EDITORIAL
Vista y pasadas las elecciones generales de la República Dominicana, hay que ponerse a pensar, a pensar y sobre todo por qué en Europa el voto del dominicano sale tan costoso, aunque debemos felicitar al presidente de la República Lic. Luís Abinader, por el triunfo avasallador sobre sus adversarios, como ya era conocido ante las expectativas de todas las encuestas, que dieron ventaja al partido de gobierno desde primer instante hasta llegadas las elecciones que fueron celebradas este día 19 de mayo.
Felicidades señor presidente dominicano por haber logrado reelegirse para continuar al frente de los quehaceres del país a favor del pueblo y las instituciones.
Si, felicidades, pero hay que reconocer que hubo un voto de castigo, sobre todo en el exterior.
En el caso de Europa, donde el voto dominicano sale tan costoso, habría que ponerse a pensar los recursos que invierten la Junta Central Electoral y los partidos políticos participantes del proceso mismo, que no se corresponde con los resultados de votación.
Luces y sombras en las elecciones
Si bien habría que felicitar también a la JCE y a todos los participantes por llevar a cabo un proceso ordenadamente durante el desarrollo del mismo. Más, sin embargo, cabe la pena señalar que no se compadece la cifra de participación en las votaciones en Europa; que no llegó ni siquiera a los 25 mil votos, cuando el padrón electoral alcanza cerca de 150 000 votantes, lo que significa que la JCE no está llegando correctamente a los electores; la falta de promoción y una verdadera logística para aquellos dominicanos que residen distantes a los centros de votación o colegios electorales y que, hasta fecha, los organismos electorales no han implementado el voto a través del correo público, este último punto podría convertirse en una salida salomónica, solucionando con ello uno de los grandes problemas.
Todo estos, junto al mal servicio que recibe la diáspora en las instituciones gubernamentales, llámese embajadas, consulados y otros organismos, además de los precios desorbitantes que solo han servido para enriquecer a quienes se encuentran al frente de las instituciones, hacen que los dominicanos piensen bien a quienes echarán sus votos el día de las elecciones
Otro fenómeno se añade, la falta de atractivo que presentan los partidos políticos como candidatos a diputados de ultramar, muchos de los cuales no tienen un historial comunitario reconocido, entre otras actitudes etc, etc.
Además, habría que agregar el mal manejo de los asuntos políticos y sociales que hasta la fecha han mostrados los diputados que ha tenido el Congreso Nacional en esta Circunscripción No.3 de Europa, algunos indolentes, otros inoperantes o faltos de habilidades, lo que ha hecho que los electores den un voto de castigo con la no participación en el proceso electoral, porque en su mayoría estos solo vienen a solucionar el problema de sus Estatus económico y social, pero no los problemas de la diáspora.
Debemos felicitar al diputado Julio César López Peña, por ser el segundo de la historia en Europa, después de Marcos Cross, que la logrado repetir su curul en la Cámara Baja del país.
Esta situación debe poner a pensar, no solo a la JCE, sino también a los diversos partidos políticos representados aquí, para que sepan elegir a nuestros representantes en el Congreso Nacional; se necesita calidad, dedicación y sacrificio, porque entre estos y otros aspectos roban el interés del electorado.
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