miércoles, 28 de febrero de 2024

Análisis discurso del 27 Febrero

 



JOHNNY SANCHEZ

Solo me enfocaré sobre el tema de ideas esbozadas por el presidente en la interesante disertación del día de la patria, 27 de febrero sobre medidas ejecutadas con deuda externa de Rep. Dominicana, la cual se bajará progresivamente, eso es cambio. Dijo, «la deuda consolidada del sector público del país fue de 59.1% del PIB en 2023; bajo 2 puntos en 40 meses»

Ese tema, seguir bajándola y las reformas tributarias y fiscales son de alta prioridad consensuarlas para un presidente ganador; él agraciado debe ser el campeón del consenso y persuasión, no le queda de otra.

Creo que el plan del cuatrienio 2024-2028 que podemos implementar, no es un plan de un partido, es de la nación y es este:

  1. Recompra, al descuento, de la deuda por parte del deudor, bien en el mercado secundario, o bien negociando directamente con el poseedor de los títulos.
  • Canje de los títulos existentes de deuda vieja por deuda nueva, en forma de bonos a más largo plazo y con menor tipo de interés, pero con un mayor nivel de garantía, incluso por parte de un tercero. El reciente caso de México es paradigmático en este sentido.
  • Conversión de los títulos de la deuda por inversiones productivas en el país deudor, bien sea como compra de acciones de empresas existentes, bien como compra de activos fijos o creación de nuevas empresas.
  • Renegociación de la deuda vieja en condiciones favorables que introducen, de hecho, una importante quita o condonación parcial e incrementen la probabilidad de cobrar el resto. Diplomáticos economistas y no parlanchines políticos es lo que nuestra patria necesita ante países poderosos.

Aparte de esto, también los organismos multilaterales y, principalmente, los regionales y el Banco Mundial están colaborando a la puesta en práctica de este tipo de soluciones, en muchos casos, dotando a los deudores de la liquidez necesaria para llevarla adelante.

Nos encontramos, pues, con una situación del problema de la deuda externa radicalmente diferente de la que existía en 1983, con FMI y poblada que le hicieron al EPD expresidente Jorge Blanco.  

El sector privado se está mostrando pragmático ante el problema y, aunque aparecen muchas reticencias en algunos casos concretos (no ajenos a cuál sea el grado de riesgo de cada banco en el momento), poco a poco se ponen en marcha nuevas soluciones para el mismo y se aceptan más impuestos a cambio de más transparencia.

También los organismos multilaterales están cambiando de actitud, y, pese a la resistencia en algunos momentos de U.S.A., van entrando por una vía distinta en su forma de entender su papel ante el endeudamiento externo.

Los que parecen ir más a la zanja son los Gobiernos de los países acreedores, no tanto como gobiernos, sino como acreedores ellos mismos. Una parte no despreciable de la deuda externa está en manos de las Administraciones de los países avanzados, bien como acreedores directos en los casos de préstamos concesionales de ayuda al desarrollo, bien como poseedores actuales de títulos de deuda comercial que aseguraron vía sus agencias oficiales de seguros de crédito a la exportación.

En el caso del primer tipo de deuda se están produciendo dos novedades: su renegociación, en caso de vencimiento, se está haciendo también en términos concesionales, y para aquellos países más atrasados (África subsahariana y Haití) se están convirtiendo en puras donaciones.

El segundo tipo de deuda, que se negocia en el marco informal del Club de París, es el más recalcitrante ante la nueva situación. Se sigue renegociando y refinanciando en la misma línea emprendida en 1983, aunque las condiciones se vayan mejorando para los acreedores.

Sería interesante que el menú de soluciones se introdujera también en la negociación de este tipo de deuda oficial, lo que significaría un reconocimiento por parte de los Gobiernos acreedores de lo que ya acepta el sector privado, (la deuda no se puede cobrar en su integridad), así como un claro gesto de buena voluntad y ayuda hacia los países deudores en vías de desarrollo, pensando ya en el día después.

En general fue un buen discurso, ahora a la acción, porque el presidente tiene el reto de consensuar detalladamente las reformas fiscales, a los salarios de todos, al alto endeudamiento y a la economía con DRCAFTA, puntos que preocupan a la mayoría de los dominicanos, como lo evidencian las conclusiones de la encuesta barómetro de Las Américas.

Mensaje subliminal al pueblo fue: Hay muchas deudas, porque se hacen muchas obras y eso es cambio. El 19 de mayo, nos dirá si mensaje calo, si hay persuasión y si vamos x 4 más y ahí paramos, la constitución dice 2 periodos y pa’ tu casa.

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