Al menos 37 personas han muerto en uno de los mayores ataques rusos con misiles sobre Ucrania de los últimos meses. El ataque hirió a 153 personas y destruyó en gran parte el principal hospital infantil de Kiev, lo que las autoridades ucranianas han calificado de crimen de guerra.
Rusia afirma que los daños en el hospital se produjeron tras un fallo de un sistema de defensa ucraniano. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski rechaza firmemente las acusaciones de Moscú.
«Ya se pueden ver informes de que la culpa es de la defensa aérea ucraniana, que fue la Defensa Aérea de Ucrania y no su ataque calculado», ha dicho Zelenski, para luego agradecer a todos los ucranianos que empezaron a publicar videos «donde se puede ver, específicamente, no una parte de tal o cual misil, sino un ataque directo con misiles que hirió y mató a muchas personas en Ucrania hoy».
Zelenski dijo en sus redes sociales que hay que «exigir responsabilidades a Rusia por sus actos de terror y a Putin por ordenar los ataques». «Cada vez que se intenta hablar de paz con él, Rusia responde con ataques a hogares y hospitales», ha lamentado el presidente de Ucrania.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne hoy martes para abordar el ataque que su Secretario General ha condenado enérgicamente. Zelenski, pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU y prometió «dar una respuesta contundente» a la «agresión» rusa.
Además, Kiev instó a los aliados de Ucrania, que se reunirán en una cumbre de la OTAN en Washington esta semana, a que decidan rápidamente ayudar a reforzar las defensas aéreas del país, afirmando que los sistemas actuales son «insuficientes».
Al parecer, más de 40 misiles de distintos tipos, entre ellos Kinzhal hipersónicos, alcanzaron edificios de viviendas e infraestructuras públicas en las ciudades de Kiev, Dnipró, Kryvyi Rih, Sloviansk y Kramatorsk.
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