sábado, 28 de diciembre de 2024

Impactos del cambio climático podrían reducir hasta un 2.5% el PIB regional

 

El aumento de temperaturas impactará sectores como la agricultura y turismo

El cambio climático continúa representando un desafío para las economías de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Capard), de acuerdo con un análisis de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca). El informe proyecta un aumento de hasta 1.5% en la temperatura promedio regional entre 2020 y 2025, en comparación con el promedio histórico de 1986-2006. Resalta que un incremento de 1°C podría reducir hasta un 2.5% la producción económica regional, especialmente en sectores sensibles como la agricultura y el turismo.

En el caso de República Dominicana, olas de calor más frecuentes afectarían los ingresos por turismo y aumentarían los costos agrícolas, poniendo en riesgo la competitividad de exportaciones como el banano y el cacao. Mientras Costa Rica podría enfrentar una disminución del 4.59% en niveles de lluvia hacia 2025, Nicaragua podría experimentar tanto aumentos como caídas puntuales. Esto plantea retos en la gestión de recursos hídricos, particularmente para la generación hidroeléctrica y el riego agrícola.

La Secmca alerta que la reducción de lluvias podría intensificar las sequías, aumentando costos de producción y reduciendo la disponibilidad de alimentos. Por el contrario, un aumento inesperado de precipitaciones podría ocasionar inundaciones, causando pérdidas materiales y económicas.

Asimismo, el estudio se fundamenta en escenarios diseñados por organismos como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y la Red de Bancos Centrales y Supervisores para Enverdecer el Sistema Financiero (NGFS).

Estos escenarios exploran trayectorias desde políticas climáticas estrictas hasta aumentos globales de temperatura de 3 °C ante la ausencia de medidas efectivas. A la vez, ofrecen herramientas para los bancos centrales y autoridades financieras de Capard, de anticipar impactos económicos y desarrollar políticas de mitigación. Sin embargo, la integración de riesgos climáticos como la inflación y la volatilidad en estrategias macroeconómicas sigue siendo limitada.

Por otro lado, el mismo insta a los países de la región a fortalecer sus compromisos climáticos mediante inversiones en infraestructura resiliente y medidas de adaptación para proteger sectores estratégicos. Destacando así que es importante una cooperación más estrecha entre gobiernos y organismos internacionales para armonizar las políticas climáticas con las prioridades económicas.

Fuente: El Dinero

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