Al poco tiempo de comenzar la guerra en Ucrania, Rusia anunció la anexión de cuatro regiones del país invadido: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. En una de estas regiones se encuentra una importante instalación, el Instituto de Física y Tecnología de Járkov. En este enclave, que contribuyó a la creación de las primeras bombas atómicas de la Unión Soviética, se encuentra el dispositivo experimental ‘Neutron Source’.
Hasta en 74 ocasiones ha atacado Moscú este lugar, que contiene tanto uranio enriquecido como para contaminar gran parte de la ciudad en caso de liberarse. Esto, pese a que la entidad acordó en 2010 dejar de trabajar con uranio en el marco de los esfuerzos de no proliferación nuclear. Pese a ello, todavía existen allí materiales altamente peligrosos, como es el uranio de la fuente de neutrones.
Tras el inicio de la invasión, los científicos pusieron el experimento, la fuente de neutrones, en modo de apagado prolongado. Pero el riesgo todavía existe. Porque, en su construcción, no se tuvo en cuenta la posibilidad de que sufriera ataques, por lo que la fachada no está diseñada para soportar impactos. Durante este tiempo, drones y cohetes han dañado el edificio, que se encuentra a poco más de 20 kilómetros del frente de batalla. De hecho, la onda expansiva de una de las explosiones desprendió el yeso de una de las paredes.
Esta fuente de neutrones está compuesta, en esencia, de dos componentes clave: un núcleo y un acelerador de partículas de 27 metros conectado a él. Un proyecto financiado parcialmente por Estados Unidos, a cambio de que Ucrania renunciara al uranio para la fabricación de bombas.
Ataques de Rusia
Desde el inicio del conflicto, ucrania ha acusado a cinco soldados rusos de atacar las instalaciones de forma deliberada. Y estos impactos podrían haber hecho contaminar la zona, en la que viven cerca de 640.000 personas. Además, la Fiscalía ucraniana ha acusado a los oficiales de intentar utilizar el daño medioambiental como un arma de guerra.
Al poco tiempo de iniciarse el conflicto, una subestación transformadora fue alcanzada y, como resultado, el edificio se quedó durante meses sin electricidad. Fue necesario recurrir a la calefacción de emergencia para evitar que el agua de refrigeración se congelara y dañara el revestimiento de las barras de combustión de uranio.
Fuente AS
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