Por Olga Capellán.-
Ante los acontecimientos dado recientemente en las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) frente a su situación de la legalidad de sus autoridades por medio a una sentencia dictaminada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) que favorece a sus querellantes contra el actual presidente y sus principales dirigentes, que lo dejaría en un limbo político si no se toman las precauciones de lugar, a una organización que acaba de cumplir sus 80 años de existencia.
Es hora de reflexión política de todos los sectores envueltos en el conflicto para llegar a un acuerdo, donde queden satisfechas todas las partes litigantes, a fin de no afectar a ese partido propiamente.
Dado la situación en que se encuentra el partido, en momento que todas las organizaciones políticas con capacidad de participación en las elecciones generales venideras a celebrarse el 16 de Mayo del 2020 se encuentran en plena y abierta campaña electoral para captar el mayor número de votantes y así fortalecer la institucionalidad, al tiempo de garantizar una posición aceptable ante el electorado, y que además permita tener un financiamiento seguro para cubrir las necesidades internas de cada uno, en caso de no ganar las elecciones generales.
Ante tal situación, llegó la hora de barrer pa`dentro, ya que en los últimos tiempos, son muchos los dirigentes que se han creído que solo ellos son importantes dentro del partido mismo, pero llegó la hora de tomar en cuenta a cada una de su militancia, como ha sido el deseo de su presidente Ing. Miguel Vargas Maldonado, quien ha sabido mantener por años el jacho prendido para que ilumine en todos los senderos dominicanos, y como lo hubiese querido el Dr. José Francisco Peña Gómez, si estuviese vivo.
Miguel Vargas Maldonado, es y seguirá siendo el presidente legítimo del perredeísmo, pero debe concertar con todos los sectores existentes dentro del partido, a fin de llegar a acuerdos internos, para que ningunas de las posiciones encontradas afecten la integridad partidista.
Y es que no le hacen bien, ni a Miguel ni al partido, aquellos dirigentes que tratando de ocultar la verdad engañan al presidente de de esa organización, y le hacen un gran daño al PRD, cuando le dicen que todo anda bien, sin enfrentar las situaciones que se presentan, y que en los actuales no son halagadoras.
Después de tanta lucha que ha tenido el Ing. Miguel Vargas Maldonado, para mantener el partido vivo, llevar la disciplina al seno mismo, se hace necesario mantener el programa de crecimiento para que este sea competitivo en las próximas elecciones presidenciales y municipales, pero para ello se hace necesario quitar cuantas piedras aparezcan en el camino, cosa esta que solo se lograría con una mesa de concertación donde se sientan todas las partes encontradas para que lleguen a un acuerdo político, eso sí: donde no sea discutible la presidencia del PRD, porque la misma debe permanecer en mano de su actual, que por ende es el legitimo presidente.
Llegó la hora de la unidad de todos los perredeistas, si es que se quiere preservar el partido de la esperanza nacional, el que trajo a la República Dominicana el clima democrático, ya que fue cuando este ocupó la primera magistratura cuando se implementó en el país una verdadera democracia, no solo de palabras, sino de hechos, siendo ésta de la que gozamos hoy día todos los dominicanos.
La democracia en el país no perecerá, como tampoco se puede poner en juego la existencia del glorioso Partido Revolucionario Dominicano, el partido del pueblo, y de la libertad.
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