El impuesto de 0.15% a las transferencias es un «elemento distorsionador», dijo
De acuerdo con datos del Banco Mundial, el índice de bancarización en República Dominicana se ubica en un 51.3%, dejando fuera del “pastel financiero” a casi la mitad de la población económicamente activa. Se trata de una realidad destacada por el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández, quien afirmó que, de cada 10 dominicanos, cinco están fuera del sistema financiero.
En su participación en la apertura del Congreso Internacional de Finanzas y Auditoría (CIFA) y del Seminario Latinoamericano de Contadores y Auditores (Selatca), en conjunto con Asociación de Bancos Múltiples (ABA), no solo abordó la eliminación de cheques y la incidencia de la informalidad en la bancarización de la población. También explicó cómo la informalidad económica sigue siendo un desafío para la inclusión financiera en el país.
Fernández destacó que, aunque hay una tendencia creciente hacia los pagos digitales y el uso de aplicaciones financieras, el efectivo sigue siendo una realidad persistente en la economía dominicana. Este fenómeno se refleja en la demanda de emisiones de billetes, una situación confirmada por la Junta Monetaria y el Banco Central, con su contratación mediante licitaciones internacionales, lo que refleja la continua demanda de efectivo en el país, indicó.
Aunque destacó que la dinámica de los pagos digitales y el uso de aplicaciones móviles modifican gradualmente el panorama financiero del país, señaló que la informalidad económica, que afecta al 50% de la población, sigue siendo un obstáculo para la plena adopción de pagos digitales.
La preferencia por el efectivo está profundamente arraigada, y esta informalidad dificulta la bancarización, la inclusión financiera de muchos ciudadanos, lo que, a su vez, dificulta la transición hacia una economía más digitalizada y formal.
La informalidad económica, que afecta a aproximadamente el 50% de la población, se presenta como uno de los mayores obstáculos para la bancarización. Fernández sostuvo que la prevalencia del efectivo está estrechamente ligada a esta informalidad.
El impacto del 0.15% de los pagos terceros
Uno de los puntos críticos mencionados fue el impacto del 0.15% de cada pago de terceros, descrito por Fernández como un “elemento distorsionador” en la conducta financiera de la población. A su entender, este costo adicional desalienta el uso de servicios bancarios formales y perpetúa la preferencia por el efectivo.
En su participación, el superintendente citó que, a pesar de las conversaciones con el ministro de Hacienda sobre este tema, la eliminación de este cargo enfrenta la realidad de un déficit fiscal que el gobierno necesita cubrir. “Uno de los factores que más impacta negativamente en la bancarización de la población es el 0.5% de cada pago de terceros. Esto distorsiona la conducta y el uso del dinero, afectando cómo pagamos y gestionamos nuestras finanzas. Aunque el ministro de Hacienda está de acuerdo conmigo, el año pasado esto generó unos RD$12,000 millones”, dijo.
El impuesto de emisión de cheques y pagos por transferencias electrónicas es una disposición del Código Tributario, que aplica tanto a personas como empresas y se calcula a una tasa de 1.5 por mil (RD$0.0015 o 0.15% por cada peso), sobre el valor de los cheques de cualquier naturaleza pagados por las entidades de intermediación financiera (EIF) y sobre las transferencias o pagos electrónicos realizados a terceros.
Según lo indica la ley, la entidad financiera actúa como intermediaria para retener los recursos correspondientes al pago del impuesto, cuyo destino es la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
En ese sentido, citó a Uruguay como un ejemplo positivo de cómo se pueden implementar medidas efectivas para aumentar la bancarización. Uruguay ha logrado avances significativos en la inclusión financiera mediante la eliminación de prácticas que desincentivan el uso de servicios bancarios, una estrategia que podría servir de modelo para República Dominicana.
Al concluir, Fernández hizo un llamado a seguir explorando alternativas y soluciones para superar estos obstáculos, con el fin de crear un sistema financiero más inclusivo y accesible para todos los dominicanos. La eliminación de cheques y la promoción de pagos digitales son pasos en la dirección correcta, pero requieren de políticas coherentes y sostenibles que consideren las realidades económicas y sociales del país.
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