La ciudad va sucediendo
en un silencio de tumba
que se cuece sobre los cristales.
Sus calles empinadas.
Su hilera de coches aparcados
bajo el follaje tibio de septiembre.
Sus transeúntes llenos de afán y prisa.
Su tarde teñida de flamboyanes,
rojos como una tormenta.
Sus letreros de colores que me hablan:
"Se vende".
"809.907.7722".
"Se alquila"
"Plaza K.M."
"No entre".
"Una vía".
"Privado".
"No parking".
Mientras que yo ausente,
con los ojos llenos de la tristeza
que ya es la única que me conoce,
soy el llanto que la contempla
inadvertido entre la muchedumbre.
Y así va la ciudad, sucediendo
en este silencio de tumba
que me acecha
y se come el poco aliento
que le queda a mi reflejo.
Neo Carmona
Septiembre, 2019.
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