sábado, 10 de agosto de 2024

No hay sobrevivientes en accidente aéreo en Brasil

 

Las autoridades brasileñas confirmaron que no hay supervivientes entre las 61 personas que viajaban en un vuelo regional que se estrelló por la tarde en el municipio de Vinhedo, en el interior de Sao Paulo. El avión, un turbohélice de pasajeros, modelo ATR-72 de la empresa brasileña Voepass Linhas Aéreas, transportaba a 57 pasajeros y cuatro tripulantes. El avión partió al mediodía del municipio de Cascavel, en el estado de Paraná, con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos, vecino a la ciudad de Sao Paulo.

La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) afirmó que supervisará «la asistencia de la compañía a las víctimas y sus familiares, así como la adopción de las medidas necesarias para investigar la situación de la aeronave y la tripulación». El gobierno del estado de Sao Paulo informó en una nota que la Superintendencia de la Policía Técnica Científica (SPTC), la Policía Civil y Militar, además de los equipos del Instituto Médico Legal (IML), han sido movilizados para reforzar los trabajos de retirada de los cuerpos.

La Fuerza Aérea Brasileña ha informado, a su vez, de que ya ha enviado al local un equipo de de investigadores del Cuarto Servicio Regional de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (SERIPA IV), órgano regional de la Cenipa, con sede en Sao Paulo, para iniciar las operaciones.Noticias Relacionadas.

La aeronave cayó y se estrelló en un condominio en el barrio de Capela, en la ciudad de Vinhedo. Según el secretario de Seguridad de la localidad, Osmir Cruz, la aeronave se estrelló cerca de una casa con residentes en su interior, pero nadie en tierra resultó herido. Los vecinos al accidente llegaron a filmar con sus teléfonos la caída del avión y el momento de su explosión.

En cuanto a las causas, el mal tiempo se apunta como una de las principales hipótesis, una vez confirmado que las condiciones técnicas del vuelo y de la tripulación estaban en orden, y del análisis de imágenes que muestran la caída en espiral y brusca de la aeronave.

Especialistas consultados por diferentes medios de la prensa brasileña identificaron que el descenso acelerado y en círculos, entrando en barrena vertical, puede ser el indicio de un «stall», término en inglés para referirse al momento en que la aeronave pierde sustentación aerodinámica, lo que provoca una pérdida temporal de control y una caída en la elevación. Según el portal especializado, Eflyacademy, esa condición no estaría relacionada con el motor, sino con la forma en que el aire fluye sobre las alas del avión.

En entrevista con la cadena de TV Globo en el aeropuerto de Cascavel, un pasajero que no se identificó contó que había perdido el vuelo, pese a que insistió en entrar hasta el último minuto. «Me salvó la vida», dijo, sobre el empleado que no lo dejó embarcar. El superviviente comentó que fueron diez los pasajeros que no embarcaron porque se confundieron de línea. El modelo tiene capacidad para 68 pasajeros, pero embarcaron 57.

Las informaciones preliminares sobre el desastre, citadas por la prensa brasileña, apuntan a que la aeronave realizó un giro brusco en los momentos finales del vuelo y cayó aproximadamente 4.000 metros en un minuto.

Los datos recolectados en Flightradar, la plataforma de seguimiento de rutas aéreas, muestran que el avión ascendió a una altitud de 5.000 metros a las 12.23 pm. y se mantuvo a esa altura hasta las 13.21 pm., cuando comenzó a perder altura.

Otras tragedias

Este es el primer accidente en Brasil de un gran avión en quince años. La última gran tragedia aeronáutica ocurrió en junio de 2009, cuando un Airbus A330 de Air France, en una ruta Río de Janeiro-París, desapareció en el Atlántico, dejando 228 muertos. La mayor tragedia de la aviación brasileña ocurrió en julio del 2007, cuando un Airbus A-320 de la empresa TAM, procedente de Porto Alegre, se estrelló en el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, matando 199 personas, doce de ellas en tierra.

Pero Brasil viene registrando una serie de accidentes constantes en aviones de pequeño porte. Según Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa), la tragedia de este viernes se suma a otros 108 accidentes aéreos detectados este año, un promedio de uno cada dos días. Según esos datos, hubo 27 accidentes fatales y 49 muertes, sin incluir las del accidente de este viernes.

El año pasado, esa entidad registró 155 casos, un 13% más que en 2022. Se trata de un promedio de un accidente aéreo cada dos días, con un aumento de la tasa de letalidad de 49 a 72 víctimas. Los tres principales motivos para estas catástrofes en la última década fueron, según el Cenipa, la pérdida de control en vuelo, la colisión con un obstáculo durante el despegue o el aterrizaje y la falla del motor.

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