Según la Policía israelí, sus agentes fueron atacados con rocas y pirotecnia por encapuchados palestinos que estaban en el interior de la mezquita. Agregaron que detuvieron a 350 personas. Según medios palestinos, reportaron que hubo entre 400 y 500 detenidos, y que los heridos ascienden a 350
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Liga Árabe y varias naciones condenaron la agresión perpetrada por policías israelíes contra cientos de fieles musulmanes en la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, hecho que se saldó con decenas de heridos y una cifra superior a los 350 detenidos.
El incidente fue en la madrugada de este miércoles, cuando los uniformados penetraron en ese recinto, ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este, en pleno mes de Ramadán.
Según la Policía israelí, sus agentes fueron atacados con rocas y pirotecnia por encapuchados palestinos que estaban en el interior de la mezquita.
Allí dispararon balas de goma, granadas aturdidoras y botes de gas lacrimógeno para desalojar a los que estaban en el sitio.
En un comunicado, el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, expresó que estaba consternado por los enfrentamientos que ocurrieron en el templo y mostró preocupación “por la aparente golpiza contra palestinos por parte de las fuerzas de seguridad israelíes y el gran número de arrestos”.
El funcionario rechazó “el almacenamiento y uso de fuegos artificiales y rocas por parte de palestinos”. Instó a las partes a “rechazar la incitación, la retórica incendiaria y las acciones provocadoras”, así como a mantener el statu quo de los lugares sagrados de Jerusalén, que fueron visitados por alrededor de 600.000 personas desde que comenzó el Ramadán.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, condenó en términos enérgicos «la redada, el ataque a los fieles y los arrestos». Subrayó que acciones como esta “afectan los sentimientos religiosos de millones de musulmanes en todo el mundo, especialmente en el mes sagrado de Ramadán”.
Asimismo, exigió al Gobierno israelí respetar la fiesta sagrada para los musulmanes, se celebró una reunión urgente este miércoles por el incidente y demandó al Consejo de Seguridad presionar a Israel para que detenga la violencia.
Según la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina en Jerusalén, los policías israelíes impidieron el ingreso de médicos para ayudar a las personas lesionadas.
Tras el hecho, milicias palestinas lanzaron una decena de proyectiles desde la Franja de Gaza hacia Israel y, en represalia, Tel Aviv atacó con su aviación dos cuarteles del movimiento Hamás en dicho enclave.
La redada y golpiza israelí también fue rechazada por los Gobiernos de Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Yemen y Türkiye, entre otros.
Según el status vigente desde 1967, la Explanada de las Mezquitas está reservada exclusivamente al culto de musulmanes y Jordania quedó a cargo de la custodia el lugar, mediante el Consejo de la Wafq.
Sin embargo, en los últimos años han sido frecuentes las irrupciones a la Explanada de colonos judíos ultraortodoxos escoltados por soldados israelíes. En opinión de líderes palestinos y expertos, ello es «congruente con la pretensión de Tel Aviv de provocar a los palestinos, obligarlos a abandonar la ciudad y modificar demográficamente a Jerusalén».
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