Las fuerzas armadas de Ucrania han afirmado este martes que las últimas horas han sido las más mortíferas para las tropas del Kremlin desde que en febrero de 2022 comenzó la invasión rusa del país, dado que Moscú utiliza a decenas de miles de nuevos reclutas y mercenarios en ataques temerarios en pleno invierno en el frente del este. El ejército ucranio ha aumentado este martes la cifra de soldados muertos hasta los 133.190, con un incremento de 1.030 militares que han perdido la vida durante las últimas horas, es decir, la mayor subida desde que comenzó la guerra hace casi un año. Además, Kiev afirma haber destruido 25 tanques rusos durante los dos últimos días.
El registro de muertes de las tropas rusas publicado por Ucrania no ha podido ser corroborado de forma independiente, y Moscú lleva desde el comienzo de la guerra negando que sus fuerzas sufran grandes cantidades de bajas. Sin embargo, las cifras aportadas por Ucrania, que no tienen precedentes en lo que va de guerra, encajan con las afirmaciones que durante los últimos días se han hecho por parte de ambos bandos en las que estos aseguraron que los combates en las trincheras nevadas son los más letales desde que empezó la invasión, a pesar de que ninguna de las dos partes ha logrado mejorar sus posiciones de forma significativa en el frente del este, en la región histórica de Donbás.
La cifra aportada por las fuerzas armadas ucranias llega en un momento en el que tanto Kiev como los servicios de inteligencia occidentales han advertido de que las tropas rusas están acumulando fuerzas para lanzar una inminente triple ofensiva: desde las dos provincias que conforman la región de Donbás (Lugansk y Donetsk) y desde el frente sur, en Zaporiyia. De hecho, el gobernador ucranio de Lugansk (este), Serguei Gaidai, ha denunciado que Rusia está enviando refuerzos al este. “Estamos viendo más y más reservistas desplegados en nuestra dirección, estamos viendo que traen más equipos”, ha avisado. “Traen munición que no se está usando como se usaba antes. Ya no hay bombardeos todo el día. Están acumulándola, preparándose para una ofensiva a gran escala”, ha añadido.
Durante las últimas semanas, Rusia ha conseguido algunos pequeños éxitos militares, los primeros desde julio de 2022. Sin embargo, sus progresos han sido menores, de pequeños municipios, pero no han conseguido capturar la ciudad de Bajmut, su principal objetivo en la provincia de Donetsk. La localidad lleva meses asediada por las fuerzas del Kremlin, pues su conquista le permitiría interrumpir las líneas de suministro de Ucrania y avanzar hacia las dos grandes ciudades bajo control ucranio en el este: Kramatorsk y Sloviansk. Moscú también ha lanzado una ofensiva sobre la localidad de Vuhledar, un bastión ucranio situado en una posición estratégica entre las líneas del frente en el sur y en el este.
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