Los países vecinos de Bielorrusia desconfían del Kremlin y refuerzan sus fronteras tras el acuerdo para el traslado al país de Prigozhin, líder del Grupo Wagner.
Los vecinos de Bielorrusia revisan su seguridad fronteriza tras el acuerdo del jefe de Wagner para exiliarse allí y poner fin a su revuelta en Rusia. En Polonia, el Primer Ministro y el Ministro de Defensa han comprobado el estado de sus tropas al noreste del país.
«Hemos reforzado las fronteras, la frontera con Bielorrusia y la región de Königsberg. Somos conscientes de estas amenazas y respondemos anticipándonos a los ataques. Al fin y al cabo, llevamos dos años haciendo frente a un ataque híbrido en la frontera polaca». Soldados del ejército polaco prestan servicio en la frontera, reforzando así la seguridad de nuestra patria«, aseguraba Mariusz Blaszczak, Ministro de Defensa de Polonia.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, declaró que la OTAN tendría que «reforzar» su flanco oriental si Bielorrusia albergara a Yevgeny Prigozhin y sus tropas. Según Elina Valtonen, Ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, «la situación es delicada y puede pasar cualquier cosa».
Mientras tanto, Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia han introducido medidas coordinadas para reforzar los controles de los pasos fronterizos con Rusia y Bielorrusia.
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