El MST trajo productos de la reforma agraria de todo Brasil y de otros países, incluyendo más de 500t de alimentos
Cacao, açaí, pequi, queso, salami, cachaça, plátano, maíz. Fueron más de 560 toneladas de 1730 tipos diferentes de productos, traídos a São Paulo por 1,7 mil feriantes de todos los estados brasileños y vendidos a más de 320 mil personas en cuatro días. Quienes produjeron todo esto fueron las familias asentadas a partir de la reforma agraria, que conquistaron sus tierras a través de la lucha organizada del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
Las cifras dan una idea de la magnitud de la 4ª Feria Nacional de la Reforma Agraria del MST, en el Parque da Água Branca, en la región oeste de la ciudad de São Paulo.
El patio de comidas sirvió 80 mil platos durante los cuatro días. Recetas tradicionales de todo el país, elaboradas con alimentos provenientes de la reforma agraria.
El vivero de plántulas reunió especies medicinales, nativas y alimenticias de diferentes territorios del MST
Para la agricultora Giselda Coelho Pereira, del asentamiento 26 de Março, en Marabá, estado de Pará, el éxito de la feria está haciendo que el espacio les quede chico. “La feria crece con cada edición. Es un movimiento creciente de público, pero también de participación de los agricultores. Cada año llegan más agricultores y más cooperativas a la feria para establecer estas relaciones de comercio e intercambio de conocimientos”, dijo a Brasil de Fato la dirigente nacional del sector productivo del MST.
“Nuestra riqueza cultural estuvo representada en todos los espacios, en la gastronomía, en la producción agroecológica que demuestra que se puede hacer la agricultura de otra manera, pero también en la poesía. Esta es la riqueza de expresión de la feria”, destacó la dirigente.
Arte y cultura presentes
El domingo contó con un megaespectáculo. Más de 300 artistas pasaron por la feria y compartieron su música, poesía, teatro, danza y otras formas de expresión durante cuatro días.
Anelis Assumpção, quien dirigió el espectáculo de la noche de clausura, celebró la postura política de las y los artistas que participaron en el evento. Habló sobre el papel de la cultura y la música en la transformación social.
“Pienso que este es el lugar donde creamos una intersección con el MST. El movimiento cultural en Brasil es tan plural y complejo como el movimiento de la tierra. El monocultivo, el pensamiento reduccionista del arte en el país… La música puede ser la flecha más rápida, quizás, de la comunicación.”
El maracatu Ouro do Congo fue una de las decenas de expresiones artísticas que se presentaron durante la feria
La cantante Liniker manifestó su admiración por el trabajo del MST expuesto durante la Feria. “Es muy, muy hermoso y es muy importante venir y encontrarse con una feria de este tamaño, con tanta gente, con tanta abundancia y prosperidad. Creo que estamos en este momento de recuperar la prosperidad después de todo lo que hemos pasado en términos de política en Brasil”.
La cantante Josyara también valoró la experiencia que tuvo en la Feria. “Uno llega y pasa por el puesto [de comidas] de Bahía, por ejemplo, y agarra un buen aceite de palma y se lo come, porque la comida también enciende estas cosas buenas que hay en nosotras”.
“Nos reencontramos con muchas inspiraciones, no solo artísticas, sino de nuestra propia vida, o sea, humanas”, concluyó la cantante.
Del territorio a la feria
“Es importante decir que no hay reforma agraria sin la lucha por la tierra”, señala Giselda Pereira. “Todo lo que hay aquí es una muestra de lo que está territorializado en 23 estados, con 450 mil familias. Tuvimos la participación de más de 1700 agricultores que vinieron de los territorios y esos territorios son el resultado de mucha lucha”.
“Esta es una planta de baobab. Está un poco lastimada por el viaje”, muestra Jéssica Vitória, una de las expositoras de la feria. Viajó durante tres días desde Recife a São Paulo, y las plantas tardaron aún más en llegar.
Las plantas de baobab son fruto de la iniciativa Roçado Solidário, desarrollada por el proyecto Mãos Solidárias en un espacio habilitado en el Asentamiento Che Guevara, en Morena, a 40 minutos de la capital pernambucana.
El espacio es un vivero de plantas nativas, cultivadas en un terreno cedido por el asentamiento. El grupo de Jessica también trajo pitahaya, mora y otras plántulas de asentamientos en la región, como Normandia, en Caruaru.
“Aquí en la feria, el baobab fue el que más se vendió, por ese vínculo de resistencia que tiene. Es una planta que vino de África”, comenta. “Incluso la vendemos a alguna personas de terreiros [de umbanda o candomblé], ya que está este tema de que el baobab lleva esa ancestralidad. Son personas que están empezando una finca, una agroforesta, así que estuvo muy bueno.”
Si el viaje fue difícil para Jessica, la experiencia en la feria fue excelente. “Este proceso de comercialización todavía es algo muy nuevo, porque los asentados no teníamos esta oportunidad de saber cómo llega nuestro producto al final a la mesa de la gente de la ciudad”, analiza. “Fue una experiencia muy fuerte para mí, fue muy interesante”.
Otro punto positivo para Jessica fueron los intercambios entre los feriantes en diferentes partes del país. “Intercambiamos plántulas y semillas de diferentes biomas para hacer experimentos. El baobab es incluso uno de ellos, que se describe como más tropical, pero queremos probar y ver si también se adapta al sur de Minas, a São Paulo”, por ejemplo.
Fábio Ramos Nunes también finalizó su participación satisfecho con el resultado de la feria. “Este último día mejoró mucho en cantidad de ventas. Hicimos algunas rebajas y terminamos vendiendo mucho. Trajimos como 7 toneladas de productos y creo que vamos a vender como 5 toneladas. También estamos cerrando acuerdos de venta para almacenes con la gente del comercio local para que puedan quedarse con una parte. Económicamente valió la pena”, analiza él, quien es presidente de COOPERANA, Cooperativa de Agricultura Campesina de la Región Metropolitana de Belo Horizonte.
“Es un espacio importante de intercambio de experiencias con otras cooperativas de todo Brasil. Conocimos muchas novedades en una diversidad muy grande de productos y formas organizativas también. Encima está la parte cultural, que es fantástica, participó mucha gente de la capital de São Paulo y también de todo Brasil, muchas atracciones culturales, seminarios, fue muy importante, bacán”, analiza.
Acto final
El acto final del evento contó con la presencia de autoridades como ministros, diputados y un gobernador, además de militantes como el jeque Rodrigo Jalloul y el padre Júlio Lancelotti, que bendijo las 38 toneladas de alimentos donados para organizaciones de asistencia social de São Pablo.
“En el contexto de la crisis humanitaria que estamos viviendo en São Paulo, esta feria es un signo de esperanza”, dijo el padre Júlio Lancelotti, refiriéndose al contingente de personas que viven en las calles de la capital paulista. “En este momento, la palabra es de agradecimiento y de aliento. Nuestra lucha vale la pena, y no podemos rendirnos. Ocupar, producir, resistir y enfrentar”.
El MST realiza la acción “Cultivando Solidariedade” con la donación de más de 25 toneladas de alimentos saludables
La resistencia mencionada por el sacerdote se refuerza en el contexto actual, en el que el Movimiento sufre ataques con una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) en el Congreso, una nueva ola de criminalización en los medios, además de un recrudecimiento de los conflictos en el campo en varios estados..
“De nada sirve que nos digan que no podemos ocupar tierra, porque la vamos a seguir ocupando para seguir haciendo la reforma agraria, la feria, para luchar por la democracia y el acceso a la tierra”, dijo el diputado Valmir Assunção (Partido de los Trabajadores – Bahia).
“Vamos a enfrentar una CPI. No es la primera, es la quinta CPI a la que nos vamos a enfrentar. Vamos a enfrentarla dialogando con toda la sociedad. Luchamos por cumplir el artículo 16 de la Constitución y por construir una sociedad más igualitaria. Vamos a mostrar quién está acaparando tierras en Brasil, quién evade impuestos, cómo se reproduce el agronegocio en este país”, defendió.
El conterráneo de Assunção y gobernador de Bahia, Jerônimo Rodrigues (Partido de los Trabajadores), celebró la fuerza del evento. “Una fiesta como esta, una feria como esta rescata en su cuarta edición un compromiso por un proyecto de inclusión. Queda muy claro cuando pasamos por los puestos de cada estado que nuestra vida no es fácil. La vida de los pueblos originarios, de los sin tierra, de las mujeres, de la juventud, de las comunidades LGBTQIA+”, dijo el gobernador de Bahía. “Esto que vemos aquí es en realidad una cuarta edición de la resistencia”, resumió.
Padre Júlio Lancelloti en su discurso durante la ceremonia de donación de alimentos/ Equipo de Comunicación de la Feria Nacional de la Reforma Agraria
“Esta feria es un ejemplo para Brasil de que es posible, a través de la reforma agraria, de la agricultura familiar, producir alimentos, comida, alimentos de calidad a un precio justo”, afirmó Paulo Pimenta, ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de la República (SECOM). “La tarea más importante, que es la obsesión de Lula, es devolver al pueblo brasileño el derecho a tener tres comidas al día. No es posible que un país rico como el nuestro viva con una realidad en la que 33 millones de personas pasan hambre y millones más no saben qué van a comer al día siguiente.”
“João Pedro debería hacer una feria en Brasilia, para mostrarle a la gente en el Congreso Nacional que el Movimiento está produciendo”, dijo el ministro Marcio Macedo, de la Secretaría General de la Presidencia de la República.
Encargado de realizar las consultas para la construcción participativa del Plan Plurianual (PPA), Macedo exaltó la importancia de escuchar a los movimientos organizados. “Es importante que esté presente el MST, la CONTAG, el MTST y los movimientos organizados de todo Brasil. Para que estos próximos cuatro años tengan las huellas del pueblo brasileño”, defendió.
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