Una mirada rápida a la historia muestra que la guerra ha llevado a menudo al avance de la tecnología, lo que suele tener un coste considerable en vidas humanas. Este nuevo sistema permitiría cazar drones con un láser de gran potencia
La guerra en curso de Rusia contra Ucrania y la guerra entre Israel y Hamás han supuesto el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías con fines ofensivos y defensivos.
En muchos sentidos, la guerra en Ucrania se ha convertido en la primera guerra mundial de aviones no tripulados a gran escala y en la primera guerra de inteligencia artificial del mundo. La tecnología desempeña un papel protagonista en este espectáculo especial. Incluso los ciudadanos ucranianos utilizan estas tecnologías para ayudar a sus fuerzas armadas a registrar las posiciones de los vehículos rusos. Pero en Israel, ahora se está desarrollando un orden tecnológico diferente: Sistemas láser de defensa contra misiles.
Puede parecer ciencia ficción, pero en un momento en que los países de todo el mundo luchan por desarrollar sus propios sistemas de defensa con fines militares, se espera que este nuevo sistema se convierta en el primer prototipo operativo de su clase. A medida que las tecnologías láser avanzan, resulta valioso entender cómo funcionan estos sistemas y cómo usarlos.
¿Qué es un sistema láser de defensa antimisiles?
El nuevo sistema de defensa se denominó formalmente Light Shield, escudo de luz, pero se le conoce también como Iron Beam o rayo de hierro. Se trata de un sistema de armas láser de alta energía (HELWS) de 100 kilovatios que Rafael, una empresa israelí de tecnología de defensa, presentó por primera vez en 2014 y que podría estar operativo el año que viene.
Según la información del sitio web de la empresa, el Iron Beam está diseñado para atacar rápida y eficazmente y neutralizar «una amplia serie de amenazas con un alcance de cientos de metros a varios kilómetros».
Es esencialmente un láser de defensa antimisiles, con un alcance prácticamente ilimitado. Aunque un alcance infinito es imposible porque eventualmente se queda sin piezas y recursos energéticos, Iron Beam tiene un alcance muy amplio en comparación con los sistemas tradicionales que se basan en misiles para interceptar los ataques entrantes.
El Iron Beam o Iron Beam está diseñado para funcionar como parte del sistema de defensa antimisiles multinivel Iron Dome de Israel.
El nuevo sistema de Israel es un ejemplo de sistema de energía guiada, un tipo de arma que utiliza haces dirigidos de radiación electromagnética para lograr ciertos objetivos militares (en este caso, disparar misiles desde el cielo). En general, esto se puede lograr de diversas maneras, incluido el uso de haces de partículas, microondas de alta potencia o laseres de alta energía (HEL). Los dos últimos son los más demandados debido a su potencial uso estratégico, mientras que los sistemas HML parecen ser la forma más común de recibir aplicaciones militares.
Los sistemas NHL se basan en láseres de estado sólido, que utilizan cristales para convertir la energía eléctrica en fotones. Estos láseres de estado sólido de alta potencia producen fotones que se encuentran en la parte infrarroja del espectro electromagnético, por lo que son invisibles para el ojo humano.
¿Cómo se usan en la guerra?
Depende de la potencia de la longitud de onda del fotón del láser, de la potencia del haz y de la superficie con la que choca. Por ejemplo, los láseres de baja potencia, como los que se utilizan como marcadores o pantallas de luz en eventos públicos, crean fotones que forman parte del espectro visible y, por lo tanto, son muy débiles, por lo que tienden a moverse desde niveles altos sin causar daños.
Los láseres de alta potencia, por otro lado, se utilizan para cortar carne en procedimientos médicos o pueden quemar, derretir o vaporizar materiales en entornos industriales. En el contexto militar, como el de Iron Beam, el sistema podría cegar e inutilizar o quemar los misiles o drones que se aproximen, interrumpiendo su trayectoria de movimiento.
Si bien los sistemas HML pueden convertirse en una característica común de los sistemas militares en el futuro, tienen sus limitaciones. En particular, requieren una fuente de energía importante para mantenerse activos. Infligir daño a los objetivos que se aproximan y se encuentran a distancia requeriría decenas o incluso cientos de kilovatios de fuerza. En la mayoría de los diseños de sistemas existentes, la fuente de esta fuerza se desplegaría en el vehículo que transportara las armas, lo que significa que el láser solo podría dispararse durante un breve período de tiempo antes de tener que recargarlo.
Los láseres también son muy sensibles a las condiciones meteorológicas. La lluvia, la niebla y el humo pueden limitar la potencia del haz porque pueden hacer que se disperse.
Uno de los muchos
En todo el mundo, los ejércitos buscan desarrollar sistemas láser para sus propios fines. Aunque las armas de energía guiada se han utilizado durante mucho tiempo, muchos esfuerzos para desarrollar esta tecnología se han estancado. Sin embargo, los avances en la tecnología láser durante la última década han hecho que estos sistemas sean más atractivos.
Estados Unidos cuenta actualmente con 31 programas láser en ejecución y ha estado trabajando para construir sistemas confiables que puedan operar en el campo.
Por ejemplo, en febrero de este año, el ejército estadounidense desplegó cuatro sistemas HAL basados en camiones para realizar pruebas en el campo de batalla en el Medio Oriente. Utilizan láseres de 50 kilovatios montados en vehículos blindados de combate Staker.
La Marina de los Estados Unidos también ha desarrollado sistemas HAL basados en barcos que atacan aviones no tripulados, granadas de mortero y misiles, así como a helicópteros. Un buque de la Armada de los Estados Unidos, el USS Preble (DDG-46), debía equiparse en 2022 con un potente láser equipado con el Sistema Integrado de Vigilancia y Observación Óptica (Helios).
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos también está interesada en utilizar la tecnología en sus aeronaves con fines defensivos y ofensivos. Al mismo tiempo, Rusia está desarrollando un sistema HAL terrestre que podría diseñarse para atacar y cegar a los satélites enemigos.
Dicho esto, si Israel logra desplegar con éxito el rayo de hierro el año que viene, es probable que pronto se le unan otros sistemas operativos en otros lugares, especialmente a medida que aumenta el uso de drones en los conflictos. Una vez desplegado, el sistema proporcionará datos reales sobre sus experiencias sobre el terreno, que serán útiles para futuros desarrollos.
Por un lado, estos sistemas pueden ser herramientas valiosas para defender a la población civil contra posibles ataques con aviones no tripulados, pero por otro lado, como todas las armas nuevas, también ponen de relieve la naturaleza evolutiva de la guerra.
Fuente Euronews
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