Invitación a la Conferencia Internacional del Instituto Schiller
Vía Internet, el 25 y 26 de abril de 2020
Esta conferencia se lleva a cabo en un momento que desafía nuestra aptitud moral para sobrevivir. Antes de que ocurriera el estallido de la doble crisis, de la pandemia del coronavirus y de la explosión financiera en marcha, ya era evidente que el viejo orden mundial (la pretensión de establecer un mundo unipolar después de la desintegración de la Unión Soviética) se estaba volviendo añicos. Con la propagación de la pandemia y ahora que los bancos centrales recurren al "dinero del helicóptero", hemos alcanzado exactamente el momento que había advertido Lyndon LaRouche en agosto de 1971, cuando pronosticó que las políticas monetaristas de tipos de cambio flotante que adoptó el Presidente Nixon, luego de que abandonó el sistema de Bretton Woods, llevarían a una nueva depresión y al peligro de un nuevo fascismo. Desde 1974 en adelante, LaRouche y su equipo científico advirtieron en repetidas ocasiones y publicaron numerosos estudios, en donde señalaban el peligro del resurgimiento de viejas enfermedades y nuevas pandemias como resultado de los programas de austeridad impuestos al sector en desarrollo por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
La mayor parte del llamado mundo occidental es un desastre. El desmantelamiento del otrora excelente sistema de salubridad en aras de la ganancia privada, que ahora exhibe de manera patente la falta de visión de la élite liberal, es solo uno de los muchos síntomas de un sistema fallido. La manifiesta falta de solidaridad al interior de esta Alianza Occidental en tiempos de crisis, como ha salido a la superficie en las desavenencias entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), así como entre la Unión Europea y sus Estados miembros, es otro síntoma; para no mencionar el desconocimiento desdeñoso, de la soberanía y de la vida humana misma, hacia las naciones del sector en desarrollo. Ya antes del brote de la pandemia, se había mostrado al mundo la crisis moral de la Unión Europea, a la luz de los programas de la UE en la crisis de los refugiados y migrantes.
Por otra parte, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) de China, ha ofrecido por primera vez en la historia una perspectiva real al sector en desarrollo para superar la pobreza y el subdesarrollo. Desde su inicio en 2013, esta iniciativa ha sumado 153 países. Si uno compara la IFR o Nueva Ruta de la Seda con los planes concretos de desarrollo para todos los continentes que elaboraron LaRouche y su movimiento desde la década de 1970, uno encuentra una gran afinidad, que se expresa adecuadamente en los estudios varios de "La Nueva Ruta de la Seda se vuelve el Puente Terrestre Mundial", que constituye todo un programa para el desarrollo global de nuestro planeta. También representa la plataforma económica para el nuevo paradigma necesario en las relaciones internacionales, lo cual por sí mismo puede detener la doble crisis de la pandemia de la enfermedad COVID-19 y del cáncer especulativo global de $1,800 billones de dólares.
Desafortunadamente, un gran segmento de la élite liberal ni está dispuesto a reflexionar sobre los motivos del fracaso de su sistema, ni a aceptar a cooperar con el nuevo sistema de colaboración que ofrece la IFR, ni siquiera bajo las condiciones de pandemia y de colapso financiero. Pero bajo estas condiciones, seguir con la confrontación geopolítica plantea una amenaza a la existencia de la totalidad de la civilización humana.
Por lo tanto, Helga Zepp-LaRouche ha renovado la propuesta inveterada de su finado esposo Lyndon LaRouche, de que solo la combinación de los cuatro países de mayor peso, Estados Unidos, China, Rusia e India, pueden fijar el orden del día para un nuevo paradigma. Ella ha instado a la realización de una cumbre de emergencia entre el Presidente Donald Trump, el Presidente Xi Jinping, el Presidente Vladimir Putin y el Primer Ministro Narendra Modi, para iniciar la reorganización urgente del sistema financiero en bancarrota, a través de un Nuevo Sistema de Bretton Woods, y para establecer un nuevo nivel de cooperación internacional respecto a las cuestiones estratégicas, los esfuerzos científicos conjuntos, la economía física y un renacimiento cultural.
El Instituto Schiller llevará a cabo una conferencia internacional por Internet los días 25 y 26 de abril, la cual reunirá a los mejores expertos de estos campos, de diferentes partes del mundo, para discutir con un público internacional en vivo los principios sobre los cuales se tiene que sustentar el nuevo paradigma para garantizar la existencia duradera de la especie humana.
Formato de la conferencia:
La conferencia se transmitirá por Internet en vivo a los asistentes que se hayan registrado. Los ponentes se conectarán por video y tendrán la oportunidad de dialogar entre sí durante los períodos de discusión de cada panel. Los asistentes a la conferencia tendrán la disponibilidad de hacer preguntas y comentarios en tiempo real en forma escrita; está por determinarse la posibilidad de hacer preguntas por video.
Programa:
Sábado 25 de abril
11:00 a.m. hora del Este de Estados Unidos; 5:00 p.m. hora central europea
Panel 1: "La necesidad urgente de sustituir la geopolítica con un Nuevo Paradigma en las relaciones internacionales"
En este panel se discutirán los principios sobre los cuales se debe implementar un nuevo orden estratégico: las metas comunes de la humanidad única, la soberanía de todas las naciones, y el beneficio mutuo de todos los miembros de la comunidad humana. Estos principios se pueden encontrar en las mejores contribuciones de la historia universal de la civilización, en los principios científicos del universo físico y en el gran arte clásico. Estos principios se deben reflejar en la definición del interés de la humanidad desde el punto de vista de dónde debe estar el desarrollo de nuestra especie dentro de 100 años. Esa perspectiva desde el futuro debe informar la forma en que forjemos una nueva plataforma económica, así como una nueva estructura de seguridad, nuevas formas de cooperación científica y un diálogo de culturas clásicas.
3:00 p.m. hora del Este de Estados Unidos. 9:00 p.m. hora central europea
Panel 2: "La creatividad como característica distintiva de la cultura humana: la necesidad de un renacimiento cultural"
La decadencia que se ha apoderado de gran parte de la cultura del mundo occidental es un signo del fin del sistema. El culto a la fealdad domina gran parte de lo que pasa como arte hoy día. La violencia sin sentido y la perversión que permea toda la mentada industria del entretenimiento, juegan un papel en la conformación de una cultura popular en la que prevalecen los tiroteos masivos, la drogadicción y el pesimismo cultural.
La Era de Tinieblas del siglo 14, que describen Boccaccio en la literatura, y Bruegel y Bosch en la pintura, se superó con el optimismo cultural y la nueva imagen del hombre del Renacimiento Dorado en Italia y otras partes de Europa; éste es un buen ejemplo de que el ingenio humano puede vencer crisis terribles y sustituirlas con nuevas ideas y grandes obras de arte.
Hoy en día, el resurgimiento del arte clásico es la precondición indispensable para que la humanidad abra un nuevo capítulo en la historia humana. Un renacimiento de la música clásica y el diálogo de las mejores tradiciones clásicas de todas las culturas, debe sentar las bases de un nuevo renacimiento. Obras como las de Dante, Leonardo da Vinci, Bach, Mozart, Beethoven, Verdi, Du Fu, Shakespeare, Schiller, Tagore, Huang Gongwang, Rembrandt, Goya, Cervantes, Rabelais y Pushkin, por nombrar solo algunos, encarnan principios que inspiran la creatividad de la mente humana y son tan universales como los principios de la ciencia física. El conocimiento de estas artes es el fundamento de la educación estética del hombre. Y como lo escribió una vez Lyndon LaRouche de manera muy bella, la esencia del gran arte es el amor.
En este Año de Beethoven, podemos ganar absolutamente la fuerza interior para dominar esta crisis al evocar su espíritu y pensar como el gran compositor.
Domingo 26 de abril
11:00 a.m. hora del Este de EU; 5:00 p.m. hora central europea
Panel 3: "Para un mejor entendimiento de cómo funciona nuestro universo"
Las amenazas existenciales a la humanidad como la presente pandemia de la COVID-19, solo se pueden superar con la aplicación estricta de medidas de control de epidemias, como hizo China, que creó un nuevo estándar para esto. Al mismo tiempo, se tiene que ampliar la investigación básica en biología y virología (como la biofísica óptica) para entender qué es la vida realmente, y para entender mejor cuál es la interacción entre lo no vivo, la biosfera, y la noosfera humana. En términos de una "armonía del universo", las ideas de Kepler, Leibniz, Vernadsky y de Gurwitsch son esenciales.
A este enfoque Lyndon LaRouche le llamó "Defensa estratégica de la Tierra", que abarca tanto la defensa del planeta contra asteroides y cometas, como la lucha contra las pandemias. Para esto se necesita el desarrollo de nuevas tecnologías con mayores densidades de flujo energético, como la tecnología nuclear avanzada, la energía y la radiación de partículas, la ciencia del espacio, superconductores, nuevos materiales, procesos de fabricación aditiva y robótica. Ahora enfrentados con los virus gemelos de la COVID-19 y del monetarismo, es más importante que nunca ser optimista sobre el potencial humano para construir un mundo mejor en contra del pesimismo maltusiano que ve al hombre como depredador y contaminador.
Como lo ha demostrado LaRouche en muchos campos, el potencial creativo de la especie humana es lo que permite el establecimiento de plataformas científicas y tecnológicas cada vez superiores, y el descubrimiento de la coherencia del universo de manera ilimitada. La exploración del espacio es el desafío físico a nuestra identidad humana que va a despertar lo mejor de nuestro potencial para descubrir e inspirar una comunidad de destino.
3:00 p.m. hora del Este de EU; 9:00 p.m. hora central europea
Panel 4: "La ciencia de la economía física"
Si algo se ha demostrado en esta crisis de desintegración, es el completo fracaso de lo que pasa normalmente por economía en las universidades. Lyndon LaRouche reconoció el carácter fraudulento de las teorías de Norbert Wiener y de John von Neumann, que todavía hoy dominan el mundo de la estadística y los algoritmos; a raíz de este reconocimiento, LaRouche sentó las bases para su avance de la ciencia de la economía física. LaRouche basa su entendimiento en las ideas de Gottfried Leibniz, Friederich List y los autores del Sistema Americano de economía, Alexander Hamilton, Henry Clay y Henry C. Carey, y las desarrolla más sobre la base de los conceptos físicos de Bernhard Riemann y de Albert Einstein. El historial de Lyndon LaRouche como pronosticador económico es sobresaliente.
Es notable que el modelo económico chino tenga tanto en común con el Sistema Americano de economía, lo cual entre otras cosas, tiene que ver con el papel de Sun Yat-sen y los mejores períodos de la cooperación entre Estados Unidos y China.
La economía física no es una rama especializada de la ciencia, sino que abarca la totalidad del conocimiento humano, dado que atañe a la creatividad de los seres humanos como tales. Lo que se necesita hoy es una redefinición total de lo que es realmente la ciencia económica, para lo cual pueden servir como orientación las nuevas plataformas de la ciencia del espacio y la economía del espacio.
La conferencia será también la orgullosa ocasión para presentar la publicación del primer volumen de la planeada edición de las Obras completas de Lyndon LaRouche, el cual contendrá algunos de sus escritos básicos sobre economía física.