El autor es abogado, escritor y dirigente del Partido Revolucionario Moderno. Reside en Nueva York. |
Preliminar
A- Mi alejamiento de Mejía comenzó cuando en 1979 siendo él Ministro de Agricultura fue partícipe de que en la hermosa Sabana de Sansón en el municipio de Oviedo se depositaran desechos radiactivos provenientes de un Estado Norteamericano. El no pudo negar este hecho, específicamente en el Listín Diario de aquella época consta esa información. Ese daño ecológico no se llegó a consumarse por la contundente oposición de los ecologistas de entonces, y porque el presidente Guzmán, un verdadero estadista, también se opuso.
B- A partir de ahí y por otros tantos hechos, comencé a desconfiar del patriotismo de Mejía y de que en vedad tuviera en mente un proyecto de nación. El tiempo me daría la razón, ya que entre los años 2003 y 2004, siendo él presidente de la República permitió que se depositara en las zonas costeras de Samaná y Manzanillo el desecho toxico rokash que tanto daño causó a la población pobre y al suelo de esas provincias. Para esa época el Ministro de Medio Ambiente era el historiador Frank Moya Pons.
C- Ese alejamiento de mi persona con Mejía crecía a medida que sus ejecutorias como gobernante iban tornándose cada vez mas improcedentes y antipueblo. Diligenciarle a la Dole Dominicana miles de tareas para que sembrara piña arrendándole tierra por centavos por 99 años, fue otro motivo que se vino a sumar al disgusto existente. Posteriormente, cuando definitivamente vi que él era un gobernante más al servicio de las elites económicas, que todo en él era un engaño y demagogia, que en sus metas no había un proyecto de nación, entonces me fui radicalizando y comencé a denunciarlo y a enfrentarlo por los medios a mi alcance, pero no sin antes tratar de que él reflexionase. Muchos recordarán mis artículos donde lo invitaba a que se casase con la gloria, que se mantuviera como el líder del partido, que siguiera los ejemplos de Nelson Mandela y Ricardo Lagos, entre otros. En muchas ocasiones escribí, señalándole que si no lo hacía así, iba a dividir el partido, cosa que nos impediría acceder al poder. El no oyó a los que de buena fe lo abordamos con este planteamiento. Es que ya el hombre sufría el síndrome del gusto por el poder, (el gusto por el carguito) el cual corrompe y a echado a perder a muchas naciones. El solo escuchó a quienes hoy han demostrado ser verdaderos corsarios y filibusteros de la patria.
D- Fruto de esas críticas públicas a ese exgobernante, me ha llegado la noticia de que he sido suspendido como miembro del PRM y sometido a un juicio disciplinario que puede terminar expulsándome del Partido. En esta ocasión, específicamente se me acusa de hacer desconsideradas imputaciones a ese expresidente de la República Dominicana en un artículo de mi autoría publicado en varios diarios digitales con el título: “Hipólito es único, es atípico, el más dichoso, un fenómeno”. Vaya pues también el presente artículo para que sea anexado al expediente con que se me ha de juzgar.
E- No entiendo cómo se puede llegar a la conclusión de que los juicios expresados por mí en ese y otros artículos, se puedan evaluar como desconsideradas imputaciones a menos que haya otro motivo para quererme expulsar del partido rompiendo la soga por lo más débil. Confronto esta evaluación, porque se me hace cuesta arriba creer, que verdades evidentes y comprobadas se puedan evaluar como desconsideradas imputaciones.
F- Para que el lector haga sus propios juicios, de inmediato analizo el artículo que tiene las supuestas desconsideradas imputaciones, y por lo cual se ha iniciado un proceso para expulsarme del partido, que dicho sea de paso, fui su primer ideólogo. Cuando en julio del 2012 planteé que si los disidentes del PRD de aquel entonces (más de dos millones de militantes) queríamos concurrir a las elecciones de 2012 tendríamos que hacerlo formando otro partido, lo postulé bajo el argumento de que no había fórmula alguna para quitarle el PRD a Miguel Vargas. Tengo documentos (artículos publicados), que confirman esta declaración.
Analizando los conceptos del artículo que supuestamente avalan mi posible expulsión
G- Ese artículo lo comienzo con el párrafo siguiente: Hipólito, sin ser revolucionario, lideró un Partido Revolucionario: el PRD, y ahora, un Partido que dice ser Revolucionario: el PRM. Pero además, el viejo PRD tenía su “Proyecto De Nación”, e Hipólito fue incapaz de implementarlo. Ahora, el nuevo PRM también tiene un “Proyecto De Nación”, lógicamente ante la ecuación (Hipólito, en el ayer pudo y no lo hizo), surge la interrogante: ¿Lo hará en el mañana, en el caso que de nuevo llegue a presidente? (fin de esta cita). Ahora bien, yo pregunto a los miembros del honorable Consejo Nacional de disciplina del PRM ¿Contiene este párrafo una imputación desconsiderada? ¿Es el compañero Hipólito un revolucionario?
A los que me leen y a los honorables que me van a juzgar, dejo la respuesta.
Más adelante en mi artículo expreso lo siguiente:
H- ¿Puede hablar Hipólito Mejía de un Proyecto de Nación que contemple primero la gente? A menos que no sea “primero la gente rica”, tal como lo demostró con el manejo de la quiebra de Baninter a favor de los ricos. ¿Puede hablar Mejía de defensa a la Soberanía Nacional cuando frente a los múltiples contratos que Leonel otorgó a ciertas transnacionales no ha dicho ni esta boca es mí? Pero tampoco ha dicho nada frente a un neoliberalismo que se traga al país. Me estoy refiriendo al expresidente Hipólito Mejía, quien con sus chistes y relajos alcanzó la Presidencia de la República Dominica, se alzó con el liderazgo del Partido, se ha hecho empresario millonario y que ahora con su vida loca, se burla de sus seguidores. Hablo de un hombre que no tiene ideología, sino intereses y que asocio más con Cuquin Victoria, Boruga y Pololo, que con un hombre de Estado.
I- Del párrafo anterior imagino que lo que realmente ha molestado al líder son las dos últimas líneas: “Hablo de un hombre que no tiene ideología sino intereses y que asocio más con Cuquin Victoria, Boruga y Pololo, que con un hombre de Estado”. El compañero Hipólito debería de mirar las fotografías (y reflexionar sobre las mismas) donde él aparece con su amigo Danilo Medina y sus funcionarios más cercanos riéndose de sus chistes. Ellas pintan un cuadro repugnante y de burla al pueblo perremeista y demás partidos de la oposición que luchan con todos sus esfuerzos para salir de estos abominables gobernantes. Duele ver como nuestro líder se lleva tan bien con el Medina que compró el congreso con dinero de Punta Catalina (con dinero del pueblo), para además trampear las pasadas elecciones. ¿Es esa una manera honrada y elegante del llamado a ser el más contundente opositor y líder? A los honorables que me juzgarán, dejo la palabra.
J- En cualquier lugar que Mejía se presenta, la gente va masivamente a verlo. Pero no a ver al estadista, sino al “showman” para reírse de sus ocurrencias. Los “tigueres” de nuestros barrios, iletrados como ellos solos, sin formación política, que actualmente están en bachata, ron y mañana gallo, aquellos que cuando les hablo del establishment, me preguntan ¿De qué palo es esa tabla?, concurren en tropel a degustar del showman; es decir, de la versión romana de pan y circo para, según ellos, “darse una cura con Hipólito”. Todos sabemos de la capacidad histriónica de Mejía para los chistes y relajos, a tal punto que yo siempre he sostenido que él es un hombre tan dichoso, que si no le hubiese funcionado la política se la hubiese buscado en la TV compitiendo con nuestras grandes figuras del humor.
K-Otro párrafo del texto donde se considera que manifiesto “desconsideradas imputaciones” contra el expresidente, dice lo siguente: Hipólito es tremendamente dichoso, y lo es, puesto que pese a todas sus lagunas intelectuales y políticas, y a todas las derrotas que bajo su conducción ha tenido el Partido, todavía él sigue siendo el líder de una cantidad apreciable dentro del nuevo PRM, sin soslayar en este punto que las elecciones del 2000 con él de candidato se ganaron, porque en ese momento histórico aquel PRD de entonces ganaba de calle con cualquier candidato. ¿Hay desconsideradas imputaciones en este párrafo, para que yo sea expulsado del partido?
L- Hipólito Mejía es un fenómeno político, puesto que aún cuando da claras muestras de amistad y simpatía por los adversarios y enemigos del pueblo, entre sus seguidores esas inclinaciones no le hacen mella. En ese tenor, sus amigos fueron o son, cuantos trujillistas, reaccionarios y personajes que se han hecho millonarios robándole al pueblo. Pero en este capítulo, de manera particular hay que destacar su especial amistad con Danilo Medina. Hipólito, pese a tener una hija participando en la contienda como vicepresidenta, este hecho no fue óbice para que él le diera una ayudita a Medina en la campaña electoral, elogiando su gestión presidencial. Si profundizamos más encontraremos que esa ayuda fue más lejos, pues la incursión de Mejía en buscar la nominación presidencial por el PRM, fue una jugada calculada para ayudar a Medina, puesto que él bien sabía que no le ganaba la convención a Luis Abinader. Ese año gastado en esa lucha por la nominación, solo favorecía a Medina, como al final sucedió. Pero tampoco, esta acción ha hecho mella entre sus seguidores. ¿Hay calumnia en este párrafo?
M- Ahora tenemos a Hipólito Mejía de nuevo en la palestra, tratando de alzarse con la nominación presidencial por el PRM. El no ignora, por muchos motivos, que eso es un absurdo. El está consciente que es imposible que de nuevo le gane una Convención a Luis Abinader o a otros que surgirán del Kilombo. Lo hace por varias razones aberrantes. Primero, para ayudar a su amigo Medina, quien ya se sabe será el candidato del PLD en el 2020, y segundo, porque la participación en una campaña electoral representa muchos millones de pesos que van a parar a los bolsillos de los candidatos. Además, esa amistad resulta muy provechosa para los negocios de Mejía, mas no así para el PRM. ¿Es calumniosa esta imputación?
N- A esta altura del juego ya Mejía (el supuesto líder de la oposición), no se contenta con elogiar públicamente a Medina, sino que le envía cartas, como ocurría en los viejos tiempos del romanticismo. Con tales maneras, Hipólito funge como el mejor vocero y relacionador público del PLD, no como el opositor serio que debería ser. En el futuro ya no sabremos cómo será esta manifestación de confabulación y de amor de Hipólito con Medina, lo que irremisiblemente llevará al PRM a que de nuevo se pierdan las elecciones programadas para mayo de 2020. ¿Estoy calumniando en este párrafo, o diciendo una verdad de perogrullo?
Ñ – A pesar de todo el negativo fardo anterior que pende sobre la figura de Mejía, y de que él se ha revelado como un comerciante más de la política, él sigue siendo el líder de un batallón de seguidores que no cuestiona ese liderazgo. Consecuentemente, lo siguen considerando el candidato presidencial ideal para mayo de 2020, porque con él (dicen sus fanáticos seguidores), es el único con quien se puede contar para un proyecto de nación. ¿Es este párrafo difamatorio?
Hablando de corrupción y de traición
O- Señores del jurado, hasta ahora no he hablado de corrupción y de traición, pero ya se hace necesario abordar el tema. Todos recordamos que la reelección del compañero Hipólito en el 2004 se hizo comprando legisladores para reformar la Constitución con dinero que se había tomado prestado, y que ahora el pueblo pobre tiene que pagar con grandes intereses. ¿No es eso corrupción? Pero también esa reelección implicó una traición a los principios no reeleccionistas del otrora glorioso PRD y también al líder José Francisco Peña Gómez. En esa ocasión, el compañero Hatuey Decamps fue expulsado del partido acusándolo de traidor, pero el compañero Hipólito incurrió en doble acto de traición (violó los principios no reeleccionistas del partido y compró legisladores con el dinero del Estado) y no fue juzgado, cuando también debió de ser enjuiciado por esos hechos que llevó a la destrucción de nuestro glorioso PRD. ¿Son estas reflexiones injuriosas? ¿O es que definitivamente los expresidentes no se tocan, aunque estos se hayan burlado de la Constitución y de las leyes adjetivas?
P- Tener un gobernante una tarjeta de crédito de un banco privado a titulo de donación y abusar de esa tarjeta (la tarjeta de Baninter), como fue el uso que se le dio a la misma, ¿no es eso corrupción? También es corrupción rampante querer otorgar a la viuda de un difunto General balaguerista (quien fue unos de los mayores azotes de los perredeistas de aquel entonces) un contrato de 500 millones de dólares con una compañía fantasma formada al vapor que nada tenía que ver con rayos x. También puedo pensar que hubo corrupción en la entrega de 55 mil millones de pesos a los ahorrantes de Baninter. Es lo que se está viendo en este mundo de líderes. Lula aceptó sobornos millonarios por la sobrevaloración de Punta Catalina. Que me impide a mí y a otros pensar que alguien que hace un par de mansiones públicamente con los recursos del Estado, no es también capaz de otros entuertos? ¿Es Mejía un vocero idóneo para que en estos momentos o en cualquier otro esté dando conferencias de cómo combatir la corrupción? ¡Por Dios, no engaños más a nuestro pueblo!. Señores, la gente a la que le ha llegado la noticia de esa conferencia, se burla de la misma. No consintamos semejante paradoja, ella no le hace bien a nuestro partido, puesto que caemos en el descredito y la burla.
Q- Se me acusa de hacer desconsideradas imputaciones al expresidente de la República Dominicana Hipólito Mejía, entonces, ante la evidencia de los hechos que contrastan con estas aseveraciones, yo le pregunto al lector, ¿No son estos los escrúpulos de María Gargajo? ¿Tuvo él consideración para con su pueblo, después de las elecciones del 2004, específicamente en el periodo de transición, cuando el país se tornó en un infierno? ¿Hemos olvidado sus burlonas expresiones para con la gente del pueblo que desesperada por la carestía y la inflación solicitada al señor presidente hacer algo para remediar esta situación? ¿Se ha olvidado aquello, de que si la calle está mala súbanse a la acera” o “el que quiera un huevo que lo ponga”, etc.? ¿Por qué de estas desconsideraciones y actos de corrupción no se habla ni se lleva a juicio a su autor? Reitero: ¿Será que los expresidentes son intocables, que no se pueden enjuiciar aunque barran el piso con la Constitución y las leyes?
Pero también, ¿por qué mis supuestas violaciones a los estatutos del partido se toman en cuenta para expúlsame y con las violaciones cometidas por Hipólito a esos estatutos, la dirigencia del PRM que está buscando mi expulsión, se hacen los desentendidos? En este caso, como siempre, ¿Romperá la soga por lo más débil?
Hipólito frente a la historia
Trujillo, Balaguer, La cuarenta, el Sisal, Nigua, el Pozo de Nagua, los Panfleteros de Santiago, Constanza, Maimón y Estero Hondo, las Manaclas, Manolo Tavares, Hermanas Mirabal, 1J4, La raza inmortal, los que llegaron llenos de patriotismo, MPD, PRD, abril de 1965 y sus cinco mil muertos, 12 de enero de 1972, Los Muchachos (Amaury Germán Aristy, Ulises Cerón Polanco, Virgilio Perdomo Pérez , Bienvenido Leal Prandy), Playa Caracoles, Caamaño, Hamlet Herman, Fernández Domínguez, Juan Miguel Román, Lora Fernández, Amín, Otto Morales, Homero, El Moreno, Orlando Mazara, Henry Segarra, Guido Gil, Pichirilo, Flavio Suero, Oscar Santana, Lalane José, Gregorio García Castro, Orlando Martínez, Radhames Méndez Vagas, Narciso Gonzales, encarcelamientos, persecuciones, torturas, deportaciones, exilio, fusilamientos, asesinatos, sangre derramada, la banda colorá, utopías fallidas… ¿ Hipólito, forma parte de esta historia? un hombre que nunca ha ido a una cárcel, que no ha sido perseguido por razones políticas, a diferencia de tantos dominicanos de militancia revolucionaria, quienes por esos infortunios de la vida, en vez de ser ensalzados, han sido vituperados, como ha sucedido con los constitucionalistas de 1965, que han tenido que mendigar pensiones para no morirse de hambre junto a sus esposas e hijos.
¿En que han devenido esas luchas, donde se perdieron tantas vidas y donde hubo tantos los sacrificios y sufrimientos? Una sociedad en que la única motivación humana es el egoísmo, el interés personal, una sociedad de privilegios, de injusticias sociales, de impunidad, de corrupción, del sálvese quien pueda, de antivalores, donde un reducido número de familias indolentes disfruta y dilapida las riquezas de la patria, mientras la mayoría sobrevive en la miseria y la ignorancia. Es el cuadro que contemplamos compungidos nosotros los de la generación perdida en el ocaso de nuestras vidas, y para más tristeza, desde tierras lejanas.
¿Valió la pena toda aquella lucha titánica para estos magros resultados y para que un Hipólito Mejía ideológicamente en la acera del frente, esté de líder de aquellas fuerzas sociales revolucionarias que fueron masacradas por las élites que él representa y que tan gustosamente les sirve? ¿Fue para este fin tantas luchas con tantas vidas perdidas? Ante los resultados ¿valieron la pena todas aquellas epopeyas heroicamente revolucionarias?
¡Por Dios, no más Hipólito Mejía!
En Colombia, después de la derrota del “Sí” por las trapisondas de Álvaro Uribe, ha surgido un movimiento ciudadano de repudio a ese demonio viviente que ha calado en todo el pueblo y que se ha hecho viral en las redes sociales con la consigna: “Uribe, no jodas más”, deja tranquilo al pueblo, deja que llegue la paz.
En general, los pueblos les están diciendo a los fascistas y a los neoliberales que quieren hacerse del poder de manera violenta: “no jodan más”. También se les está diciendo lo mismo a los imperios. Paren esas estúpidas guerras geopolíticas para saqueo de recursos naturales, “no jodan mas” con eso, para que evitemos un holocausto nuclear.
Por igual, en nuestra República Dominica debe surgir un movimiento masivo contra todos los peledeistas, perredeistas, reformistas, etc., que han hipotecado, endeudado y saqueado nuestro país, que le diga a esos corruptos “no jodan mas”; no hagan más daño del que han hecho. A Hipólito, por una cuestión de ética, respeto a sus años y a su investidura de expresidente de la República, no lo espetaríamos con una frase tan gorda, pero sí le diríamos: ¡por Dios, no más Hipólito Mejía!, déjenos en paz para que podamos honrar, recordar, y hasta llorar tranquilos a nuestros tantos muertos por causa de la patria.
Posdata
1- A los compañeros Andrés Bautista García, presidente del PRM; a Jesús Vásquez Martínez, Secretario General del PRM; y a todos los integrantes del comité disciplinario que han de juzgarme.
En las dos comunicaciones donde se notifica mi suspensión provisional del PRM, ambas, en los penúltimos párrafos expresan lo siguiente:
“La falta política específica imputada al compañero Espaillat, está estipulada en el Literal b) del Art. 38, en el cual se expresa: “Faltar el respeto y la debida consideración a dirigentes y demás compañeros del Partido”. Se comprueba también que en el presente caso el afiliado ha faltado a los deberes contenidos en los Literales a), d) v h), del Art. 7 de los Estatutos.
“Demás está resaltarle los ingentes esfuerzos que estamos comprometidos a realizar con el propósito de hacer prevalecer la disciplina en nuestra organización, especialmente en estos momentos cuando libramos, junto al Bloque Opositor, una lucha sin cuartel en pro de la institucionalidad democrática en nuestro país”. (Fin de la cita).
Pues bien…Le pido al Consejo Nacional de disciplina que estudien bien el contenido del artículo de hoy, pues entiendo que bien analizado, lo que ustedes han calificado como falta de respeto y desconsideradas imputaciones, bien analizadas, vienen a ser verdades evidentes. Lo que en consecuencia, si obramos con justicia, (y así lo pido), Mejía debería de ser suspendido y sometido también al Consejo Nacional de disciplina, para su posible expulsión del PRM. No obvien que Mejía nunca ha sido ni será uno de los nuestros; es decir, del sector revolucionario que proclamamos ser. Por algo nuestros partidos (PRD Y PRM), tienen en sus siglas la palabra revolucionario. Mejía más bien ha sido un “Caballo de Troya”,” Una Quinta Columna”, en las filas revolucionarias. Puede ser que yo haya violado algunos de los estatutos del partido, pero Mejía los ha violado todos ¿Estamos?
A los aspirantes a presidentes por el PRM
Aprovecho esta oportunidad para expresarle a los dirigentes del PRM, que aspiran a una candidatura presidencial para el 2020 por este partido, pero que mantienen un liderazgo que no cuaja por estar a la sombra de Mejía, que si no se deciden a romper con ese cordón umbilical infectado nunca lograrán sus metas presidenciales. Peña Gómez rompió con Juan Bosch expresando: “Yo soy un astro con luz propia”. En ese devenir, Danilo Medina del mismo modo enfrentó a Leonel hasta volverlo un mequetrefe. Si nuestros líderes jóvenes no se deciden a salir del closet para enfrentar la ancianidad que actualmente tiene las riendas del partido, auguro que habrá PLD hasta más allá del 2044, tal como ha vaticinado Leonel Fernández.
A los Hipolitistas
A los hipolitistas que se dejen de la ingenuidad de estar acusándome de que con mis escritos estoy sembrando cizaña y fomentando la división del partido. Que dejen de estar buscando chivos expiatorios. El verdadero responsable de la división del PRD y ahora del PRM, es su líder Hipólito Mejía, sino lo creen así, remítanse a los hechos o a la opinión de Hugo Tolentino Dipp. La realidad es, que el PRM está dividido, aunque quieran encubrir éste hecho, con pronunciamientos que solo creen los tontos. Yo solo estoy manifestando lo que muchos sienten, conocen y quieren expresar, pero que no lo hacen por miedo o porque no tienen los medios y la capacidad para ello. Son muchos los que me expresan en privado, al oído: “mira, yo estoy jarto, cansado hasta la coronilla de Hipólito Mejía.
Finalmente, note el lector, que se me está incoando un juicio de expulsión no porque sea un ladrón o desaprensivo sinvergüenza sino por las acusaciones infundadas ya señalas. En República Dominicana, los ladrones no son juzgados; al contrario, los premian nombrándolos cancilleres, embajadores, cónsules y ministros; o los eligen diputados, senadores y hasta presidentes del país. Es un hecho comprobado. ¡Oh Dios, hasta cuando!
Por Miguel Espaillat
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