Por Olga Capellán.-
Desde las pasadas elecciones
presidenciales celebradas en el 2016, se esperaba una verdadera restructuración
del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) donde se cambiarían piezas
importantes que dieran al traste con el dinamismo de la organización política
dominicana, la más grande del país durante los tiempos del Dr. José Francisco
Peña Gómez.
Hubo de esperarse casi dos
años para que las principales autoridades del PRD se dieran cuenta y tomaran la
iniciativa necesaria, para llevar al partido a un estado competitivo para las
elecciones venideras a celebrarse el 16 de Mayo del 2020, no solo en los
cuadros nacionales, sino también municipales y de las seccionales del exterior.
Ha sido de gran inteligencia
la decisión dl presidente del PRD, Ing. Miguel Vargas Maldonado, comenzar hacer
los cambios pertinentes en aras de hacer realidad su deseo de que el partido
vuelva a participar de manera franca, libre é independiente en las elecciones
venideras, no obstante, él como presidente de dicha organización tiene los
poderes extraordinarios que le otorgó la pasada Convención Nacional para
decidir lo que más convenga para todos los perredeistas, según sus
consideraciones.
La primera embestida ha si
certera, y es que el líder perredeísta sabe que si no actúa con inteligencia,
su partido se quedará en el camino, pero él, cumpliendo con el legado del
máximo líder y guía, Dr. Peña Gómez, lo ha entendido, fue por ello los
recientes cambios hecho en el seno del partido, con la intención de inyectarle
dinamismo, ya que sólo así puede levantarse del letargo que se encuentra desde
hace tiempo.
Hemos visto con beneplácito
las nuevas designaciones, sobre todo aquella que concierne a las seccionales
del exterior donde colocó a uno de los mejores estrategas del partido, quien
anteriormente hubo de desempeñarse como su vocero en diversas
pres y campañas electorales pasadas,
como lo es el caso del Dr. Carlos Gabriel García, hombre capaz y de gran valor,
con vastos conocimientos políticos como pocos dentro del partido de la nueva
era.
También saludamos la designación
de ese gran dirigente Alejandro Abreu como vocero del PRD, en sustitución de
Víctor Gómez Casanova, a Héctor Guzmán, Janet Camilo, Antonio Alma, Juan
Santos, Joel Díaz, Julissa Hernández,
Ramón Molina, y demás designados, tomando en cuenta que las mismas designaciones
se han hecho en el momento preciso requerido, como lo amerita el partido, ya
que en sus hombros descansaran las responsabilidades del crecimiento orgánico
partidista.
El Partido Revolucionario
Dominicano ha pasado por difíciles momentos luego de la desaparición de su
máximo líder, mas sin embargo siempre ha salido airoso, dada la intervención de
su presidente, Ing. Vargas Maldonado, quien ha sabido siempre poner a cada uno
en el lugar que mejor conviene al PRD, manteniendo la democracia interna y
dando la oportunidad para que cada uno desarrolle su labor al frente de los
diversos sectores y frentes de masas.
El PRD está conminado a dinamizarse,
porque esa es una deuda política que tienen las altas directrices con la
memoria del Dr. José Francisco Peña Gómez, hoy más que nunca el pueblo dominicano
necesita la intervención para que se cumpla lo que su líder siempre llamó la esperanza
nacional.
La evaluación política estructural
en cada demarcación hecha por La Comisión Ejecutiva y el presidente del PRD ha sido determinante
para dicho crecimiento político, siendo así como se logró comenzar con el
cambio a los internos, y de ahora en lo adelante es también una responsabilidad
de cada uno de sus miembros velar para que se mantenga el legado peñagomista.
A 20 años de su partida, Peña
Gómez, aunque no está presente físicamente, pero desde algún lugar del más allá
vela por la clase humilde, por los desamparados hasta que su partido cumpla sus
promesas, aquellas de hacer un verdadero gobierno por y para la gente, porque
ese fue su gran sueño; honor y gloria a quienes los merecen.