El empresario conservador Daniel Noboa será el próximo presidente de Ecuador y completará el período del mandatario Guillermo Lasso hasta mayo de 2025. El candidato de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), obtenía 52,08% de los sufragios, mientras la abogada Luisa González, del partido correísta Revolución Ciudadana (RC), reunía 47,92%, con más del 90% de las mesas escrutadas.
Noboa gobernará Ecuador por alrededor de 17 meses hasta terminar el periodo presidencial de Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para esquivar lo que parecía una segura destitución en un juicio político por corrupción.
Apoyado por fuerzas de derecha pero autoproclamado de centroizquierda; hijo de un magnate bananero, Noboa cumplirá el sueño frustrado de su padre de ser presidente. Álvaro Noboa se presentó cinco veces a las elecciones sin éxito y en 2006 perdió contra Rafael Correa, que desde la sombra ahora es rival de su heredero.
A la crisis institucional que vive Ecuador se sumó la violencia política, además del escepticismo sobre la economía en un país dolarizado y con un 27% de pobreza.
Ocho dirigentes fueron asesinados, entre ellos un alcalde, dos concejales municipales, un candidato a diputado y un aspirante a la presidencia durante la campaña previa a la primera vuelta. Fernando Villavicencio, uno de los candidatos favoritos para la primera vuelta del 20 agosto, fue baleado cuando salía de un acto en Quito a pocos días de los comicios. Y entre la primera ronda y el balotaje, siete de los presos implicados en su crimen fueron asesinados en diferentes cárceles.
En los últimos años Ecuador se transformó en un centro de operaciones de cárteles de droga con tentáculos internacionales que imponen un régimen de terror y dejan miles de muertos, algunos desmembrados o colgados de puentes
“El Nuevo Ecuador es posible. Los ecuatorianos ya no comen cuento, es tiempo de esperanza, tiempo de cambio, tiempo de un Nuevo Ecuador”, escribió Noboa con una foto en el momento del voto.
Daniel Noboa, un bananero en la presidencia de Ecuador
Finalmente, Daniel Roy-Gilchrist Noboa Azin pudo cumplir con el sueño frustrado de su padre, el mega-millonario Álvaro Fernando Noboa Pontón, dueño de la empresa bananera más grande de Ecuador, quien se había presentado para la presidencia del país sin suerte en cinco oportunidades. Y luego de una campaña violenta -los candidatos tuvieron que competir con chalecos antibalas luego del asesinato de Fernando Villavicencio- se pondrá la banda presidencial el próximo 25 de noviembre, tras derrotar en el balotaje a la correísta Luisa Magdalena González Alcíva con 52% de los votos contra 48% en números redondos.
Lo primero que llama la atención, en el historial de Noboa Azin, es que aparece como nacido en dos lugares al mismo tiempo. Las más destacadas controversias figuran en las páginas de Wikipedia: para la web en español nació en Miami el 30 de noviembre de 1987 -será el mandatario más joven en la historia ecuatoriana ya que tiene 35 años- mientras que en las versiones en ingles, francés e italiano, para no abundar, nació el mismo día pero en Guayaquil. En su propio portal también se autopercibe guayaquileño.
Otro dato interesante desde lo anecdótico es que su segundo nombre, Roy-Gilrichst, refiere a un famoso jugador de cricket jamaiquino que en la década del 50 protagonizó, dicen las crónicas, memorables récords pero terminó muy pronto su carrera por su carácter explosivo y su rebeldía contra el director técnico de su equipo, entre otras disputas.
Como sea, si el nuevo inquilino del Palacio de Carondelet nació o no en Miami a esta altura es un dato menor. Lo concreto y que figura en su CV es que tiene títulos por la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York en Administración de Negocios, por la Harvard Kennedy School en Administración Pública y una maestría de Gobernanza y Comunicación Política por la Universidad George Washington.
En su presentación siempre destaca que es un exitoso empresario que, desde joven, desarrolló emprendimientos que le acrecentaron la fortuna personal. Una suerte de celebración de la meritocracia que, viniendo de la familia de un magnate, es ciertamente mucho más fácil de llevar adelante. Por ejemplo, a los 18 años fundó DNA Entertainment Group, una firma dedicada a la organización de eventos. Luego ingresó en la Corporación Noboa, cuya marca más conocida es Bananas Bonita. Su padre ya había heredado dinero y poder de Luis Adolfo Noboa Naranjo, quien parece ser el que verdaderamente se hizo de abajo.
La fortuna de la familia se estima en unos 1000 millones de dólares, según Forbes. Pero quizás haya más escondido en algún lugar del planeta. Al menos eso se desprende de una investigación del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (CIPI) en la filtración conocida como Pandora Papers. Publicaciones recientes de Folha de Sao Paulo señalan que el presidente electo figura como beneficiario junto con uno de sus hermanos, John Sebastian Maximilian Noboa Azín -vaya con los homenajes- de la empresa Lanfranco Holdings S.A., ubicada en el centro offshore de Panamá. Declarado en Ecuador, tiene participaciones accionarias en las empresas Pesquera Marintan, Predios Cutiriba, Fantastisol, Cordenesa, Pozuelo de oro Pozoro, Logic Choice Logch y Nobexport.
Daniel Noboa es hijo de Annabella Emma Azín Arce y está casado en segundas nupcias con Ángela Lavinia Valbonesi Acosta, una nutricionista e influencer de mucho tráfico en Instagram y TikTok. Tiene dos hijos, un varón con su actual pareja y una nena con su primera esposa, Gabriela Goldbaum Smith. La separación fue traumática y Noboa Azin llevó a la justicia el caso por la tenencia de la hija y llegó a los máximos tribunales.
Entre sus promesas electorales figuran seguridad y empleo “los dos puntos en los que me voy a enfocar los 18 meses. Son los importantes y son los urgentes. Y como hay poco tiempo, hay que hacer cambios radicales muy rápidos en esas dos áreas; generar confianza internacional, generar seguridad interna, seguridad ciudadana, reducir la tasa de muertes violentas y dar tranquilidad a la población».
Daniel Noboa deberá completar el mandado de Guillermo Lasso, que debió llamar a elecciones anticipadas como solución a la crisis política de la que el empresario bananero emerge como la opción anticorreísta. Habrá que ver si logra consolidar un proyecto político que su antecesor, un banquero y archimillonario también, no pudo lograr.
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