El presidente brasileño sancionó, además, la medida que mejora el programa de vivienda popular “Mi casa, mi vida”.
Este jueves el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso en Brasilia (capital) transformar miles de edificios y terrenos abandonados, propiedad del Estado, en viviendas sociales para la población más vulnerable.
Durante la ceremonia de sanción del programa “Mi casa, mi vida” en el Palacio de Planalto, Lula aseveró: “El Estado debe sentirse obligado a hacer una reparación para que las personas tengan acceso a una casa”.
Acompañado de varios de sus ministros, el jefe de Estado explicó que aún existe un elevado déficit de vivienda en el país suramericano, lo cual calculó entre seis y siete millones de moradas. De ahí que propusiera “transformar en unidades habitacionales” esos locales abandonados.
En ese sentido, el presidente brasileño ejemplificó que solo el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) cuenta con 3.000, entre casas, terrenos y edificios, muchos de ellos en el centro de las grandes ciudades del país suramericano.
También Luiz Inácio Lula da Silva sancionó una medida aprobada por el Congreso que mejora las condiciones del programa de vivienda popular “Mi casa, mi vida”, creado en el 2009, durante su segundo mandato, y retomado este año.
La iniciativa consiste en que el Gobierno subsidia una parte importante de la vivienda a los más pobres. Ahora el programa reduce los intereses del préstamo para las familias de bajos ingresos y permite un mayor acceso para la clase media.
Lula prometió, además, que cuando finalice su mandato entregará un país “sano”, “económicamente fuerte y políticamente respetado”, en el que la Constitución sea “cumplida”.
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