El número de fallecidos es el segundo más alto en un ataque israelí contra la zona humanitaria de Gaza
Israel bombardeó esta madrugada tiendas de campaña de desplazados en la designada «zona humanitaria» del centro y sur de Gaza, matando al menos a 40 palestinos, según el Gobierno de Hamás, en un ataque que el Ejército dice iba dirigido contra tres altos cargos islamistas.
Una serie de proyectiles cayeron sobre el campamento de evacuados en la zona costera de Mawasi (Jan Yunis), causando tres cráteres de unos diez metros de profundidad y arrasando una veintena de tiendas de campaña, según el portavoz de la Defensa Civil de la Franja, Mahmud Basal.
«Familias enteras desaparecieron entre la arena en la masacre de Mawasi, en Jan Yunis», lamentó vía Telegram Basal. En vídeos desde el lugar del ataque se ve a personal de los equipos de rescate excavando con sus propias manos entre la arena en busca de nuevas víctimas.
«Diecinueve muertos llegaron a los hospitales y más de 60 heridos, incluidos casos graves», recogió por su parte el Ministerio de Sanidad del enclave, aludiendo al número de cadáveres identificados hasta el momento entre el casi medio centenar de desaparecidos.
El Ejército israelí rebate la cifra de muertos
El número de fallecidos es el segundo más alto en un ataque israelí contra la zona humanitaria de Gaza, si bien el Ejército negó hoy que la cifra de 40 fallecidos fuera verídica, y dijo que se trata de «mentiras y falsas informaciones» de Hamás.
Preguntado sobre su estimación por EFE, el Ejército aseguró «no tener más comentarios al respecto». Un comunicado castrense aseguró la muerte en el ataque de tres altos cargos de Hamás, identificados como Samer Ismail Jadr Abu Daqqa, Osama Tabesh y Ayman Mabhouh.
Además, Israel asegura haber usado «municiones de precisión» durante el bombardeo y haber tomado medidas previas «para mitigar el riesgo de herir a civiles«, algo que suelen alegar cuando atacan lugares protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, como hospitales o escuelas.
Testigos presenciales, por el contrario, relataron al personal de Defensa Civil que fueron al menos cinco misiles de gran calibre los que impactaron contra las tiendas de campaña y dejaron cráteres de gran profundidad en el campamento. El portavoz de la Defensa Civil aseguró que «los ciudadanos no fueron advertidos ni alertados sobre los bombardeos».
El cuarto ataque contra la «zona humanitaria»
Este ataque es al menos el cuarto perpetrado por las fuerzas israelíes desde julio contra la zona humanitaria en Gaza, según comunicados castrenses de los últimos meses, motivados por la supuesta presencia de milicianos entre la población civil, lo que según los Convenios de Ginebra no exime al Ejército de proteger al resto de la población.
El pasado 13 de julio, Israel bombardeó el área protegida de Mawasi en un ataque en el que murieron al menos 90 palestinos e hirieron a otros 300. Según el Ejército, el bombardeo buscaba una vez más matar al líder del brazo armado de Hamás, Mohammed Deif.
Poco después, el día 16, los proyectiles israelíes volvieron a sorprender a los gazatíes hacinados en Mawasi, matando a al menos 17 personas y dejando más de una veintena de heridos.
La semana pasada el Ejército reconoció dos ataques más, ambos durante la misma noche y en ubicaciones distintas: uno en Mawasi, en el que mató a un supuesto miliciano de Hamás, y otro contra las tiendas de campaña que rodeaban al Hospital de los Mártires de Al Aqsa de Deir al Balah, en el que murieron otras cuatro personas, incluidos dos comandantes de la Yihad Islámica.
En un encuentro con medios extranjeros, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, alegó esta mañana que «Hamás como una formación militar ya no existe», pero que se ha convertido en una guerra de guerrillas contra sus soldados.
Desde octubre, más de 41,000 palestinos han muerto y casi 95.000 han resultado heridos en el asediado territorio palestino, en una guerra iniciada tras el ataque de Hamás que dejó unos 1,200 muertos y 251 secuestrados en Israel.