grabárselo porque decía que eso era una porquería... y fíjense donde llegó, dice el popular artista.
La grabación se convirtió rápidamente en un sonoro éxito y eso tuvo sus causas sociales.
Se vivía ya la crisis del servicio de electricidad y ante la irritación colectiva provocada por el azote interminable de los apagones, las letras del disco sirvieron de canal por el cual se expresó ese estado de ánimo.
Y aunque no fuera concebido con esos fines, una vez más el merengue sirvió de instrumento a la protesta social: "Yo tenía una luz/ que a mí me alumbraba/ y venía la brisa, ¡fua!/ y me la apagaba".
Bartolo estaba ya afirmado como uno de los grandes merengueros dominicanos, y como uno de los pilares que junto a Tatico Henríquez, Paquito Bonilla y otros ejecutantes del merengue tradicional, hicieron posible que ese género del folclor dominicano se recuperara de la crisis en que cayó a comienzos de la década de los años sesenta, y ganara un prestigio mayor que nunca.
En manos de los músicos de esa generación, el merengue tradicional evolucionó, se adaptó a una nueva situación pero mantuvo su esencia y no perdió su ritmo original ni atrofió sus atributos fundamentales.
Al cabo de treinta y cinco años como profesional y con 54 años cumplidos, Bartolo Alvarado puede hablar con toda autoridad acerca del merengue típico.
 Por su calidad de sabio acordeonista, por su larga carrera en el arte. El sigue activo, tocando. Sus manos, pequeñas y con dedos que parecen de niño, sacan lo que su alma y su sentimiento le dictan, una música movida y alegre, con una digitación difícil de igualar, con registros y pasadas impecables, como sólo un verdadero virtuoso puede hacerlo sin desorientarse ni perder el ritmo.
Desde su posición prominente en el oficio, el maestro Alvarado accede a definir el tipo de música que realiza: "El mío es un merengue entre dos... un merengue que evolucionó, pero que no es ni como se toca ahora, muy rápido, ni es muy lento", asegura el maestro.
Aclara que nadie le dio lecciones en los tiempos de su aprendizaje, aunque confiesa que ya cuando tocaba, tomó prácticas de músicos como Niño Tillá y especialmente de Matoncito.
"Pero eso era ya cuando yo sabía y vivía en Nagua, que Matón siempre pasaba por mi casa, a llevarme merengues que él componía", indicó el prodigioso artista criollo.
De todos los músicos de esa época, es a Matón a quien Bartolo considera como el más brillante. La de Matón, dice, era una música dulce, con una digitación que sólo podía hacer un genio del merengue en un acordeón de una sola carrera de notas.
"Lo que nosotros hacemos ahora en dos carreras, lo hacía Matón en una", dice Alvarado.
El Ciego de Nagua también compone. Tiene como veinticinco composiciones suyas, pero confiesa que eso no le entusiasma mucho. "No me gusta componer porque nunca creo que lo que yo compongo le va a gustar a los otros".
La mayor parte de sus interpretaciones son de otros autores, pero del que más se ha nutrido ha sido de su antiguo güirero y productivo compositor Juan Balbuena.
Con la autoridad que le asiste, Bartolo Alvarado habla de la situación actual del merengue y las críticas suyas merecen atención. "El merengue no puede sacarse de su centro, reitera, porque si se saca de ahí pierde su esencia", asegura.
"El merengue no se puede hacer tan rápido, porque entonces no es bailable". Se queja de que el merengue ha sido deformado, no por la cantidad de instrumentos que se le ha incorporado, sino porque muchos grupos lo han sacado de ritmo. "El merengue es tan dulce que coge todo lo que le ponen..., pero no puede sacarse de ritmo porque entonces ya no es merengue", aclaró Alvarado.
¿Y cuál es el ritmo, maestro?, es la pregunta indispensable del entrevistador, cuando se está ante alguien de esa categoría.
"Con la tambora como debe dársele... Muchas orquestas ahora tocan el merengue y no suena la tambora, ya no hay ni que usarla porque lo que se toca es lo que algunos han inventado dizque *a lo maco*", sostiene Bartolo Alvarado.
En el curso de la entrevista, a Bartolo Alvarado se le plantea otro aspecto. El acordeón, según dicen algunos, se acompaña a sí mismo, ya que tiene las notas agudas a la derecha y los bajos a la izquierda; un buen acordeonista maneja armónicamente los dos campos, y la música suena mucho más llena y más completa. Pero ahora, son cada vez menos los músicos que utilizan los bajos y es importante que Bartolo Alvarado nos dé una explicación sobre este asunto musical.
Ahora, dice el maestro, como se incluye un contrabajo eléctrico y se toca con equipos de amplificación, el contrabajo también está amplificado, y si se tocan los bajos del acordeón, entonces hacen contraste con el contrabajo de cuerdas.
Aun así, un músico hábil siempre encuentra oportunidad de hacer sonar los bajos; pero la mayor parte de los acordeonistas de estos tiempos se ahorran el esfuerzo y lo dejan todo a lo que el bajo eléctrico haga.
En cuanto a la desaparición del paseo, reitera que hace tiempo dejó de tocarse.
"Como el paseo no se baila, se dice que se pierde tiempo", aclara. En cuanto al predominio del saxo sobre el acordeón, el maestro Alvarado se lo atribuye a la falta de capacidad de algunos acordeonistas, que buscan que el saxofón les tape las fallas y que el saxofonista le haga todo el trabajo.
En todo caso, Bartolo Alvarado les da el merecido crédito a los músicos de su generación. Ahora no es difícil progresar en la música: ...
"Ya la zapata está hecha, y fuimos nosotros los que hicimos eso, metiéndole el merengue a la gente por los ojos cuando no lo querían", precisó el afamado artista.
Bartolo Alvarado tampoco tiene críticas directas contra ninguno de sus colegas. El analiza las cosas con la inteligencia de que está dotado, y con la autoridad que le dan su elevada e indiscutible calidad artística y su permanencia por décadas enteras en el campo del merengue, con posibilidades de seguir presente por muchos años más.
Tiene voluntad de trabajo, amor al oficio y una sorprendente cultura musical. Él ha hecho un largo recorrido artístico, ha construido parte importante de la historia del merengue típico y está llamado a seguir por mucho tiempo en la senda en que empezó a andar desde su niñez, allá en la rocosa y empinada campiña cabrereña, cuando empezó a golpear con ritmo todo lo que fuera sonoro y le cayera en las manos, en aquellos días ya distantes en que el abuelo Quero le compró aquel acordeoncito Concho Primo.

Comentario noticioso regional; Dirigente política Ana Virginia de la Cruz está equivocada al llamar INDEX a asumir posición ante pandemia del Covid-19

Por Polón Vásquez
La connotada dirigente política y líder comunitaria dominicana Ana Virginia de la Cruz, está totalmente errada y equivocada en su planteamiento al, exigir a los simples directivos del Instituto del Dominicano en el Exterior (INDEX) a, que asuman su rol protagónico ante la pandemia del Covid-19 que, arropa al mundo y que tanto afecta a nuestra comunidad.
Ana Virginia esta, equivocada al no saber efectivamente que los miembros del (INDEX) en el exterior son, botellas políticas pagadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para cumplir algunas promesas políticas con militantes del (PRD) en esta parte del mundo.
Virginia de la Cruz desconoce, que ese grupo de militantes privilegiados del (PRD), fuera del país, solamente cobran sus cheques *Botellas económicamente buenísimas por el monto monetario*, están comiendo con apio, ahorrando sus pesos por si acaso, olvidándose de sus compromisos políticos y observando que perderán el, gobierno central en las elecciones generales fijadas a efectuarse el 17 de mayo del 2020.
Ella, debería preguntarse y contestarse al mismo tiempo; si el actual gobernante dominicano Danilo Medina no, ha podido hacer nada concreto para combatir la pandemia mortal, que podrán hacer en ese sentido, los cobra botellas del INDEX.
"Ahora mismo, los miembros del (INDEX), están políticamente casi huérfanos al no tener un mecanismo de orientación, dirección ejecutiva y presupuesto económico operativo que garantice su funcionalidad institucional".
"El Instituto del Dominicano en el Exterior (INDEX) es, un organismo oficial del gobierno dominicano, sin funciones específicas, sin un programa político y sin objetivos determinados".
Si el gobierno norteamericano ha perdido la batalla contra el brote epidémico del COVID-19, los dominicanos de antemano, estaríamos derrotados.......

Diáspora dominicana en el exterior pide su inclusión en programa de ayuda


Por la Redacción.-

MADRID, España.- El Colectivo Dominicano en el exterior pide al presidente de la república, Lic. Danilo Medina, ser incluido en el programa de emergencia de solidaridad puesto en ejecución mediante el discurso pronunciado este pasado 25 de Marzo para socorrer a las familias dominicanas carentes de recursos económicos.
Hablando a nombre del colectivo, el dirigente social Juan Emilio Pérez, pidió al presidente de la república también incluir a los dominicanos residentes en el exterior mediante el programa de ayuda de solidaridad tomando en cuenta que cada dominicano tiene parientes en el país que viven de las remesas que reciben y que dada la situación de calamidad que se vive actualmente dado el encierro en casa de cada ciudadano se imposibilita el envío de ayudas económicas porque además muchos de ellos viven el día a día y dependen del trabajo que realizan.
Significó Pérez que el toque de queda ha sido generalizado a nivel internacional para así evitar la propagación del coronavirus o Covid-19 a la población.
Entiende el dirigente social que la inclusión del dominicano en el exterior podría llevarse a cabo a través de tarjetas solidarias entregadas a parientes residentes en el país como ayudas a falta del envío de remesas desde el extranjero
De acuerdo a lo expuesto por Juan Emilio Pérez, desde el exterior entran al país la suma de 7,087 millones de dólares tomando como ejemplo el pasado año 2019 convirtiéndose este renglón en el tercer flujo de divisas al Producto Interno Bruto (PIB) y en el momento de calamidad internacional como en este caso el gobierno que percibe y que recibe cuantiosa suma a modo de impuestos pagados por el colectivo, debe compensar a la diáspora de su país.
Este mismo reclamo también ha sido hecho en reiteradas ocasiones por el dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en la ciudad de Valencia, Juan Carlos Mella López, quien entiende que el gobierno dominicano no ha tomado ninguna medida dirigida a la protección de aquellos que envían remesas por el valor ante citado.
En tan solo una semana se ha tenido informaciones del fallecimiento de más de 10 ciudadanos dominicanos en España y otros en Italia, pero la diáspora no ha sentido la presencia activa de los representantes del país para contribuir en algunas medidas de protección y ayuda ciudadana.

 

Se eleva la cifra de dominicanos fallecidos en España por el Covid-19


Por la Redacción.-

MADRID, España.- El coronavirus sigue golpeando fuertemente a la comunidad dominicana residente en España.
En el día de hoy nos llegó la noticia de la muerte de tres paisanos más, que fallecieron como consecuencia del Covid-19, lo que significa que la suma de fallecidos ciudadanos dominicanos en España sube, y sube cada día que pasan.
De acuerdo a información este miércoles se supo de la muerte de Manuel Ignacio Merán de 65 años de edad, residente en la ciudad de Madrid, y nativo de la ciudad de Azua.
Así mismo falleció también este miércoles el joven Luis González Pineda, residente en el barrio madrileño de Vallecas y oriundo del Municipio de Vicente Noble de la provincia de Barahona.
Por otro lado también se informó sobre la muerte de otro joven dominicano solo conocido con el nombre de Elvin residente en Zaragoza, y oriundo del municipio La Isabela, de la provincia de Puerto Plata.
Con la muerte de estos tres ciudadanos, la cifra de los fallecidos en España se eleva a las ocho personas procedentes de la República Dominicana que han perdido la batalla en España con motivo del coronavirus, además de varias personas que se encuentran ingresadas en diversos centros hospitalarios, mayormente en la ciudad de Madrid.