Las tropas estadounidenses en Oriente Próximo se encuentran en estado de máxima alerta ante la amenaza de represalias por parte de Irán y sus aliados tras las recientes escaladas
El embajador y representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas en Ginebra, Ali Bahreini, declaró hace 3 días, que Teherán atacará a Estados Unidos si Washington «cruza las líneas rojas». La mayoría de los expertos militares coinciden en que lo más probable es que Irán ataque las bases militares estadounidenses en la región.
La Guardia Revolucionaria iraní ya dijo el domingo que el origen del avión estadounidense «ha sido identificado y está bajo vigilancia», subrayando que las bases estadounidenses en la región «no son una fuente de fuerza, sino un punto de mayor vulnerabilidad«. El apoderado de Irán en Yemen, los Hutíes, también dijeron el sábado que atacarían barcos estadounidenses en el Mar Rojo si Washington participa en cualquier posible ataque contra Irán en cooperación con Israel.
«Atacaremos barcos y acorazados estadounidenses en el Mar Rojo si Washington participa en el ataque contra Irán», dijo el portavoz militar del grupo, Yahya Saree, en un comunicado publicado por el medio de comunicación del grupo. Estados Unidos tiene decenas de miles de tropas estacionadas en Oriente Próximo, incluidas bases permanentes en Kuwait, Bahrreín, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, países del Golfo Pérsico situados justo enfrente de Irán, y mucho más cerca que Israel.«
Esas bases cuentan con sofisticadas defensas aéreas, pero tendrían mucho menos tiempo de aviso ante oleadas de misiles o enjambres de drones armados. También depende mucho del número de drones y misiles utilizados en un posible ataque. Ni siquiera Israel, que está varios cientos de kilómetros más lejos, ha podido detener todo el fuego entrante.
En Oriente Próximo suele haber unos 30.000 soldados, y ahora hay unos 40.000 en la región, según un funcionario estadounidense y AP. Ese número aumentó hasta 43.000 el pasado mes de octubre en respuesta al aumento de las tensiones entre Israel e Irán, así como a los continuos ataques contra buques comerciales y militares en el Mar Rojo por parte de los Hutíes de Yemen, apoyados por Irán.
Después del 13 de junio, cuando Israel golpeó por primera vez a Irán para detener su programa de enriquecimiento nuclear, las fuerzas estadounidenses en la región empezaron a tomar medidas de precaución, como hacer que los militares dependientes abandonaran voluntariamente las bases, en previsión de posibles ataques y para proteger al personal en caso de una respuesta a gran escala de Teherán.
Objetivos estadounidenses en peligro ante la escalada de tensiones
Las tropas estadounidenses en Oriente Próximo están en alerta máxima porque Irán y sus aliados amenazan con represalias y porque los intereses de Estados Unidos en la región ya han sido blanco de ataques en el pasado. Sin embargo, una diferencia con respecto a los ataques y amenazas del pasado es que las capacidades de Hezbolá y Hamás, apoderados de Irán, son mucho más débiles desde que Israel los diezmó después de octubre de 2023. Además, Irán tiene misiles, incluidos balísticos, pero no mucha fuerza aérea debido a las sanciones occidentales.
La base aérea de Al-Asad, en el oeste de Irak, el mayor despliegue estadounidense en el país, ha sido un objetivo frecuente. En 2020, después de que Estados Unidos matara al general iraní Qasem Soleimani, Irán lanzó 16 misiles contra bases estadounidenses en Irak; 11 alcanzaron Al-Asad, hiriendo a decenas de personas. Los ataques han continuado, con drones y cohetes golpeando la base tan recientemente como en agosto.
En enero de 2024, un ataque con drones contra la Torre 22, un pequeño puesto de avanzada estadounidense en Jordania, cerca de la frontera siria, causó la muerte de tres soldados estadounidenses. Fue el primer ataque mortal contra las fuerzas estadounidenses desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en octubre de 2023. Funcionarios estadounidenses han culpado del ataque a la Resistencia Islámica en Irak, una coalición de milicias respaldadas por Irán, entre ellas Kataib Hezbolá.
En Bahréin opera la 5ª Flota de la Armada estadounidense, con unos 8.000 efectivos. Qatar alberga la base aérea de Al-Udeid, cuartel general avanzado del Mando Central de Estados Unidos, que puede alojar hasta 10.000 soldados. Camp Buehring, Ali al-Salem y al-Dhafra son también bases aéreas clave situadas en Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. Las misiones diplomáticas estadounidenses en Irak e Israel también han comenzado a evacuar a su personal. Las autoridades advierten de que las embajadas podrían ser blanco de ataques junto con las bases militares.
El Secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró en X que «proteger a las fuerzas estadounidenses es nuestra máxima prioridad», anunciando el despliegue de fuerzas adicionales para reforzar las defensas regionales.
Fuente: Euronews
