El monto desembolsado es hasta mediados de diciembre, por lo que al cierre de 2022 llegará a a un récord de RD$83,219.3 millones
El sector eléctrico dominicano ha absorbido RD$73,512.1 millones del presupuesto general de la nación hasta el 16 de diciembre de este año, debido a las crecientes pérdidas de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE).
De acuerdo con estadísticas oficiales, a octubre de este año Edenorte, Edesur y EdeEste muestran pérdidas por el orden del 40%, lo que obligó al Gobierno a aumentar la partida del subsidio eléctrico programada este año de RD$56,162 millones a RD$83,219.3 millones. De esa cantidad, hasta mediados de diciembre se habían desembolsado RD$73,512.1 millones.
Es el mayor monto histórico absorbido por el sector eléctrico en pérdidas, entre los que se destaca una partida de RD$18,451.1 millones destinados a neutralizar la tarifa eléctrica, que venía registrando aumentos hasta julio de este año y luego fue necesario volver a congelarla.
Para el próximo año 2023 el Gobierno ha programado subsidios para cubrir las pérdidas del sector eléctrico por el orden de los RD$70,000 millones, pero se teme que el monto termine en una cantidad mayor, debido a que no hay perspectivas de reducción de costos de generación, mientras las EDE no muestran mejoría en sus recaudaciones mensuales.
Generación estancada
Este año el Gobierno dispuso una licitación de urgencia para comprar energía eléctrica adicional por el orden de los 400 megavatios.
Aunque dos consorcios fueron beneficiados en el proceso, ninguno pudo instalar la energía contratada en el tiempo previsto. Uno de los consorcios debió instalar 189 megavatios en la zona de Boca Chica, con base en fuel oil de petróleo, antes de septiembre de este año, pero esta es la fecha en que no han sido instalados.
Lo mismo sucede con otra partida de 178 megavatios a cargo de una empresa que traería dos barcazas para tales files, las cuales serían instaladas en la zona de Los Negros, provincia de Azua. Sin embargo, la comunidad se ha quejado por entender que esas barcazas, también de fuel oil, contaminarían el ambiente, por lo que no han podido ser instaladas.
Este año 2022 transcurrió sin la entrada de esa nueva generación, mientras se mantienen en operación unidades de electricidad que han estado sustituyendo el uso de gas natural por el fuel oil, debido a la indisponibilidad del primer combustible, lo cual hace aún más costosa la generación, incrementa las pérdidas de las EDE y obliga al Gobierno a buscar más recursos para cubrir ese costo en forma de subsidio.