Se trata del terremoto más mortífero en la región en una década.
Un catastrófico terremoto de magnitud 6.2 dejó al menos 126 muertos, 700 heridos y miles de edificios destruidos en la provincia en el noroeste de China.
El sismo se registró a las 11.59 p.m. de la noche del lunes al martes y tuvo su epicentro en la frontera entre las provincias de Gansu y Qinghai, a 10 kilómetros de profundidad, según el Centro de Redes Sismológicas de China.
A su paso, destrozó cerca de 5000 viviendas, caminos y derribó cables de luz y dejó incomunicadas a miles de personas.
Unas 10 horas después del sismo, se habían producido nueve réplicas, la mayor de las cuales tuvo una magnitud de 4.1, informó un funcionario local.
La ola de frío extremo que golpea estos días China está dificultando las labores de los miles de rescatistas que se han repartido por una vasta región montañosa, enclavada en la meseta tibetana y limítrofe con Mongolia, donde viven más de 27 millones de personas.
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