"Afirmaron que era un zángano...Hubo un ángel que le enseño a leer...Cuando amanecía, el despertador eran los animales...Cuando murió ese señor, dijo: No me alegro por su muerte, pero me siento un hombre descansado... Era tanto trabajo para una niña de doce años...Conoció a David, un monstruo que la entendía..."
Oriunda de Tábara Abajo(Azua). Reside en Madrid, de profesión peluquera. Es sin proponérselo un proyecto personal construido amigando a silabas, palabras, frases, oraciones y párrafos; robados al corazón de esta mujer inquieta e inteligente. Menuda, de rostro bonito y sonrisa contagiosa.
Una historia contada con la gracia propia de la mujer dominicana. Una mujer que nace y crece en un entorno generalizado de prejuicios machista. Teniendo que abrirse paso, superando sus propias limitaciones y adversidades que se le van cruzando por el camino. Emerge desde lo más profundo de su alma dándole una vida de ficción a Violeta.
Cuentos. Fantasmas. Cábalas. Que se repiten. Alimentándose de generación en generación hasta que decides si creerlo o no. Un viaje por la infancia, la adolescencia y la adultez; interactuando la familia, la amistad, el amor, el deseo de aprender y el emprendimiento.
La migración y la popularización de las tecnologías han mitigado muchas de estas creencias, que, han provocado aún más-indefensión social-en etapas vulnerable del desarrollo del ser humano. No sé si aún las mismas continúan visitando las noches de miedo y terror de niños y adolescentes.
Ha sido un inmenso placer leer su libro; donde-disfruté y sufrí-con el personaje de Violeta. Me encantó sus ansias inagotable e incansable de lucha; de ser cada día mejor persona. Sin limitaciones sexistas mentales. Trabajadora tenaz. Con un objetivo explícito como mujer...
En la búsqueda de subsanar sus deficiencias (comprobado suspenso en educación en nuestro país) no resueltas-en las aulas-decide por si misma ir a su encuentro acudiendo a clases de literatura para mejorar su ortografía.
Así nace este libro de Autoayuda:
"más que mujer" Por Luz María Marte
Madrid, España.
Por Balbina Negreira
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