El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue condenado en Nueva York por cargos de conspiración con narcotraficantes y de utilizar al ejército y la policía nacional para permitir que toneladas de cocaína ingresaran a Estados Unidos sin obstáculos.
Los cargos conllevan una pena mínima obligatoria de 40 años de prisión y un potencial máximo de cadena perpetua. La sentencia ha sido fijada para el 26 de junio. El abogado defensor ha hecho saber que apelará.
Hernández: de la lucha contra el narcotráfico a las acusaciones por el ‘narcoestado’
Hernández fue elogiado por Estados Unidos como uno de los principales aliados regionales en la lucha contra el narcotráfico. Pero apenas tres meses después de su renuncia, a principios de 2022, fue detenido y extraditado a Estados Unidos.
Resultó que no combatió el narcotráfico, sino que por el contrario construyó un «narcoestado».
En Honduras, el juicio es seguido de cerca y a veces se le conoce como «el juicio del siglo».
Mientras que algunos critican el hecho de que un político prominente pueda ser extraditado y juzgado en el extranjero, otros admiten que el sistema político hondureño es demasiado débil, particularmente en la división de poderes; y que tal juicio, en el país, no podría llevarse a cabo.
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