Un nuevo año cargado de esperanza en medio de la pandemia
EDITORIAL
En medio de la tragedia que está viviendo el mundo actualmente, llega un nuevo año cargado de esperanza, sobre todo para todo aquel que mora en la fe de Dios, no obstante se debe pasar de ahí, ya que no solo la fe y la esperanza pueden evitar la continuidad de esta pandemia que tienen al mundo doblegado y de rodillas, sino que la prudencia humana podrá poco a poco ir aniquilando esta desgracia.
La pandemia del coronavirus ha modificado el modus vivendi de cada ciudadano, es decir: los planes urdidos por cada uno de nosotros rápidamente se convirtieron en planazos, y uno solo mirando sin tener nada que hacer.
Los medios de combates que han utilizados los diversos gobiernos no han sido efectivos, pues al implementar una falsa política sanitaria, esto ha hecho que el Covid-19 siga propagándose de manera agitada, rompiendo todos los parámetros de lucha contra el mismo.
El Toque de Queda solo ha servido para que los cuerpos represivos del país actúen con manos libres, es decir: se le ha dado mayor poder de decisión a quienes no les importan el problema ciudadano, sino aplicar su método del garrote, que en vez de aminorar la propagación del virus, estos al no utilizar métodos adecuados, encerrado a todo aquellos que encuentren en la calle en lugares no actos para el momento, entonces esto solo ha servido como vía de propagación del coronavirus, en un país carente de herramientas e insumos para la salud.
El coronavirus, según los conocedores de la materia se elimina con agua y jabón, entonces como es posible que se recurra a una vacuna, que de acuerdo a informaciones, quizás no oficiales pero que se han esparcido por el mundo, son muchos los seres que se han contagiados en las respectivas pruebas al servir de cobayas para los grandes laboratorios que son quienes se llenan los bolsillos con los experimentos de los fármacos buscando la solución de los problemas que muchas veces son ellos mismos quienes lo han proporcionados.
El gobierno dominicano al igual que tantos otros del mundo se ha llegado a creer que el coronavirus solo sale en horas nocturnas, pues en aras de preservar sus economías como es lo más natural, han implementado un toque de queda en horas de la noche, con la creencia de que con él están evitando la propagación de la pandemia, pero resulta que por las noches la gente es cuando realmente se recoge en su casa, sin darse cuenta que el Covid-19 no tiene horario, por lo tanto es más preciso que actué en momento que todos se encuentren en las calles, ya sea por asuntos laborales, diligencias personales u otras índoles, sin que para ellos sea necesario mirar al reloj.
Muchos ciudadanos han perdido la vida de mano de los agentes del desorden público, nombre este que sería el correcto, ya que estos salen de manera amenazante solo en busca de a quienes van a pillar para encerrarles con cerdos en un corral, ya que sus intenciones no son las de prevenir los casos, sino provocar situaciones que muchas veces terminan siendo desgracia, entonces el presidente de la república Lic. Luís Abinader en ese sentido debe tener mucho cuidado, ya que no todo el que sale de su casa lo hace por molestar, ahora lo peor: 15 días de prisión que pueden ser para cualquier ciudadano, porque nadie está por encima de la Ley, pero la Carta Magna no contempla la represión.
Hay que disciplinar a la ciudadanía, pero no con el garrote sino con educación y prudencia, porque de lo contrario todos pereceremos en medio de esta malvada pandemia.