Una propuesta descabellada
EDITORIAL
Para nadie es un secreto que el Colegio de Periodistas Dominicanos (CDP) no se encuentra en sus mejores momentos, siendo una institución que su accionar depende de lo que decidan otras instituciones, y sobre todo de las chiripas que pueda recibir del Estado, ya que este no se puede valer por sí mismo, debido a las precariedades económicas y a la falta de pago del porcentaje correspondiente a la publicidad por parte de los diversos medios de prensa y otros, que corresponde a este gremio periodístico por ley.
Los tiempos no están así como para tirar cohetes, sin embargo el CDP sigue siendo el gremio que agrupa a los periodistas profesionales, aunque algunos de ellos no tengan un comportamiento tal y como debería ser, sin embargo todo miembro consciente de la situación debe luchar por salvaguardarlo con esmero y dedicación.
El CDP con sus altas y bajas ha sobrevivido a todas tempestades, embestidas, y abusos, en el que se anidan colegas que solo ven este organismo como un medio de sobrevivencia, pues no: el CDP es el organismo que agrupa a todos los periodistas profesionales, y por tanto todos los integrantes deben ser garantes del mismo, buscar soluciones conjuntas, echando de lado el grupismo llámese este como se llame, ya que su estabilidad institucional no debe depender de ningún grupo, sino de todos sus miembros.
A los actuales dirigentes del CDP, que ni por asomo traten de catalogar estas líneas como críticas a su gestión, sino como una palmadita de ánimo para echar hacia delante y que puedan entender que este gremio colegiado corresponde a todos sus miembros, aún más a todos aquellos que religiosamente pagan una cuota de membrecía, lo que en la actualidad se hace el único soporte fijo que recibe, del cual pedimos que si estamos equivocado, entonces que señales ellos cuales son los medios de sustentación del mismo.
El CDP debe buscar alternativas para financiar sus necesidades sin tener que mendigar ni depender de ninguna institución ni siquiera del Estado dominicano.
Ahora como si esto fuese poco aparece un descabezado y pide que el gremio que agrupa a los periodistas profesionales le sea cambiado el nombre y agrupe a los blogueros, twiteros y youtubers.
Pero qué propuesta más descabellada, que pena que personas como está hayan pasado por el Congreso Nacional, la casa donde se hacen y se reforman las leyes del país.
Esperemos a ver qué dice su actual directiva.