El Dr. José Francisco Peña Gómez, fue un hombre progresista,
ya que amaba el progreso, siendo por ello que se empeñaban de manera personal
para que las cosas caminaran correctamente rumbo al éxito, siempre apegado a
los mejores principios sin permitir que nadie ni nada desviara su atención.
Como progresista Peña Gómez, cobró los más grandes elogios, ya no solo de sus compañeros
del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) sino de otras importantes figuras a
nivel internacional, sobre todo de sus connacionales y sus aliados de la
Internacional Socialista del cual fue miembro de hecho y pleno derecho.
De acuerdo a lo expuesto por el ex diputado del Partido
Revolucionario Moderno (PRM) Jorge Frías, la creación de la Provincia de Santo
Domingo Este, se debió al pensamiento progresista del Dr. José Francisco Peña
Gómez, impulsado por un grupo de legisladores seguidores leales de sus ideales
que acogieron sus ideas y por misión descentralizada de la administración
municipal que él dirigió mientras se desempeñó como alcalde de la ciudad de
Santo domingo, Distrito Nacional.
Mientras que el ex presidente del PRD, Ing. Ramón Alburquerque entiende
que la vida del gran líder revolucionario perredeísta estuvo llena de progreso.
Para Alburquerque, la figura de Peña Gómez, constituye en un
detalle trascendente, porque fue un excelente material humano que trajo al mundo
con su nacimiento, constituyendo hoy por hoy un caso para el estudio de la
psicología, sociología y antropología política interesada en explicar cómo una
persona de extracto tan humilde se tornara como un paladín de la sociedad
dominicana, y sobre todo un gran demócrata. Es decir: su origen nunca se
hubiese propiciado para ser el líder de masa que fue.
Sin embargo, para el ex presidente del PRD, Peña Gómez, es
una veta rica con muchas características de tragedia humana, con una biografía
cargada de estigmas, racismo, opresión, sangre, dolor, lágrimas, exaltación,
glorias hacia la historia; su historia, considerando además que no le fue
fácil, porque conociéndose la historia del país, un hombre de piel negra se
convirtió en ese gran paladín de la sociedad dominicana, y el mejor exponente
de la democracia, no solo en esta media isla, sino también en toda América
Latina y el Caribe.
Probablemente la característica del Dr. Peña Gómez, por
muchos de sus compañeros ha sido confundida con la de un apóstol negro, tan
trascendental que nadie en el partido
Revolucionario Dominicano pudo sustituirle en su calidad de líder, y se granjeó el
respeto y el cariño de todos el que le conoció, con una capacidad intelectual
desbordante, y una singular resistencia al trabajo sostenido, que a pesar de
su pobreza, le premió de una fina nobleza natural.
Los perredeístas, herederos de su obra patricia, además
conocieron en cercanía sus excepcionales cualidades, y el pueblo dominicano, a
quien pertenece su figura de manera total,
debe detenerse a escudriñar su admirable disciplina y métodos de trabajos que
le permitieron convertirse en una de las personas más ilustradas en la historia
de su país; siempre resaltando su dedicación ciento por ciento a su partido y
su militancia.
Fue un paladín de libertades y la democracia a carta cabal,
siendo el dominicano más internacionalista reconocido del área del Caribe,
Centro y sur América, África, y parte de Asia, dinamizando así a la
Internacional Socialista, é impulsó y promovió el derecho de elegir y ser
elegido sin discriminación, favoreciendo con ello la equidad y la justicia; de
igual manera introdujo el concepto de cuotas
en auxilio de los grupos desfavorecidos, como: las mujeres, jóvenes,
comunitarios, religiosos etc.
El Dr. José Francisco Peña Gómez, estuvo a nivel de los más
grandes iconos de la Internacional Socialista de su época, tales como: Felipe
González, Bettino Craxi, Willy Brandt, Francois Miterrand, Mario Soarez, Olof Palmer, Raúl Alfonín, Omar
Torrijos, y otros de no menos categorías dentro de la I.S., todos ellos de
carácter progresistas, y quienes distinguían la labor del líder perredeísta.
Ramón Alburquerque, Dijo que Peña Gómez, no fue una marca
comercial, sino que significa algo divino para los dominicanos, y comparó a su
grandeza con la de Rómulo Betancourt en Venezuela, José Figueres en Costa Rica, Omar Torrijos en
Panamá, Nelson Mandela en Sudáfrica, Mario Soarez en Portugal, Haya de la Torre
en Perú, Salvador Allende en Chile, Juan Domingo Perón en Argentina, o Eliecer
Gaetan en Colombia, entre otras grandes personalidades del mundo político
internacional.
Peña Gómez en definición del poeta y escritor Lic. Tony Raful
José francisco Peña Gómez, fue un líder democrático con
visión progresista de la política y social que aspiró a transformar. Cuando se
dice progresista se refiere a que su pensamiento ideológicamente social
demócrata, estuvo siempre en permanente evolución, de acuerdo con los cambios
que se operaron en el mundo a raíz de la caída del Muro de Berlín y la
desaparición de la Unión Soviética, la que dio al traste con el término de la
Guerra Fría.
Tan es así, que su último discurso en la Internacional
Socialista en el año 1997 en Santiago de
Chile, Peña Gómez, advierte sobre la teoría del libre mercado y opta por una
concepción social del mercado, para no
dejar a expensa de los especuladores y del gran capital, a la masa desamparada que requiere compensaciones
sociales y reivindicaciones de clase.
Era progresista porque vio
siempre el progreso desde una perspectiva humana y no exclusivamente
material. Era progresista porque rechazó siempre los regímenes dictatoriales,
tiránicos y absolutistas que representan el pasado. Abogó por acciones que
condujeran a la transformación de la sociedad.
Su discurso no se opuso nunca al desarrollo de la técnica, la
era digital, la cibernética y los dramáticos cambios que se estaban
materializando, pero haciendo hincapié en el ser humano, como centro de
gravedad de toda iniciativa social. Era un líder consecuente con los pobres,
con los humildes, y luchó por la superación, por el trabajo productivo y por la
regulación de las leyes del mercado.
Admiraba las sociedades de los países del Norte de Europa, cuyos Estados eran
socialdemócratas y tenían asegurados los beneficios y ventajas a todos los
sectores que integraban la sociedad.
Si Peña Gómez, fue revolucionario y lo era, si era
democrático y lo fue, entonces tenía que ser progresista porque se puso al lado
de los cambios, no fue retranca, sino
vanguardia. Toda su lucha al frente del PRD y contra las
arbitrariedades, incluyeron una visión moderna de la política acorde con las
modificaciones y cambios en la correlación
de fuerzas sociales. Peña Gómez, fue el líder más consecuente y querido por las
grandes masas populares en el país,
respetado y valorado por los líderes de la
Internacional Socialista. Solo la muerte pudo interrumpir su histórica
presencia progresista y renovadora por este mundo de injusticias y opresión.
POR OLGA CAPELLÁN
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