El oficial de máquinas y el marinero del puente también están siendo investigados por asesinato múltiple y hundimiento culpable del Bayesian junto con James Cutfield, el capitán, que está esperando su pasaporte para salir de Italia.
Tres personas pasaron a engrosar el registro de sospechosos en la investigación del naufragio del velero Bayesian, que se hundió el pasado lunes durante una tormenta frente a la costa de Porticello, en Palermo. Dos tripulantes más se unen al capitán del superyate, James Cutfield, que hasta ahora era el único investigado.
Se trata del oficial de máquinas Tim Parker Eaton, un ingeniero británico, y Matthew Griffith, un marinero francés de 22 años que estaba de guardia en el puente. Al igual que Cutfield, también están siendo investigados por asesinato múltiple y homicidio involuntario.
El oficial de máquinas fue acusado de no activar los sistemas de seguridad diseñados para cerrar las escotillas del buque. Este «olvido» supuestamente provocó la inundación de la sala de máquinas, lo que provocó un apagón y el hundimiento del barco. El marinero del puente, por su parte, supuestamente no avisó a tiempo de la tormenta que se avecinaba.
La inclusión en el registro de sospechosos es preparatoria para que la Fiscalía pueda adjudicar los encargos de realizar las autopsias a los cadáveres de las siete víctimas, lo que sigue retrasándose.
Lainvestigación sobre el naufragiofue abierta por la Fiscalía de Termini Imerese para esclarecer la dinámica y las responsabilidades que condujeron al trágico hundimiento de la embarcación, que causó la muerte de siete personas.
El fiscal jefe, Ambrogio Cartosio, que dirige la investigación, declaró que su equipo estudiará todos los posibles elementos de responsabilidad, incluidos los del capitán, la tripulación, las personas encargadas de la supervisión y el constructor del yate.
Por tanto, la lista de sospechosos podría ampliarse en las próximas horas. Empezando por el primer oficial del barco, Tijs Koopman, neerlandés de 33 años, que podría pasar de persona de interés a sospechoso.
El capitán Cutfield espera para salir de Italia
Hasta ahora, el único sospechoso era el capitán James Cutfield, que ayer se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de los fiscales. Sin embargo, no pudo resistir la emoción y rompió a llorar.
No obstante, como no está obligado a permanecer en Italia porque la Fiscalía no ha pedido medidas cautelares, está a la espera de que le entreguen una copia de su pasaporte para poder marcharse a Mallorca, donde vive con su mujer, Cristina.
El comandante ya había dado su versión de los hechos y el martes fue interrogado por tercera vez por los fiscales, pero «ejerció su derecho a guardar silencio», dijo su abogado Aldo Mordiglia. Junto a él, Giovanni Rizzuti también forma parte del equipo jurídico que trabaja en la estrategia de defensa que se adoptará.
Para el excapitán del velero, la causa del hundimiento está en la escora
El excapitán del superyate, Stephen Edwards, reconstruyó en un post la posible dinámica del hundimiento, afirmando que en esas condiciones meteorológicas «el barco fue más allá de sus límites operativos».
La hipótesis del hundimiento, según él, radica en la inclinación de 45 grados que habría asumido el barco y que podría haber provocado una inundación, negando la posibilidad de que hubiera una escotilla abierta.
También, para Cutfield, la culpa del naufragio es de la inesperada tormenta, que los expertos denominan «tromba de agua» o «vendaval». «No estaba previsto ningún temporal», afirma Cutfiled, y Raffaele Macauda, comandante de la Guardia Costera de Palermo, lo confirma. Sólo había una alerta amarilla de Protección Civil por posibles tormentas.
Quién es James Cutfield, el capitán bayesiano
Nacido en Auckland (Nueva Zelanda), James Cutfield, de 50 años, había elegido el Mediterráneo como su segundo hogar. Su experiencia en el mar comenzó con una etapa como patrón, pero el punto de inflexión en su carrera llegó en 2016, cuando se adentró en el mundo de los yates de lujo.
El último en contratarlo fue Mike Lynch, que le puso al mando del Bayesian: una auténtica joya de 56 metros de eslora y con un mástil de 75 metros, el segundo más alto del mundo.
Como patrón, ha navegado pormuchos mares, pero se ha aficionado especialmente al Mediterráneo. Y fue precisamente en ese mar, que conoce como la palma de su mano, donde se produjo la tragedia.
A su lado están ahora su esposa Cristina y su hermano, que dice: «Estamos incrédulos. James es un marinero muy experimentado, un marinero de élite». Cutfield, descrito como «deprimido y desesperado» por quienes lo han visto en los últimos días, se niega, sin embargo, a ser comparado con Schettino, repitiendo que hizo todo lo que pudo para salvar a todos y que en un momento dado el agua invadió el velero.
Fuente: Euronews