Tribunal confirma prisión permanente revisable a Ana Julia Quezada
Por la Redacción.-
MADRID, España.- El tribunal Supremo confirmó este miércoles
la pena de prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada, por el
asesinato con alevosía del niño Gabriel Cruz, de tan solo 8 años de edad,
ocurrido en la ciudad de Almería, el día 27 de Febrero del año 2018.
Así mismo La Sala desestimó los recursos de casación
interpuestos por la defensa de la acusada y por la acusación particular, y
confirmó además la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que
condenó a dicha pena de prisión permanente revisable, a Ana Julia Quezada, por
un delito de asesinato hipergravado, y a dos años y medio de prisión por dos
delitos contra la integridad moral de los padres del niño asesinado.
De igual manera, La Sala consideró el asesinato hipergravado,
que se produjo con alevosía frente a un menor de edad, atendiendo a los hechos
probados de la sentencia de instancia donde se sostiene que Gabriel Cruz, ante
la confianza generada por la acusada, persona íntimamente vinculada a su
entorno familiar desde el inicio de su relación sentimental con su padre, Ángel
Cruz, y convivencia con su víctima.
La acusada era consciente de su superioridad respecto al niño
por su diferencia de edad y complexión, ya que el niño solo tenía un metro y
treinta centímetros de tamaño, y pesaba 24 kilos.
En este caso, el Alto Tribunal entendió que concurren una
serie de circunstancias bien definidas intencionalmente utilizadas y
aprovechadas por la acusada con un solo fin, matar al niño Gabriel Cruz, sin
riesgo para ella.
En cuanto a la ratificación de la pena del delito contra la
integridad moral de los padres del asesinado Gabriel Cruz, el tribunal explicó
que partió desde la frase que se consigna de los hechos probados a tenor de que
Ana Julia Quezada, simuló a su padre y siempre le decía: hoy lo vamos a encontrar
a sabiendas de que lo había asesinado.
Otro caso que el
Supremo consideró que, una vez de haber asesinado al niño Gabriel, Ana Julia Quezada,
cavó una fosa para enterrar el cadáver del niño, cortando un brazo del niño que
no cabía en ella en dicha fosa, mantuvo una actitud de simulación, fingiendo
durante 11 días que duró la búsqueda del menor, alentando los ánimos de los
padres del mismo y alimentando falsas expectativas de que el niño iba a
aparecer, incluso asistiendo a una manifestación de apoyo a la familia con una
camiseta con la cara del niño impresa “todos somos Gabriel”.